11/06 – 09:45 – “Olvidamos que lo central es la gente”, dijo ayer, tras inscribir el frente UNA junto a De la Sota; prometió dar batalla a los “candidatos del silencio”, por Scioli y Macri.
Por: Marcelo Veneranda
Breve, autocrítico y lanzado. Con un discurso que incluyó la admisión de errores propios y de las dificultades que “el látigo y la chequera” plantearon al armado del Frente Renovador (FR), Sergio Massa ratificó anoche su voluntad de disputar la Presidencia. “Éste soy yo, lo que ven. No hay nada más que simplemente el sueño de vivir mejor. Les quiero decir a esos millones de argentinos que sienten que este país puede ser mejor, que voy a ser presidente”, prometió.
“No busco un cargo. Soy joven y cometí errores. Pero tengo la convicción y el sueño de que la Argentina puede ser un país mejor. Les quiero decir a todos aquellos que pretendieron usar el poder para sacarnos de la cancha, que acá estamos”, completó el diputado, desde el elegante salón oval del Museo de Arte de Tigre, que, sumado a las dos banderas que rodeaban al atril del candidato, parecía remitir a la estética del Salón Blanco de la Casa Rosada.
Con el discurso de ayer, que ratificó la promesa lanzada el 1° de mayo en Vélez Sarsfield, Massa buscó generar certidumbre de cara al electorado y en su propia tropa, donde aún no se descarta que se retomen las conversaciones con otras fuerzas, con Pro a la cabeza, para buscar unificar la oferta opositora antes del 20 de junio, cuando se cierran las listas de candidatos, y evitar una victoria kirchnerista en primera vuelta.
Ayer, sin embargo, voceros del FR señalaron que Massa comunicó que esa vía estaba definitivamente cerrada, lo cual no evitó la salida de otro miembro del partido, el economista Miguel Peirano (ver aparte), incómodo ante los coqueteos con Pro.
Massa apuntó en su discurso contra el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, aunque sin nombrar a este último. “Vivimos en la Argentina de los candidatos del silencio. Scioli no dice lo que piensa porque por ahí lo reta Cristina. Otros hablan de cambio y la verdad es que tenemos que definir cuál es el cambio que queremos”, completó.
El anuncio de Massa, programado para las 19, tuvo que comenzar una hora más tarde, por la cadena nacional dispuesta por la Presidenta. Una jugada que no molestó del todo a la tropa del FR, que la interpretó como una señal de que el kirchnerismo no es indiferente a sus movimientos.
Minutos antes de que Massa se subiera al atril, los apoderados del FR y de la Democracia Cristiana del gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, inscribieron ante la justicia electoral al frente UNA, a través del cual Massa y el “Gallego” competirán en las PASO del 9 de agosto. Como no podían usar la palabra “Argentina”, vetada por la ley electoral, el frente se inscribió con el nombre Unidos por una Nueva Alternativa.
Entre las aristas del discurso de Massa, sorprendió la autocrítica dominante en varios párrafos. “Nos metimos en el barro [de la construcción de alianzas nacionales] y cometimos errores. Olvidamos que lo central es la gente”, admitió Massa. Eso sí, fue luego de argumentar que “el sistema político argentino favorece a los oficialismos y los aparatos”, y que la construcción del FR debió hacerse contra “el látigo y la chequera”.
En esa línea, Massa prometió que en los próximos meses se dedicará enteramente a contar sus propuestas, algo que intentó en más de una oportunidad en el último año, sin conseguir eco en la agenda.
Abandonar “el lodo” del armado político y enfocarse en las propuestas es lo que piden desde hace meses los asesores del tigrense, el peruano Sergio Bendixen y el español Antonio Sola, que confían en que su candidato supera a Scioli y Macri en esas artes. Ayer acompañaron el discurso desde la primera fila, junto a la mujer de Massa, Malena Galmarini. Su cuñado, el senador provincial Sebastián Galmarini, completó la ínfima comitiva del tigrense.
El discurso terminó sin preguntas para la prensa. Massa promete responderlas a todas hoy, en un raid frenético por todos los medios. (La Nación)
