10:00 Los jóvenes integran los directorios de una veintena de empresas. Según el padre, no tomaban decisiones.
Por: Lucía Salinas
Para dar respaldo al planteo de sus hijos, ante la Justicia Cristóbal López buscó desligarlos de las acusaciones por lavado de dinero en una causa donde se investigan maniobras entre el empresario K y el socio de los Kirchner, Osvaldo Sanfelice.
Los hijos de Cristóbal López se presentaron ante el juez Julián Ercolini en el marco de la causa Agosto SA, la empresa de Sanfelice que tuvo como único cliente al dueño del Grupo Indalo y facturó $ 39 millones.
Cristóbal Nazareno y Emiliano López, de 32 y 30 años, hace más de 8 años integran el directorio de una veintena de empresas de su padre, como presidentes, directores titulares o suplentes.
Buscando evitar que sus hijos sean procesados por lavado de activos, Cristóbal López declaró ante Ercolini. Presentó un escrito donde, según pudo saber Clarín, aseguró que Cristóbal Nazareno y Emiliano “no tomaban decisiones en las empresas “, y que todo era decidido por él. Incluso dio a entender que sus hijos rara vez tenían conocimiento de las medidas adoptadas en las firmas donde ocupaban cargos directivos.
El mayor de los hijos del empresario K, es el que menos vinculación tiene con las empresas, mientras Emiliano administra los campos y es un conocido corredor del TC en la Patagonia, con auto auspiciado por C5N y Oil Combustibles.
La Justicia sospecha que parte de los $ 8.000 millones que Cristóbal López no pagó al Fisco -correspondientes a la retención del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) que Oil Combustibles hacía a sus clientes- se derivaron a Agosto SA, empresa de Sanfelice, amigo, empleado y socio del dueño de Indalo. El negocio no fue azaroso: “Es un intermediario en el manejo de la relación comercial con los Kirchner”, indicó el juez.
Cristóbal López y Fabián De Sousa se encuentran presos acusados por defraudar al Estado al no pagar a la AFIP $ 8.000 millones ($17.042.509.692 a valor actualizado) correspondientes al Impuesto a los Combustibles.
Según determinó el fiscal Pollicita, esa causa constituye “el delito precedente de la maniobra” que se investiga en la causa conocida como Agosto SA. Es decir, a los fondos obtenidos de la defraudación a la administración pública pergeñada, se los dirigió en parte la empresa de Sanfelice.
En este caso puntual, se involucra la intervención de tres sociedades del grupo Indalo -Oil M&S SA, CPC SA y Alcalis de la Patagonia SAIC-, y de la firma Agosto SA (de Osvaldo Sanfelice); a través de las cuales “se habría puesto en circulación una porción del dinero ilegítimamente obtenido mediante la defraudación a la AFIP ocurrida durante el período comprendido entre mayo de 2013 a agosto de 2015”.
La Justicia sostiene que hubo una “clara maniobra de lavado de activos”, que comenzaba con las “ganancias ilícitas obtenidas por el Grupo Indalo”. Después, se desarrolló “un mecanismo para el reciclaje de una porción de esas ganancias ilícitas”: el dinero primero circulaba en el grupo Indalo como “préstamos” y después se contrataba a Agosto SA.
Así, los fondos podrían “llegar a manos de una persona que integraba el entorno de los ex presidentes con la apariencia de haber sido obtenidas en forma lícita, es decir, como parte del sistema económico legal”.
De los informes realizados por la AFIP surge: que en el año 2013, Oil Combustibles SA transfirió $27.526.587 a CPC SA y $388.530.009 a Oil M&S SA; que en el año 2014 esos montos ascendieron a $58.089.486 y $182.295.451, respectivamente; en 2015 fueron de $49.997.029 y $192.006.360; y, por último, en 2016, Oil M&S SA recibió $34.057.561 de aquella.
Los únicos clientes de Agosto SA (dedicada al alquiler de maquinaria) fueron las tres firmas de Indalo desde agosto de 2013. La facturación electrónica de la firma entre octubre de 2013 y agosto de 2016, alcanzó a 38.695.072 pesos.
En la AFIP, la empresa declaró dedicarse al “alquiler de equipo de transporte NCP sin conductor ni operarios”, y como actividades secundarias “. Lo que despertó sospechas es que Agosto SA realizó operaciones por montos elevados sólo con firmas de Cristóbal López. (Clarín)