Según publica Clarín La primera semana de agosto se retoma el tratamiento en comisión del proyecto de Oscar Parrilli que flexibiliza las mayorías parlamentarias y los requisitos.
Por: Gustavo Berón
Tras arremeter contra la Corte Suprema de Justicia y el Poder Judicial, Cristina Kirchner se prepara para dar una nueva batalla en el segundo semestre del año y afina en el Senado una reforma a la ley de Consulta Popular para habilitar así la posibilidad de avanzar con la ampliación de 5 a 25 la cantidad de miembros del máximo tribunal.
Ante la decisión de Adolfo Rodríguez Saá de plantarse frente a la presión del kirchnerismo y dejar sin los votos necesarios para aprobar la propuesta de modificación de la Corte, impulsada por un grupo de gobernadores peronistas, el oficialismo apura el tratamiento en comisión de una iniciativa de Oscar Parrilli que flexibiliza las mayorías parlamentarias y las condiciones fijadas para las consultas populares.
Desde la oposición aseguran que en líneas generales hay coincidencias con la modificación de la norma, pero alertan sobre la finalidad de hacer con esto “una democracia plebiscitaria”. Puntualmente en Juntos por el Cambio admiten que se deben flexibilizar las condiciones y que no estaría mal que las convocatorias coincidan con una elección general, pero advierten que los temas que se habilitarán con la reforma propuesta por Parrilli “son más complejos”.
Los macristas como los radicales entienden que para un futuro gobierno de Juntos por el Cambio puede ser “una herramienta útil” en un Congreso donde se hace cada vez más difícil tener la mayoría, pero ya anticipan que no acompañarán esta movida y menos en el actual contexto. “Sabemos que siempre vienen con el cuchillo debajo del poncho”, apuntó a Clarín una importante fuente de la oposición.
El proyecto de Oscar Parrilli
Todo se inició a principios de junio cuando Parrilli presentó su propuesta de reforma de la ley de consulta popular vinculante y no vinculante ante la Comisión de Asuntos Constitucionales, presidida por el jujeño Guillermo Snopek, también del Frente de Todos. En el Salón Arturo Illia, Parrilli argumentó que “las leyes que rigen actualmente datan del 2000-2002 aproximadamente y desde esa vez nunca se hizo una consulta popular”. “Evidentemente algún problema tenían esas leyes”, reflexionó.
La propuesta elaborada por el ex titular de la AFI, que fue ingresada en noviembre del año pasado cuando el oficialismo se quedaba sin la mayoría en el Senado, parece ganar terreno ante otras dos iniciativas también impulsadas desde el oficialismo: una de Juliana Di Tullio y la otra de Snopek.
Si bien en la actualidad la ley de Consulta Popular sancionada en 2001 exige la mayoría absoluta de los presentes, el proyecto promocionado por Parrilli establece que se puede llamar a una consulta vinculante con mayoría simple en ambas cámaras.
Esta movida no es casual, reflexionaron en la oposición, ya que el oficialismo no tiene las mayorías en ninguna de las dos cámaras y necesita de acuerdos con otros bloques para imponerse en el recinto, algo que cada día se le hace más difícil de conseguir para el Frente de Todos.
La legislación vigente también fija que toda consulta popular vinculante será válida y eficaz cuando haya emitido su voto no menos del 35% de los ciudadanos inscriptos en el padrón electoral nacional.
Pero uno de los puntos que más ruido le hace a la oposición es que el proyecto de Parrilli sólo exceptúa la reforma a la Constitución, los tratados internacionales, tributos, el Presupuesto y leyes en materia penal dentro de los temas que pueden quedar sometidos a consulta popular vinculante. “Así buscan sacar la reforma de la Corte”, interpretó un senador de la oposición al analizar la falta de límites que plantea la propuesta de Parrilli.
Al fracasar el intento por aprobar en el recinto la ampliación de la Corte por las diferencias internas en el propio oficialismo y la falta de acompañamiento de los habituales aliados, el oficialismo se vio obligado a salir a buscar alternativa. Y es por eso que ya en la primera semana de agosto, tras el receso invernal, la Comisión de Asuntos Constitucionales será convocada para retomar el tratamiento del proyecto de Parrilli, que había pasado a cuatro intermedio, con la intención de emitir dictamen.
La única vez que se llevó adelante una consulta popular fue en 1984 durante el gobierno de Raúl Alfonsín y fue un plebiscito nacional no vinculante el domingo 25 de noviembre con el fin de que la población vote por el Sí o el No al Tratado de Paz y Amistad firmado con Chile para resolver el Conflicto del Beagle, luego de la mediación del Vaticano.
Lo cierto es que todo esto se da en un contexto en el cual la vicepresidenta cargó duro contra la Corte a través de un mensaje difundido en las redes sociales. Allí expresó que la Argentina pasó de tener una “Corte ejemplar”, en 2003, a lo que denominó la “decadencia” del máximo tribunal conducido por cuatro miembros, cuyo funcionamiento hace “muy difícil mejorar las condiciones de vida” de los argentinos.
Además fustigó al Poder Judicial que según su interpretación devino en “partido político, protector del macrismo y perseguidor de las fuerzas políticas que se le oponen”, lo que coloca “a los ciudadanos y ciudadanas en situación de libertad condicional”.
El presidente Alberto Fernández no sólo avaló las críticas de Cristina Kirchner en su dura embestida contra la Corte sino que además aseguró que “la Justicia está deslegitimada y necesita urgente una reforma”. (Clarín)
