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Por el aporte del FMI, las reservas brutas del Banco Central alcanzan su mayor nivel en 22 meses

Banco Central - Foto: Marcos Brindicci

Según publica La Nación Superaron los US$46.300 millones, al crecer hoy en US$4258 millones hoy apoyadas en ese aporte

Por: Javier Blanco

Las reservas internacionales brutas del Banco Central (BCRA) subieron en US$4258 millones básicamente empujadas por el arribo de los Derechos Especiales de Giro (DEG) por US$4334 millones que hizo el Fondo Monetario Internacional (FMI), al repartir la reciente ampliación que hizo de su capital entre sus socios para ayudarlos a sobrellevar los desequilibrios que generó en sus economías la pandemia de coronavirus.

Así, las arcas del Central cerraron la presente jornada en US$46.306 millones, según el dato preliminar que difundió recién esa entidad, regresando al nivel que tenían hacia fines de octubre del 2019.

Se trata del aumento más importante que registran desde el 16 de julio de 2019, día en que se incrementaron en US$5164 millones gracias al desembolso de la que fuera última cuota (por US$5386 millones) del préstamo que ese organismo había concedido a la administración Macri.

La diferencia es que mientras aquel desembolso pasó a engrosar el enorme endeudamiento argentino con el FMI, el de hoy -al no ser un aporte reembolsable- ayudará a mejorar la posición del BCRA, aunque de una manera muy temporal, ya que el Gobierno -según anunció la vicepresidenta Cristina Kirchner- tiene decidido usar esos fondos para empezar a cumplir con el calendario de pagos del capital acordado al momento de pactarse ese préstamo stand-by.

Vale recordar que el FMI había acordado en septiembre del 2018 (en una enmienda al primer acuerdo sellado en junio) asistir con hasta US$57.000 millones a la Argentina. Pero cortó los giros 10 meses después (luego de las PASO presidenciales), con lo que lo enviado fue el 78% de lo acordado entonces, algo más de US$44.000 millones (unos US$ 53.000 millones si se agregan los intereses), a reintegrarse en cuotas desde el mes que viene y hasta 2024, condiciones incumplibles que deberán revisadas en la negociación pendiente entre las partes.

El Gobierno, según la fuente ya citada, se comprometió a usar este ingreso para cancelar las dos primeras cuotas por US$1880 millones, a vencer el 22 de septiembre y 22 de diciembre, de ese cronograma, antes de buscar tras las elecciones un nuevo acuerdo con el organismo.

Según trascendidos locales, ese entendimiento está encaminado e incluiría una refinanciación de la deuda a 10 años, con tres o cuatro años de gracia para reiniciar las devoluciones de capital, la eliminación de la sobretasa de interés que se aplica a países hiperendeudados (la asistencia al país supera en 1200% a la cuota que podría entregarse sin sobrecostos) y una cláusula que dejaría abierta a plazos mayores si el FMI modifica en adelante sus estatutos para poder darlos, si la Argentina se compromete básicamente a llegar a la convergencia fiscal en tres años.

Por lo pronto, esto quiere decir que usaría mínimamente unos US$3760 millones (o hasta US$4130 millones, si decide cancelar también con DEG la cuota de intereses de noviembre), es decir, aplicaría del 86% al 96% del ingreso recibido hoy a reducir en un 8% promedio la deuda con el FMI en lo que queda del año.

Allí comenzaría a regir el plazo del 31 de marzo que se autoimpuso el ministro Martín Guzmán para llegar a un nuevo acuerdo con el FMI en el precario y costoso entendimiento (validando tasas del 9% anual) que logró hace unos meses con el Club de París. En el lapso que va del fin de 2021 hasta esa fecha, quedan otros dos vencimientos por unos US$1100 millones con ese organismo (equivalentes a US$738 millones por capital en enero y US$379 millones por intereses en febrero), que ya no podrían cubrirse con lo ingresado hoy.

“Así como entran, los DEG se van. Sería ideal que ya tuviéramos un programa con el FMI así nos ahorrábamos los dólares”, planteó hoy el economista Juan Ignacio Paolicchi, de Empiria.

Para Javier Timerman, socio de AdCap y co-fundador de Banz, no está mal que el Gobierno espere a que pasen las elecciones para negociar un nuevo acuerdo con el FMI, “porque aunque es una negociación importante, como la Argentina ha incumplido muchísimos acuerdos con el Fondo, el simple anuncio de acuerdo deja de ser ese ancla que motive reactivación o confianza”.

“Creo que el FMI hoy tiene menos poder para generar expectativas del que tenía en otros momentos. Si se busca ese shock de confianza, hay que presentarles un plan a los argentinos que tienen dólares y los inversores de afuera porque el BCRA sigue con bajas reservas. El acuerdo con el FMI es importante, porque no se puede estar en default con él. Pero si no viene con un plan para atraer a los únicos prestamistas que tenemos, que son los argentinos y los inversores internacionales, no servirá”, sostuvo en una entrevista concedida hoy a A24.

Para el economista Adrián Yarde Buller, de Facimex Valores, la llegada de los DEG supone “un refuerzo clave para las reservas en un momento crucial para el plan económico preeleectoral, ya que estimamos que entre septiembre y noviembre habrá que cubrir una brecha de financiamiento externo de US$3200 millones, considerando los vencimientos de deuda con el FMI (amortización de capital en septiembre y pagos de intereses en noviembre) y la baja estacional de las exportaciones, a medida que vaya perdiendo fuerza la liquidación del agro”. Y agregó: “Es clave porque permitirá seguir afrontando esos servicios de deuda en la antesala de un nuevo acuerdo y sostener el ancla cambiaria en la recta final hacia la elección, sin que esto implique una caída en las reservas netas se estimamos se ubican en US$7600 millones gracias a este arribo”. (La Nación)

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