¿El diputado Mazú vota desde la cama? o ¿Verdaderamente se cayó del diván?

En la sesión virtual de ayer de la Cámara de Diputados, hubo un blooper o tal vez sea precisamente ése el espíritu que atraviesa a los legisladores y más aún a uno de ellos que siente a las sesiones como un ámbito de su propio hogar, teniendo en cuenta los años que lleva entre la intendencia de Río Turbio, los años como diputados y como funcionario del gobierno provincial. Es decir, Matías Mazú (FPV), que de él se trata, no se lo conoce por haberse destacado en la actividad privada, sino por ser la pata política del kirchnerismo “que está donde hace falta” y en este video, Mazú está, aunque no lo veamos.

Sucedió ayer durante la transmisión de la sesión virtual de la legislatura, con la presidencia del diputado Eugenio Quiroga. En la pantalla partida aparecen 25 cuadros, 24 de ellos ocupados con la transmisión de cada diputado desde sus respectivos hogares.

A los 12 segundos de iniciada la sesión, abajo a la izquierda en la anteúltima línea de ventanas, aparece en un costado Matías Mazú, quien evidentemente no llevándose muy bien con la tecnología, comenzó a manipular la cámara y tras confusos movimientos en el segundo 27 parece dominar la cámara, aparece su barbado rostro recortado sobre un fondo claro, pero cuando todos esperábamos ver al diputado atento a lo que se estaba debatiendo, su cabeza comenzó a perderse como hundida en un pozo cenagoso y dos segundos después uno de sus pies y la rodilla aparecen fugazmente por la pantalla, como quien ha reclinado demasiado el sillón que lo hizo caer de espalda.

Mazú, no sabemos si por cómodo o para disimular el blooper, permanece fuera de pantalla por exactamente 1 minuto 92 segundos y recién aparece su mano cuando el presidente Eugenio Quiroga, llama a levantar la mano para expresar su voto sobre el tema que era objeto de tratamiento.

Otra vez, pero ahora como surgiendo de un pozo, aparece la palma de la mano de Matías Mazú expresando “su voto” y atrás de la mano se incorpora el diputado quien, volviendo a aparecer sentado, cubre prácticamente todo el cuadro con su mano, pero a estas alturas, creo que más que para reafirmar su voto, era para tapar la vergüenza del blooper sufrido en plena sesión minutos antes.

Sin embargo, el tema da para hacer varias interpretaciones simbólicas: por ejemplo, si el diputado se cayó tras reclinar su sillón, se quedó en el piso y luego volvió a la sesión mostrando su mano levantada antes que su rostro, podríamos inferir que es una marca del kirchnerismo: votan todo a mano alzada, no importa qué y sin haberlo leído ni oído.

Si Mazú en realidad se reclinó sobre el diván (aunque se reclinó tanto que sus pies pasaron por sobre su cabeza), esperó pacientemente por casi dos minutos a que Quiroga leyera el protocolo de rigor y se reincorporó solo cuando su presencia era necesaria para ampliar el número, significaría lo que ya sabemos. Los diputados kirchneristas no necesitan escuchar, analizar ni leer nada. Saben cuándo tienen que aparecer, aún cuando se hayan caído.

La tercera opción es que Mazú sintiéndose demasiado cómodo en su casa, se cayó tratando de reclinarse y “para disimular” permaneció fuera de pantalla, hasta el momento del voto. El diputado debe haber pensado “es preferible que piensen que me hago el canchero, a que me caí”. Pero nadie se lo cree.

Sea cual fuera de éstas opciones, es una verdadera vergüenza que un diputado haga semejantes pantomimas a la vista de todos y haga como si nada hubiese pasado. Ver el video impresiona mucho. Además de risible, la actitud del diputado dista mucho de ser la de una persona que, al menos, representa a un grupo de la sociedad que votó a su partido.

Matías Mazú es el jefe del bloque del FPV. Si hace esto en una sesión pública, nos resta preguntar ¿Qué hará en relación a su función legislativa, cuando sus actos son reservados?. (Agencia OPI Santa Cruz)