(Por: Rubén Lasagno) – La improvisación y la falta de timing político del gobierno nacional es exasperante. Son individuos que ocupan un cargo político, tienen la responsabilidad de conducir un país, no exhiben ningún programa de gobierno concreto, actúan por reflejo condicionado y lo peor, no tienen “Plan B”.
El escándalo Espert detonó cualquier sesgo de coherencia política que tratara de guardar LLA, a pesar de las cosas que día a día llevan a cabo y nos han descolocado y sacado de la lógica simple de la práctica política habitual, con actitudes adversas, de soberbia intelectual de presidente, la furia impostada del mandatario, su vocero y la imitación que hacen sus adláteres, tratando de copiar lo malo, en vez de suscribir lo bueno de su admirado líder.
Lo de Espert en si mismo es un hecho posible de que le ocurra a cualquier gobierno, asociarse con gente que usan el delito para llegar a la política, como ha sido el caso prácticamente de todos los presidentes argentinos contemporáneos. La primera vergüenza que debió enfrentar el gobierno es haberlo justificado públicamente, intentando ocultar los vínculos del candidato con un narcotraficante, pero lo más insólito, bizarro y alienado, vino después.
Me refiero cuando ya impresas las boletas, el gobierno intentó por todos los medios hacer desaparecer a José Espert de la escena política y lo obligó a renunciar a su candidatura, pero claro…. su imagen ya estaba impresa en el papel como símbolo del partido gobernante para las elecciones del 26 de octubre y eso, no se podía cambiar.
Sin embargo el presidente y sus colaboradores hicieron todo lo posible por reimprimir las boletas, aún sobre un costo estimado de unos 12 o 14 mil millones de pesos. Otro escándalo que la justicia electoral no permitió que le estallara en la cara a Javier Milei, porque, de haber asignado recursos para reimprimir las boletas, la sociedad le habría pasado una factura aún mayor que la de haber tenido un candidato fallido como Espert, al cual les habían puesto todas las fichas, porque sin duda Milei estaba decidido a malgastar esos fondos para tapar sus propias defecciones, mientras sosteniendo el argumento de no aumentar el déficit, margina a discapacitados, jubilados y a los médicos del Garraham.
Pero al Presidente y su equipo de gobierno, no le importaba el déficit en tanto pudiera resolver el tema de la foto con la cara de Espert, mientras que en realidad el que debía votar la gente, era a Diego Santilli.
Y ahí parecieron las ideas magistrales de los “pensadores” de La Libertad Avanza o de Las Fuerzas del Cielo, a quienes se les ocurrió editar un spot de campaña en el cual el ex Pro Diego Santilli dice, no sin asumir interiormente la vergüenza que lleva implícito el absurdo pedido que realiza: “para votar al colorado, marcá al pelado”.
Insólito, demasiado ordinario que deja de lado aspectos fundamentales de la comunicación de masa como son: la coherencia, la creatividad y la claridad del mensaje.
La frase en si misma, la forma en que Santilli ejecuta sus gestos y ademanes en el video, la cara de desesperación que denota el candidato, sabiendo de antemano que es una forma demasiado rebuscada infantil y pueril de transmitir nada menos que un mensaje para captar el voto de la gente, se hace visible y genera un contarmensaje en el destinatario, el cual no deja de asociar lo que está viendo, con la desesperación de un partido de gobierno que está exhausto, urgido por su propia impericia y quiere remendar de una forma chabacana y absurda, una herida autoinfligida por impericia, soberbia y torpeza, propia de un grupo amateurs que de un día para otro se encontraron con el poder y no saben cómo administrarlo. (Agencia OPI Santa Cruz)
Jaja colorados se van a poner el domingo los libertos y los de SER cuando le metamos el pelado jajaja jajaja ✌✌✌
En manos de quién estamos….Por Dios!!!