Por: Javier Blanco
El Gobierno trató ayer de poner algún freno a la carrera alcista que vienen ensayando los precios libres y legales del dólar -contado con liquidación (CCL) o “Bolsa”- que surgen de distintas operaciones cursadas con bonos o acciones y los llevó anteayer a cruzar por primera vez la barrera de los $100.
La jugada corrió por cuenta del Banco Central (BCRA), que invitó a los bancos para que suscriban hasta $300.000 millones en letras de liquidez (Leliq, títulos de deuda que emite el organismo y usa para regular la oferta de pesos), cuando solo vencían $120.000 millones.
Finalmente lo consiguió, tras varias semanas de instar a las entidades a desinvertir en esas letras para dar impulso a la línea de créditos al 24% anual que el Gobierno diseñó para asistir a empresas y comercios afectados por la cuarentena. Así, retiró de circulación unos $171.000 millones netos en la jornada.
Con tamaña absorción (que supone 22% del total emitido por distintas vías en tiempos de cuarentena), logró que aquellos valores del dólar, que habían llegado a tocar máximos de $114,07 en el caso del CCL y $111,20 en el “Bolsa” o MEP, se replegaran hasta $107,42 y $106,26 en promedio en cada caso. Así podó a la mitad alzas que habían rondado del 10 al 11% (cerraron ambos con subas del 5,1% promedio).
La movida intentará ser secundada hoy por el Ministerio de Economía, que convocó a una licitación para vender dos bonos en pesos apenas un día después de haber llevado adelante otro canje (ver aparte), con lo que busca captar recursos en un momento de fuerte expansión del gasto y pagos de deuda.
Pero en el mercado dudan de que tenga un efecto sostenido, ya que por un lado el Gobierno les está pidiendo a los bancos que sean muy activos en la colocación de préstamos (los que con plazos fijos en baja podrían hacer desarmando cartera en Leliq) y por otro lado el BCRA está llamado a ser el principal asistente del fisco, algo que solo puede hacer emitiendo.
El factor “maquinita”
La escapada de los precios del dólar legales fue de la mano de la fuerte expansión monetaria que se disparó desde fin de marzo con la implantación de la cuarentena. Pero tomó mayor velocidad en los últimos días y acumulan un alza superior al 30% en lo que va de abril.
Por esa razón, la brecha con el tipo de cambio oficial (que en igual lapso aumentó 1,6%) se ensanchó hasta un máximo del 74%, nivel pernicioso porque alienta maniobras especulativas con exportaciones, que se liquidan al valor de cierre del dólar mayorista oficial (ayer quedó en $65,50) menos retenciones y alimenta expectativas inflacionarias, coinciden en alertar los analistas.
“Con el dólar soja en torno a $43, esto desalienta la venta de granos de los chacareros aunque la cosecha marche bien, y comienza a poner la política cambiaria en un brete”, advirtió el economista Jorge Vasconcelos, del Ieral. El mismo temor ganó al Gobierno, que decidió actuar ayer a través del BCRA. Lo curioso fue que pese a que la entidad avisó temprano que en la subasta del día los bancos podrían suscribir hasta $300.000 millones en Leliq, el mercado arrancó operando como si esa absorción no fuera posible, lo que llevó al dólar a tocar los récords mencionados.
Solo una vez iniciada la licitación, luego de las 13.30, y cuando se comenzó a notar una menor disponibilidad de pesos, “empezaron a aflojar un poco las cotizaciones del CCL y el MEP, alejándose de los máximos intradiarios”, señaló el operador Santiago Acuña.
“Sin dudas fue una contracción importante que apuntó a bajar la fiebre del dólar, pero es un resultado circunstancial que costará mantener, porque nadie en este mercado quiere quedarse con pesos”, evaluó Leonardo Svirsky, de Bull Market Brokers.
La reacción del Gobierno tiende a darles la razón a quienes venían adjudicando estos saltos del dólar a la sostenida emisión de pesos que lleva adelante el BCRA para asistir al Tesoro. “En el último mes la base monetaria creció 42% o más de $700.000 millones; salieron muchos pesos a la calle en pocos días”, explicó Nery Persichini, de GMA Capital.
“Al colocar más Leliq reconoce que había sido demasiado agresivo emitiendo, lo que agregó presión bajista a las tasas. Si las tasas en pesos tienden a cero, tarde o temprano buscás dolarizarte. Está claro que el Gobierno quiere y tiene que bajar las tasas desde los niveles de los últimos tiempos, pero lo de estas semanas fue una exageración. Y si sobran pesos se van a brecha”, observó Miguel Zielonka, de EconViews.
“Los bancos no han llegado a volcar al canal crediticio la mayor parte de los pesos cobrados por desinvertir en Leliq. Son pesos ociosos en un contexto en el que por un plazo fijo tradicional te pagan 20% anual y la tasa de caución (préstamos bursátiles) a un día vale 1% anual. No sorprende que ese exceso de liquidez se vaya al CCL”, sostiene Juan Ignacio Paolicchi, de EcoGo.
La señal de alarma llevó al BCRA a apresurarse por sacar de la calle parte del dinero inyectado. Sin embargo, esta contracción se prevé circunstancial, ya que se descuenta que el Gobierno seguirá necesitando asistencia de la entidad conducida por Miguel Pesce, a menos que algo cambie las expectativas. (Clarín)