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El enriquecimiento que nadie (o pocos) creían y hoy lleva a CFK a una condena (paradójicamente) en ejercicio de la presidencia

(Por Rubén Lasagno) – En el año 2003 el matrimonio Kirchner, ni bien ingresó en el poder nacional, declaró un patrimonio de más de 7 millones de pesos y en el 2016, antes que Cristina Fernández hiciera “la donación” a sus hijos, el patrimonio en blanco de la familia ascendía a más de 72 millones de pesos. Esto equivale a 10,5 veces el crecimiento patrimonial, sin haber incursionado nunca en la actividad privada, sino exclusivamente en la actividad pública como presidentes de la nación (ambos) por tres periodos consecutivos.

La única “actividad privada” que se les conoce, es el arrendamiento de los hoteles y alquileres de edificios en Río Gallegos y El Calafate. En el último caso se descubrió judicialmente que se trataba de un “bleff”, por cuanto los hoteles ostentosos de El Calafate no tenían clientes genuinos sino que se trataba de pasajeros ficticios, para lo cual se hacía constar a trabajadores de Austral Construcciones SA, de Lázaro Báez, testaferro de Néstor y Cristina, que aún estando a más de 700 kms de los hoteles, figuraban con habitaciones rentadas de forma permanente por valores muy superiores a los de plaza.

Lázaro Báez junto a Néstor Kirchner en Los Sauces en El Calafate – Foto: OPI Santa Cruz

En el año 2010 en OPI decíamos que no había movimientos en los hoteles de El Calafate, con precios del primer mundo, pero servicios de cuatro estrellas y recalcábamos que era necesario mirar la facturación en la AFIP para saber realmente a qué intereses servían esos emprendimientos.

Pero antes de esas elucubraciones existían otras dudas razonables que nos planteábamos por entonces y nadie sabía responder: ¿Con qué capital se construían los hoteles en la villa turística?. Con el tiempo, todo se conoció. El mecanismo era bajar toda la obra pública a manos de Lázaro Báez con sus distintas empresas y desde ahí se producía el retorno a través de compra-venta y los alquileres figurados.

No era la única, pero si la principal actividad de lavado de activos. Luego venían la compra de campos en Santa Cruz, Entre Ríos, Mendoza y Chaco, propiedades en todos lados, especialmente en Buenos Aires y la costa y finalmente la adquisición de tierras, campos y ganadería, que cerraba un circuito vicioso de “inversión” de dineros mal habidos.

Era tanta la plata, que nos alcanzaban a guardarla en lugares seguros. Así apareció Daniel Muñoz que mejicaneaba a su patrón y acarreaban decenas de bolsos con dólares a la calle Juncal (probado por la justicia), desde cuyo lugar eran inyectados en paraísos fiscales o trasladados a Santa Cruz en los aviones presidenciales, hecho que pudimos corroborar en varias oportunidades, cuando, allá por el 2009 nuestro reportero lograba tomar con sus cámaras a Osvaldo Sanfelice o Daniel Muñoz bajando de los aviones (especialmente el T-10) en plena pista de abordaje y acarreando pesados bolsos hacia el interior de las camionetas Hilux SRV4, que raudamente partían de allí, con rumbo desconocido.

Lázaro Báez no paraba de comprar campos, casas, negocios, remodelar y hacer inversiones de todo tipo y aún así, no lograba gastar los cientos de millones de dólares que venían por el ducto de la obra pública y vaya a saber que otro origen.

Todos y cada uno de los secretarios de Néstor y Cristina que vivían/voven en esta provincia, Muñoz, Álvarez, Barreiro, Gutiérrez o Sosa, todos millonarios y portadores de la guarda de dinero mal habido, sufrieron ataques, secuestros, robos y hasta la muerte, como es el caso de Fabián Gutiérrez, producto del acopio de dinero ilegal, que estaba en conocimiento de mucha gente en esta provincia y que la justicia jamás descubrió ni se preocupó por buscar.

Obra Pública en Santa Cruz, rutas sin terminar - Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz
Obra Pública en Santa Cruz, rutas sin terminar – Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz

Todo esto, solo por sobrevolar algunos hechos muy puntuales de los delitos cometidos, tenía un núcleo de generación que estaba en la Casa Rosada y en Olivos. El matrimonios presidencial había pergeñado y ejecutado la obra maestra de la corrupción estatal. Una verdadera asociación ilícita armada desde el poder para servirse del Estado y robarle la plata a los argentinos.

Mañana martes 6 de diciembre de 2022, se inscribirá una página histórica en la República Argentina; será (seguramente) condenada la responsable intelectual, organizadora y vaciadora del Estado Argentino, la viuda Cristina Fernández, ex presidente, actual Vicepresidente de la nación y paradójicamente será condenada por la justicia en momentos en que cumple con el rol de Presidente del país, por ausencia de su titular, Alberto Fernández.

Esa decir, que será la primera presidente en funciones en recibir una condena por corrupción por su desempeño en el mismo cargo en la década pasada. Nosotros estuvimos en todo ese proceso y hoy nos consideramos privilegiados de la historia por haber sido los testigos de aquel meteórico ascenso de enriquecimiento inexplicable y la caída de quienes defraudaron a los argentinos en su fe y su confianza y se quedaron con un PBI, privándole al país crecer y desarrollarse como cualquier otro de la región.

El daño infligido por el matrimonio y sus secuaces durante tantos años, tendrá mañana una bisagra. Su principal jefa será condenada por la justicia; la social no se la quitan sus fueros ni sus acusaciones estúpidas hacia otros, intentando hacer la gran Nerón, ni nos conmoverán las amenazas de las patotas rentadas  del peronismo/kirchnerismo encubridor que pretendan amedrentar a todo un pueblo para defender a una corrupta.

Ojalá no le tiemblen las manos a los jueces que suelen acobardarse ante el poder. Ojalá truene el escarmiento y se haga justicia, por la historia, por el pueblo y por la fe que guardamos, de que todo no es lo mismo. (Agencia OPI Santa Cruz)

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