El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la creación de un ambicioso sistema de defensa antimisiles denominado “Cúpula Dorada“, inspirado en la reconocida “Cúpula de Hierro” desarrollada por Israel. El nuevo escudo defensivo, que tendría un costo estimado de 175.000 millones de dólares, apunta a estar completamente operativo en 2029, antes del final de lo que sería su segundo mandato presidencial.
El anuncio fue realizado desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, donde Trump destacó que esta iniciativa responde a una promesa de campaña para dotar al país de un sistema antimisiles de “vanguardia”. Acompañado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el mandatario aseguró que Estados Unidos contará con “el mejor sistema jamás construido”, capaz de interceptar misiles provenientes de cualquier parte del mundo, incluso desde el espacio. El proyecto, además, contempla una inversión inicial de 25.000 millones de dólares que será incluida en el próximo proyecto de ley de presupuesto que el Ejecutivo espera aprobar en el Congreso.
En su declaración, Trump afirmó que el sistema incorporará tecnología de última generación, incluyendo interceptores diseñados para neutralizar misiles hipersónicos, misiles balísticos y misiles de crucero avanzados. También confirmó que Canadá participará en la iniciativa, aunque aún quedan detalles económicos por definir.
El secretario de Defensa Pete Hegseth subrayó que los adversarios estratégicos de Estados Unidos “observarán con atención” esta nueva fase del desarrollo militar estadounidense, remarcando el potencial disuasivo del sistema. Sin embargo, el anuncio provocó reacciones inmediatas en el plano internacional.
Desde Pekín, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, expresó su “seria preocupación” y advirtió que el sistema “Cúpula Dorada” amenaza la estabilidad estratégica global. Según la vocera, el proyecto podría desequilibrar la arquitectura internacional de seguridad, y urgió a Washington a detener su desarrollo y despliegue.
En Moscú, la reacción fue más cauta. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Rusia aún no evalúa si este sistema representa una amenaza para la paridad nuclear entre ambos países, señalando que se requiere conocer en profundidad los detalles técnicos antes de tomar una postura definitiva.
Trump justificó la iniciativa recordando el éxito del apoyo estadounidense al sistema israelí “Cúpula de Hierro”, al que se le atribuye una eficacia superior al 90% en la intercepción de proyectiles. Afirmó que ahora Estados Unidos cuenta con capacidades tecnológicas “mucho más avanzadas”, lo que permitirá dar un salto cualitativo en su sistema de defensa. (Agencia OPI Santa Cruz)