- Publicidad -

Actos en apoyo a CFK, una cortina de humo del impuestazo y la agitación propone la libanización que el argentino de bien debe ignorar en las calles

(Por Rubén Lasagno) – El punto fundamental en el que se debe pensar, ante los hechos que hoy dominan la escena pública conformado por este apoyo a Cristina Fernández, lo cual en realidad es un rechazo a la justicia que le va a caer a la ex presidente por los delitos cometidos en funciones, se debe centrar en no responder a las provocaciones ni reaccionar ante el insulto corporativo de un pequeño segmento político y social que busca encapsular a la vice de Alberto, para asustar a jueces, fiscales y al pueblo en general, de que “si tocan a Cristina”, todo se pudre. Pues bien, ¡que se pudra! ¿Qué puede pasar, sin son solo ellos los que salen a la calle?.

Los grupos que apoyan a esta iniciativa de desorden y sublevación son absolutamente minoritarios. Si uno ve la gente partidaria o militante que se junta frente al departamento de Recoleta, no superan las 300 personas, las marchas que se inventan en el interior no suman una treintena de vehículos, como ocurrió en Río Gallegos y todos ellos con funcionarios y empleados públicos obligados a dar la cara.

Algunos gobernadores ni siquiera abrieron la boca, los intendentes están obligados por la billetera y el peronismo en su conjunto, ha diluido su marca en manos de una mujer con las condiciones necesarias para demostrar que no tiene convicciones propias y el peronismo es un partido que ha desaparecido bajo las polleras de una “dirigente” que lo ha usado cuantas veces quiso y se apropió de la marca de su fundador a quien odia irracionalmente.

Cristina Kirchner saluda a los militantes -

No hay que temerles a los que gritan parados sobre una rama débil que inexorablemente los va a hacer caer del árbol. Es tan efímera la existencia de esta “resistencia” o asonada militante, que si los medios de comunicación críticos le retiran su apoyo y sus cámaras, se diluye autónomamente, sin necesidad de actuar en las calles como hizo el tibio de Rodríguez Larreta, que se compró un problema ideado por la propia Cristina.

La estrategia enqulenque de La Cámpora y CFK es hacer mucho ruido, batir los parches y como el tero, gritan en un lugar mientras lo importante sucede en otro lado. En este caso compran tiempo para permitirle a Sergio Massa la convalidación de un ajuste brutal, una devaluación inédita y un aumento generalizado en servicios y costo de vida que va directo al corazón de la clase medio y baja.

Los medios son funcionales, la clase política (especialmente la oposición) no reacciona o se parte en función de sus propia ineptitud y el kirchnerismo hace lo suyo apoyado solo en el relato y bravuconadas que son puro slogan de oportunidad; como quien dicen “nos tratan de correr con la vaina”. 

Tipos como Aníbal Fernández, Grabois, Máximo Kirchner, Larroque, De Pedro, Bonafini, Delia y una sarta de personajes desesperados y útiles rentados, alientan el caos y la debacle si tocan a la jefa de la banda, pero es solo una puesta en escena, ninguno de ellos tienen lo que debe tener alguien que realmente pelea en la calle una causa perdida. Lo mejor que puede hacer la sociedad, es ignorarlos. Solo se apagarán, si los canales quitan sus cámaras de Juncal y Uruguay y si lo diarios retoman las críticas sobre las medidas neoliberales de Massa y Cristina, que aplican a rajatabla en contramano de su relato populista.

Si lo trasladamos al ámbito provincial, es inexistente el apoyo social a CFK; la mayoría cree que debe ir presa. La mayor parte de la sociedad, aunque no se exprese en su contra en las calles, tampoco lo hace a favor. Solo un grupo de funcionarios provinciales y algunos empleados públicos, encabezados por Alicia Kirchner, sonríen forzadamente para repetir que Cristina es una víctima de la persecución judicial y política, en un país donde la mayoría de los argentinos, esperamos que se haga justicia por primera vez en serio y de manera contundente con los corruptos que nos han quitado la esperanzas de un país mejor.

Lo que deben hacer tibios como Larreta, es ponerse los pantalones largos y cuidar al pueblo que lo sostiene con sus impuestos, no ir a defender a Cristina Fernández poniéndole una guardia pretoriana en la puerta. Si no hubiera vallado alrededor del departamento de CFK, nada habría pasado. Larreta le fue funcional al relato y le dio las herramientas para revitalizar la victimización de una mujer que ya debería estar presa y lamentablemente goza de la libertad gracias a los buenos oficios de diputados como Miguel Pichetto que por años la cubrió para que no perdiera los fueros.

Concluyendo: si la sociedad y los medios ignora la puesta en escena del kirchnerismo, la llama del relato se apaga sola. No obstante no hay que subestimarlos porque en la desesperación, el caos puede ser una salida pírrica de estos antidemocráticos consuetudinarios. Pero esto se detiene de una sola manera: con la justicia y una sociedad comprometida a no dejarse avasallar ni corromper por la delincuencia política. (Agencia OPI Santa Cruz)

spot_img

Suscribité al Newsletter

Más Noticias

- Publicidad -spot_img

Más Noticias

16 COMENTARIOS

  1. Lo que no logran entender los militantes Cristinistas es que justamente Cristina se fue a vivir a Recoleta para estar lejos de ellos, de lo contrario estaria viviendo cerca de la municipalidad de San Justo en La Matanza y los abrazaria todos los dias.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí