16:00 – El 11 de noviembre de 2014 en OPI Santa Cruz publicamos una investigación donde se demostraba fácticamente y con datos comparativos, cómo había operado la empresa YCRT, desde la conducción del entonces interventor Atanasio Pérez Ozuna, en la compra sobrefacturada de los frentes largos, máquinas rozadoras y herramientas adquiridas en Polonia a la firma Kopex SA y Zaklady Mechanicze “BUMAR-LABEDY” SA, donde dejábamos en evidencia la maniobra fraudulenta desde el estado, a través de una amplia cadena de responsabilidades que gozaban de impunidad.
En ese momento (2014) muchos periodistas nacionales hicieron oídos sordos a éste y otros informes, presumiendo que podría tratarse de datos incorrectos, incompletos o tendenciosos. Más adelante, con la nueva intervención se realizaron las denuncias correspondientes y hoy tenemos de parte del Fiscal Moldes, el pedido de detención del ex interventor Atanasio Pérez Ozuna, el decano de la UTN, Martín Goicochea y el presidente de la Fundación UTN Hugo Sanchez, luego que al inicio de semana se hiciera un allanamiento en las oficinas de YCRT en Río Gallegos, donde se obtuvo la información completa y oficial que corroboró todos y cada uno de los datos aportados por nosotros, en nuestro informe de hace 3 años atrás.
Tal como lo expresamos en aquel momento, hubo triangulación en la contratación y compra de material para el yacimiento y los respectivos sobreprecios en la adquisición de las maquinarias.
El lector podrá repasar en este link la nota completa que OPI publicó en total soledad en aquel momento. Hoy, con la investigación judicial en mano, algunos periodistas publican detalladas notas que no son más que resúmenes de datos reunidos por la fiscalía. Una vez más, temas que en OPI contamos hace tanto tiempo, hoy tienen a los responsables, en las puertas de la cárcel.
El 13 de noviembre de 2015 bajo el título “Documentos revelan el millonario fraude cometido entre YCRT y la UTN, en perjuicio del Estado Nacional”, OPI fue el primer (y único) medio en dar a conocer los contratos truchos y millonarios que discurrían entre YCRT y la UTN, en abierta complicidad política, para desviar fondos públicos.
A modo de ejemplo, en ese momento publicamos:
“Entre la documentación disponible hay más de una resma de papel solo en contratos entre la UTN e YCRT; solo por mencionar algunos:
En el rubro “Varios”, a setiembre del 2015 figuran: un contrato con la UTN “para realizar diseño del complejo habitacional, 15 millones de pesos; para realizar “Diseño de Ingeniería básica y detalle de equipamiento actividad geológica 14,3 millones de pesos”; Al 13 de noviembre de 2015 (hoy) figura un contrato para “Desarrollo Integral red contra incendio, por 13 millones de pesos”; otro por “Aspectos implementación de impacto Ambiental de residuos por 13 millones de pesos”; un contrato de “conexión tendido eléctrico de 132, por 13 millones de pesos”; o un “Estudio de Impacto Ambiental cenizas y lecho fluidizado, 13 millones de pesos” o por ejemplo “Fabricaciones y ensamblados de Marchantes, 13 millones de pesos”.
“La proyección hecha por la UTN en contratos de YCRT – dice en otro tramo el informe – es de 4.720 millones de pesos (según constan en los documentos observados), de los cuales ya se han firmado contratos por 2.757 millones de pesos, que incluyen “servicios” de la UTN a YCRT, hasta el mes en curso. Faltan firmar contratos por un valor de 1.963 millones de pesos, aún”.
Personalmente, a mediados de 2016 en un programa de Alfredo Leuco en televisión y estando invitada en el piso la (por entonces) flamante funcionaria de la Oficina Anticorrupción Laura Alonso, hicimos mención a estos contratos al aire y Alonso pareció sorprendida por lo que indicábamos, prometiendo, en ese momento, hacerse cargo de investigar. No sabemos quién lo hizo, lo cierto es que hoy sabemos que hubo una investigación seria que ha determinado consecuencias para muchos actores de ese momento.
Luego de haberse judicializado estos hechos de corrupción, la justicia avanzó sobre los responsables quienes hoy están muy cerca de perder su libertad y ser condenados por corrupción. Pequeñas gratificaciones que nos damos los medios pequeños, libres e ignotos, que con nuestro trabajo diario podemos construir información verdadera y no ser meros replicadores de causas y datos obtenidos por otros, pretendiendo ser los descubrimos la pólvora, mientras en el momento en el cual era necesario hablar, contar e informar lo que estaba ocurriendo, hacían un imponderable silencio. (Agencia OPI Santa Cruz)
