La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la desnutrición en la Franja de Gaza alcanzó niveles críticos, con un alarmante aumento de las muertes en julio y una situación humanitaria que se deteriora rápidamente. En un comunicado emitido este domingo, el organismo internacional pidió “esfuerzos urgentes y sostenidos” para facilitar el ingreso masivo de alimentos, medicamentos y suministros esenciales al territorio palestino, especialmente para niños y grupos vulnerables.
Desde mayo, los casos de desnutrición aumentaron de forma dramática, y las cifras de julio reflejan una aceleración de la crisis. En las dos primeras semanas del mes, más de 5.000 niños menores de cinco años fueron hospitalizados para recibir tratamiento ambulatorio por desnutrición. De ese total, el 18 % fue diagnosticado con desnutrición aguda severa, una condición que pone en riesgo inmediato la vida si no se trata adecuadamente.
En lo que va de 2025, se han registrado al menos 74 muertes vinculadas directamente con la desnutrición, 63 de ellas en julio. Las víctimas incluyen 24 niños menores de cinco años, un menor mayor de esa edad y 38 adultos. La ciudad de Gaza fue identificada como la zona más afectada, donde uno de cada cinco niños pequeños sufre desnutrición aguda, según los datos recabados por la agencia de salud de Naciones Unidas.
La OMS advirtió que estas cifras podrían ser apenas una fracción del total real, debido al acceso limitado a los centros de salud y la dificultad para realizar relevamientos en medio del conflicto. Además, muchas mujeres embarazadas también están sufriendo desnutrición grave, lo que pone en riesgo tanto su salud como la de sus hijos por nacer.
La capacidad de respuesta del sistema sanitario local está al borde del colapso. Actualmente, sólo cuatro centros especializados en tratamiento de la desnutrición operan en toda la Franja, y se encuentran completamente desbordados. Funcionan con severas restricciones de combustible, sin insumos médicos suficientes, y con personal médico exhausto tras meses de trabajo en condiciones extremas.
A la emergencia nutricional se suma la crisis sanitaria provocada por el colapso de los sistemas de agua y saneamiento, que favorecen la propagación de enfermedades infecciosas. Esta combinación de hambre, falta de agua potable y enfermedades genera un ciclo mortal que afecta principalmente a niños, ancianos y personas con condiciones preexistentes.
El informe también denunció que, desde el 27 de mayo, más de 1.060 personas murieron y otras 7.200 resultaron heridas en Gaza mientras intentaban acceder a alimentos. Muchas familias se ven forzadas a moverse entre zonas inseguras para buscar comida, en un contexto de violencia y caos que agrava la crisis humanitaria.
Frente a este escenario, la OMS reiteró su llamado a la comunidad internacional para que permita el ingreso sin restricciones de asistencia humanitaria a la Franja de Gaza, con el objetivo de evitar más muertes prevenibles por hambre y enfermedad. (Agencia OPI Santa Cruz)