El conflicto docente entró en una espiral que no llevará a ninguna de las partes a un triunfo, solo al fracaso. La situación se ha transformado en la réplica de un sector sobre el otro, por las medidas que toma el primero. Todo arrancó con un pedido de aumento salarial y un no por parte del gobierno; después vino una medida para repudiar tal o cual hecho y las acciones del gobierno para castigar las represalias… y así seguimos indefinidamente. Mientras tanto, hace más de un mes que los chicos no tienen clases y parece que de eso, nadie se enteró. El gobierno dice que los docentes son intransigentes y se encuentran politizado; los docentes dicen que el gobierno quiere quebrar el paro y no los van a doblegar…
En medio de ello hay golpizas, escraches, volanteadas con recibos de sueldos, medidas legales no acatadas, carpas, tomas de edificios, resoluciones “de emergencia” del gobierno, improvisaciones, amenazas y una violencia verbal peligrosa, inconducente, sobreactuada, que va a conducir a este conflicto por una calle, en cuyo final, hay una pared. ¿No será hora que los principales responsables se reúnan en una oficina y hablen sin interferencias?, esto es. el Secretario General del gremio y el Gobernador.
Si no se encuentra el punto medio y si no hay voluntad para dar un paso atrás en ambas partes, la derrota será de todos y nadie le sacará rédito a un conflicto que pretenden dirimir a lo Pirro.
