El cardenal italiano Giovanni Angelo Becciu confirmó este lunes que no participará del cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, a pesar de reafirmar su inocencia en el marco del proceso judicial que lo condenó por corrupción en el Vaticano. La decisión fue comunicada por el propio purpurado a través de una declaración difundida por Vatican News, en la que expresó que actuó “por el bien de la Iglesia” y en obediencia a la voluntad del actual pontífice.
En el mensaje, Becciu manifestó: “He decidido obedecer la voluntad del Papa Francisco, permaneciendo convencido de mi inocencia”. Agregó que la medida busca “contribuir a la comunión y serenidad del Cónclave”, dejando en claro que continuará sirviendo a la Iglesia “con fidelidad y amor”. Durante las congregaciones generales previas al cónclave, fueron leídas dos cartas firmadas por el papa Francisco –una de 2023 y otra de marzo de este año– que ratificaban la exclusión formal del cardenal del proceso de votación.
Becciu, de 76 años, fue condenado a cinco años y medio de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer funciones públicas en el Vaticano, en un fallo considerado histórico por tratarse del primer juicio de esta magnitud contra un cardenal. La causa judicial incluyó acusaciones por malversación de fondos del Óbolo de San Pedro, específicamente en la compra irregular de un edificio de lujo en Londres y en una donación a una ONG presidida por su hermano, vinculada a Cáritas en Cerdeña.
Pese a que Becciu había afirmado en diversas entrevistas que no se le notificó explícitamente una prohibición para participar del cónclave, fuentes de la Santa Sede confirmaron que el cardenal no estaba habilitado para votar. La situación provocó tensiones dentro del cuerpo eclesiástico, y figuras como el cardenal Fernando Filoni admitieron públicamente que el caso generó “sufrimiento” en el seno de la Iglesia.
Durante años, Becciu fue una figura central en la administración del Vaticano, especialmente entre 2011 y 2018, cuando ocupó roles de alto poder como sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado. Su posterior nombramiento como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos también lo ubicó en una posición clave dentro de la Curia romana, hasta su destitución por parte del papa Francisco en 2020 tras el estallido del escándalo. (Agencia OPI Santa Cruz)