11:30 El avance en los análisis de ADN está ayudando a identificar a más víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, pero el avance científico no consuela a las familias de aquellos cuyos restos pudieron haber terminado finalmente enterrados en un basurero público de Staten Island.
La cifra oficial de muertos en los ataques al World Trade Center es de 2753, incluyendo los que continúan desaparecidos. Solo 1642 de ellos, alrededor del 60%, han sido identificados positivamente. La oficina de medicina forense de Nueva York trabajó durante 17 años para identificar a las 1100 víctimas restantes. Gracias a los más recientes avances en las técnicas de extracción de ADN, se acaba de reconocer a cinco personas más, según anunció el jefe de los forenses, poco antes del decimoséptimo aniversario de los ataques, que se cumple hoy.
Los avances resultan agridulces para las familias de las víctimas del atentado, que lucharon sin éxito para impedir que la ciudad construyera un parque fuera del enorme basurero de Fresh Kills, en Staten Island, donde fueron arrojados y enterrados 1,8 millones de toneladas de escombros de las Torres Gemelas.
“Estamos agradecidos de que la identificación continúe, pero había material que podría haberse usado para esto si la ciudad no se hubiera comportado de manera tan arrogante con nosotros”, dijo Diane Horning, quien encabezó una fallida batalla judicial por parte de un grupo llamado Familias del World Trade Center para un Entierro Adecuado, que esperaba poder impedir que el proyecto del parque prosperara. Horning dirige el grupo, aunque su hijo fue uno de los primeros en ser identificados.
El Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York determinó en 2009 que los señalamientos de que la ciudad había manipulado mal los restos en Fresh Kills equivalían a “falta del cuidado debido”, lo que, sin embargo, no bastó para demandar a la ciudad.
Para crear el parque, Fresh Kills Landfill fue cubierto con capas de tierra y otros materiales para evitar la emisión de gases tóxicos al momento de descomponerse la basura, según Freshkills Park Alliance, socio de Nueva York en el desarrollo del lugar verde.
Este año hubo un avance científico fundamental para la obtención de material genético, según dio a conocer el jefe de los forenses de la ciudad de Nueva York. La nueva técnica consiste en introducir fragmentos de hueso en un recipiente especial que contiene nitrógeno líquido para volverlos más frágiles y poder pulverizarlos. Cuanto más el hueso pueda ser pulverizado, mayores probabilidades hay de que pueda extraerse de él ADN para el reconocimiento. (La Nación)