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Estados Unidos amplió las sanciones a Rusia y condenó la anexión ilegal de regiones ucranianas

El Presidente de los Estados Unidos Joe Biden - Foto: NA

Según publica La Nación En una nueva escalada entre Moscú y Occidente, el gobierno de Joe Biden impuso represalias en respuesta al anuncio de Putin; la asistencia de Washington a Ucrania llegó casi a US$17.000 millones.

Por: Rafael Mathus Ruiz

Estados Unidos condenó la anexión de Rusia de cuatro provincias de Ucrania, remarcó que la movida viola el derecho internacional, la carta de las Naciones Unidas y demuestra el “desprecio” de Moscú por las naciones pacíficas, una respuesta a la última ofensiva de Moscú que terminó por coronar una nueva escalada en el enfrentamiento de la Casa Blanca y el Kremlin por el conflicto en el este de Europa.

“Estados Unidos condena el intento fraudulento de Rusia de anexar territorio soberano de Ucrania. Rusia está violando el derecho internacional, pisoteando la carta de las Naciones Unidas y mostrando su desprecio por las naciones pacíficas en todas partes”, dijo el presidente Joe Biden en un comunicado difundido por la Casa Blanca.

“No se equivoquen: estas acciones no tienen legitimidad. Estados Unidos siempre respetará las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania”, insistió.

Respuesta

La Casa Blanca reaccionó a la anexión decretada por el presidente Vladimir Putin de las provincias prorrusas de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporiyia en el este de Ucrania, unos 65.000 kilómetros cuadrados que, para Moscú, pasarán a formar parte de Rusia, una movida ilegal y ampliamente denunciada por Occidente que promete abrir una etapa más beligerante en la guerra. En 2014, Putin ya había anexado Crimea.

Al condenar el último desafío de Putin a Occidente, Biden prometió continuar su apoyo a los esfuerzos de Ucrania para recuperar el control de su territorio fortaleciendo su poderío militar y diplomático. Su gobierno anunció nuevas sanciones, y días atrás lanzó un nuevo paquete de asistencia militar por US$1100 millones. El Pentágono ha motando además un comando especial abocado exclusivamente a Ucrania mientras Washington y sus aliados se ponen en alerta ante la eventualidad del peor escenario inimaginable: una guerra nuclear.

Desde enero de 2021, Estados Unidos ha invertido casi US$17.000 millones en asistencia de seguridad a Ucrania, una muestra del compromiso “firme y duradero”, en las palabras del gobierno de Biden, de Washington con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. La gran mayoría de esos fondos se despacharon este año luego de la invasión ordenada por Putin. Desde 2014, Estados Unidos ha proporcionado más de US$ 19.000 millones en asistencia a Ucrania, según información del Departamento de Estado.

A la par de la condena, Estados Unidos amplió las sanciones a Rusia, una nueva escalada en el choque entre Occidente y Moscú que se desató con la invasión rusa a Ucrania a principios de este año, y que, lejos de ceder, parece haber ingresado en una nueva fase más confrontativa.

El gobierno de Joe Biden amplió las represalias contra el Kremlin y Bielorrusia a través de una nueva batería de sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro, el Departamento de Estado y el Departamento de Comercio, en la primera respuesta de Washington a la anexión ilegal de las provincias ucranianas Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporiyia.

“Estados Unidos y nuestros aliados y socios están imponiendo costos rápidos y severos dirigidos a funcionarios gubernamentales rusos adicionales, sus familiares, funcionarios militares rusos y bielorrusos y redes de adquisiciones de defensa, incluidos los proveedores internacionales que apoyan el complejo militar-industrial de Rusia”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado.

“También estamos emitiendo una advertencia clara respaldada por los líderes del G7: haremos rendir cuentas a cualquier individuo, entidad o país que brinde apoyo político o económico a los intentos ilegales de Rusia de cambiar el estatus del territorio ucraniano”, agregó.

Las sanciones

Las nuevas sanciones están dirigidas a funcionarios y líderes gubernamentales rusos, sus familiares, funcionarios militares rusos y bielorrusos, y las redes que respaldan las defensas rusas, incluidos los proveedores internacionales que apoyan el complejo militar de Rusia.

Con las nuevas medidas, el gobierno de Biden dijo que busca enviar una clara advertencia del gobierno de Estados Unidos y los socios del G7: habrá costos para cualquier individuo, entidad o país que brinde apoyo político o económico a Rusia como resultado de sus intentos ilegales para capturar parte del territorio ucraniano, indicaron fuentes oficiales.

La batería de sanciones desplegadas por Washington y sus socios occidentales ha buscado asfixiar al Kremlin e imponer un castigo por la invasión de Rusia a Ucrania de principios de este año. Aunque las sanciones han tenido un lógico impacto sobre la economía rusa y la economía global, han tenido un impacto nulo en disuadir a Putin de continuar su ofensiva militar. De hecho, la anexión de las cuatro provincias del este de Ucrania y el desafiante discurso que brindó Putin en Moscú marcaron una notable escalada en el conflicto.

El Tesoro sancionó a 14 proveedores internacionales del ejército de Rusia, 109 miembros adicionales de la Duma, y 169 miembros del Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de la Federación Rusa.

El Tesoro incluyó además en la llamada “lista negra” a Elvira Sakhipzadovna Nabiullina, Gobernadora del Banco Central de la Federación Rusa (CBR) y exasesora de Putin, y Olga Nikolaevna Skorobogatova, primera vicegobernadora del CBR. El Tesoro y el Departamento de Estado también sancionaron a los familiares de los miembros del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, como la esposa y los dos hijos adultos del primer ministro ruso Mikhail Mishustin, y la esposa y los hijos adultos del ministro de Defensa, Sergei Kuzhugetovich Shoigu.

El Departamento de Estado también está imponiendo restricciones de visa a Ochur-Suge Mongush, por una grave violación de los derechos humanos perpetrada contra un prisionero de guerra ucraniano y 910 personas, incluidos miembros del ejército de la Federación Rusa, oficiales militares bielorrusos y representantes de Rusia que violan la soberanía de Ucrania. (La Nación)

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