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¡Griten por mi!, parece decir Pablo Grasso el intendente K que se autopropone como candidato a gobernador sin evaluar otros “pesos pesados” de su espacio

Pablo Grasso Intendente de Río Gallegos -

(Por: Rubén Lasagno) – Sin duda para muchos integrantes del Frente para la Victoria de Santa Cruz, la carrera política ya se largó. En ese universo variopinto los hay, algunos con impulso propio, otros que tratan de colgarse del carro triunfal, unos agazapados para ver cómo y con quien suman  y finalmente están los que se organizan alrededor de alguna caja en la cual hilvanan sus mayores esperanzas de cara al 2023.

Entre los “colgados” está el intendente de Río Gallegos Pablo Grasso, quien cree tener en sus manos las llaves de reino y arremete ya sin disimulo, en búsqueda de la cucarda política que lo corone. Nadie lo empuja, lo hace solo. Blande lo que él cree es una “gestión” muy decorosa, con típica fanfarria en la cual se corona de autoelogios, mucha plata que extrae de los fondos públicos y vaya a saber de qué otras cajas.

Sin barreras de contención, por cuanto el intendente cree que su destino es inexorable, ha salido a decir por los medios para-oficiales las mismas cosas que todos los políticos dicen cuando se hacen los asombrados y repiten “los compañeros me lo piden” y por otro lado operan, presionan y pagan voluntades para que su nombre se asocie con la campaña a la gobernación.

Y tras esa bobada, Grasso asumió que la audiencia es tan tonta como su mensaje y agregó que “alguien echó a rodar estas versiones” y a partir de allí (dijo el intendente) se han generado “operaciones mediáticas, políticas y judiciales respecto a especulaciones” debido, precisamente, porque se está hablando de su postulación.

El egocentrismo de Grasso no se agota en su isologotipo copiado a  un intendente rionegrino; va más allá y en su frases da la impresión que cree todo el mundo gira a su alrededor, pero no es así.

Con este débil argumento de que todo el mundo se molesta porque él quiere ser gobernador, el intendente pretende desconocer y bajarle el precio a las denuncias de la oposición sobre la corrupción municipal, los contratos millonarios que hace de manera directa, la falta de rendición de cuentas, su negativa a responder a los concejales sobre su “gestión”, las inversiones que realiza, la cantidad de personal contratado, fijo y monotributistas que tiene, la negativa rotunda a mostrar transparencia en los gastos descomunales que hizo para fin de año y que actualmente hace a través del Departamento de Hacienda. Esto incluye los gastos producidos en el aniversario de Gobernador Gregores, razón por lo cual fue denunciado penalmente por concejales de la oposición y ni hablar lo que le ha costado a los vecinos de esta capital, que el intendente quiera “ver la montaña” y para ello dinamitó las instalaciones del ACA.

Es decir, Pablo Grasso pide que griten por él para simular que la iniciativa se genera “de afuera hacia adentro”, pero la decisión de avanzar como candidato a la provincia en el 2023, no solo ya está tomada, sino que está trabajando decididamente para lograrlo.

El cisne negro

Grasso tenía prácticamente acordado con Alicia Kirchner desde antes de 2020, que jugaría para el 2023 por dentro del FPV, pero el año de pandemia trajo con el correr del tiempo la aparición de un “cisne negro” en el espectro político provincial que es petrolero Claudio Vidal y su partido SER

La ambición político-personal del petrolero nacido y criado políticamente dentro del FPV hizo chisporroteo. Vidal vio el impacto social que tuvo su iniciativa y le pasó factura al gobierno, que cuidadosamente le restó espacio, le quitó poder y le bajó proyectos (entre ellos el de los frigoríficos).

Entonces Vidal con la billetera del sindicato de petroleros, salió a tentar voluntades, tanto del espacio del peronismo, del kirchnerismo y de la propia oposición. Así se rodeó de Sergio Acevedo y Facundo Prades, entre otros, pero sabemos que, inclusive, le quiso quitar los diputados al intendente de El Calafate Javier Belloni.

Vidal con su armado primario y una abultada billetera, logró partir el oficialismo en dos y en las elecciones dividió en tres tercios el electorado y coronó como diputado nacional. Pero su verdadero objetivo es negociar el poder en el 2023 y ahí la cosa no será fácil. Y del análisis puedo inferir que solo Vidal no podrá llegar y al oficialismo lo debilita tenerlo afuera. La teoría dice que, finalmente, Vidal jugará codo a codo con quien Máximo le ordene hacerlo en el 2023.

El candidato agazapado

Quien permanece en silencio y con las expectativas intactas, es el actual intendente de El Calafate, Javier Belloni, a quien la propia Cristina Fernández tentó al menos tres veces para ser diputado nacional, senador y otros cargos políticos que rechazó sistemáticamente, porque su único objetivo es la gobernación provincial.

Sin duda es quien mayor cantidad de votos propios posee en Santa Cruz, pero que no jugará la ficha como candidato a la gobernación, si en la provincia sigue la aplicación de la “Ley de lemas”. 

A su alrededor se dice expresamente que Belloni no volverá a ser aportante de votos para que otros lleguen a gobernador, refiriendo a la ayuda determinante que le dio a Alicia Kirchner en las elecciones del 2019 para que pudiera mantenerse un nuevo periodo frente al Ejecutivo.

La información que disponemos indica que el intendente podría hasta ir por afuera del oficialismo, pero por dentro del peronismo, inclusive en alianza con sectores de la oposición. Esto, claramente, comprometería seriamente el objetivo del FPV de seguir gobernando con candidato propio.

Hay otras versiones que hablan de la incondicionalidad de Belloni al partido y advierten que “no sacará los pies del plato”, pero condicionará fuertemente la elaboración de los cuadros que van a jugar dentro de la estructura del FPV, aunque descartaron de antemano que si persiste la Ley de Lemas, Belloni elegiría quedarse un periodo más en El Calafate, donde tiene los votos asegurados.

Comparativamente, Pablo Grasso no puede acercarse mínimamente a la gestión del intendente de El Calafate, por cuanto solo desde lo administrativo ambos municipios son diametralmente opuestos. Mientras en Río Gallegos Grasso tiene más de 5.000 empleados con 120 mil habitantes, El Calafate posee 521 trabajadores, con algo más de 30 mil habitantes permanentes. 

Seis firmas como “clamor”

Dentro de la operación “Yo me propongo” de Pablo Grasso, se conoció un texto firmado por seis personas que lo apoyan, donde el intendente de Río Gallegos pretende generar “una ola de apoyo interno y externo”, para promover su candidatura, lo cual además de ser ordinario y previsible, es un recurso gastado de autorpopulsión política, que habla del personaje y no muy bien, precisamente.

Con el título: “Ni esperamos, ni apuramos los tiempos; el tiempo es HOY. GRASSO PRECANDIDATO GOBERNADOR”, el texto pretende dar la impresión de ser un hecho espontáneo e independiente de la voluntad del intendente, cuando se ve claramente que es parte de una operación clamor desde la cual se intenta posicionar Grasso, a pedido y organizado por el propio Grasso.

Los peronistas no sabemos de tiempos calmos ni hacemos lecturas anticipadas. Nos dejamos llevar por el clamor popular que mide certezas. Entendemos que el compañero Grasso es el candidato natural para gobernar la provincia y suceder a la actual gobernadora logrados en la última elección y una excelente gestión así lo confirman. La única verdad es la realidad”, dice desde el primer párrafo el panfleto de Grasso, el cual no es nuestra intención reproducir acá.

Pero es importante ver cómo Grasso se “autoelogia” mediante las escasas firmas de estos ininteligibles “compañeros” al manifestar: “El compañero  (Grasso) inició la épica de la reconstrucción de una Río Gallegos con escasas posibilidades antes de su llegada. Asumió el compromiso de ponerla en lugar que una capital provincial se merece. Posibilitó las mejores relaciones Institucionales con todos los sectores que hacen al desarrollo de una ciudad pujante” y prosigue con una serie de verdades a medias, otras evidentes mentiras y un recorte cuidado de la realidad, tan absurdas como este panfleto político sin ningún tipo de credibilidad ni anclaje en la realidad de todos los días.

La nota solicitando la candidatura de Pablo Grasso -
La nota solicitando la candidatura de Pablo Grasso –

Lo que nada dicen los seis que firman el escrito, es la forma autoritaria, ocultista y anti-constitucional con la que gobierna Pablo Grasso el municipio de Río Gallegos. De eso nada dicen “los compañeros” que supuestamente apoyan al intendente de la capital. Nada dicen de cómo decreta y decide a espaldas del CD ni cómo Grasso no responde los requerimientos institucionales, ni rinde cuentas; tampoco como oculta negocios y favorece a empresas amigas.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y el dibujo de campaña que pretende promocionar Grasso, hay una realidad que supera a la ficción del intendente y cualquier otro que busque candidatearse dentro del FPV: la orden vendrá de arriba y  no precisamente solo de la voluntad de los que quieren ser. A menos claro, que tenga peso propio como en el caso de Javier Belloni o billetera como Claudio Vidal.

Pablo Grasso podrá tener el guiño de Alicia, pero sin duda dentro del oficialismo son varios los que querrán jugar sus fichas, entre ellos Pablo González y otros que acompañan al apellido Kirchner y están decididos a ser (una vez más y las veces que haga falta) soportes de quienes Máximo, Cristina y la propia Alicia, decidan cómo, cuándo y de que manera jugarán para sostener el poder en Santa Cruz. (Agencia OPI Santa Cruz)

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8 COMENTARIOS

  1. CHORRO, DELINCUENTE, ZORRO, LADRON. QUE DE CUENTA ADE LAS CASAS QUE TIENE, LOS TERRENOS QUE NEOGCIÓ Y EL VAMOS Y VAMOS QUE SUS AMIGOS DE LAS CONSTRUCTORAS

  2. MARIO ROBERO LAYUN Y ARIEL IVOVICH se suman al equipo de graso. Estaran en la comisión de corruptos y acosadores para asesorar a graso

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