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A confesión de parte, relevo de pruebas. Así planteó Anglo Gold el cierre de mina en Cerro Vanguardia

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14:30 – Ya está el hecho consumado. A la provincia de Santa Cruz y particularmente a sus habitantes que en nada o en muy poco se han visto favorecido desde 1998 hasta hoy, año 2019, les llegó la hora de presenciar la partida de un gigante internacional minero, la empresa canadiense Anglo Gold, que como la metáfora de la novia abandonada, parte hacia rumbos en los que pueda encontrar, no más amor, sino mejor ley y mayores condiciones de explotabilidad de oro y plata, con la mínima inversión posible. Aquí deja el recuerdo de los buenos tiempos y más que el corazón roto, la tierra contaminada transformada en páramo, con el consiguiente impacto socio ambiental que nadie reclama.

El 18, 19 y 20 de febrero de este año, se realizó sin que mucha gente estuviera advertida, el denominado “Talleres Cierre de minas y evaluación de impacto Ambiental y Social”, una suerte de “balance edulcorado” de muchas cosas que debieran hacer, muchas que jamás harán y otras que solo están para cumplir con “las formas”, contando con la complicidad del gobierno provincial y nacional, que lejos están de reclamar el cumplimiento de sus obligaciones a las multinacionales y muchos menos de controlarlas en “el día después”, es decir cuando cerraron, demolieron todo y se fueron del país o la provincia.

El extenso documento explica y despliega un “Cronograma de cierre” donde están “propuestas” las acciones en un lapso de varios años antes y después de la finalización de las operaciones mineras, es decir, que literalmente dicho cronograma ha comenzado en esta etapa. “Antes del cierre de las actividades mineras y de la excavación, será posible cerrar un alto porcentaje de las escombreras y pits (construcción de bermas, cierre de caminos, perfilado y revegetación platos), dice expresa y confusamente el documento, dejando entrever que no se cerrarán “todos los pits” (enormes agujeros a cielo abierto que permanecerán allí por la eternidad) y no enumera cuántos de los abiertos en todos los años de laboreo serán “cerrados”.

Inmediatamente, después de finalizar la actividad minera, habrá un período de procesamiento del último mineral extraído. Durante este período será posible desmantelar progresivamente las instalaciones cuando éstas dejen de ser necesarias. Una vez que se haya finalizado la explotación minera se podrán desmantelar las instalaciones de explosivos y cuando se haya terminado de procesar el mineral restante, se podrá desmantelar la Planta” indica el cronograma

A continuación expresa “El Dique de Colas podrá dejarse para su secado y colocación progresiva de la cubierta de material estéril. Al mismo tiempo, las instalaciones restantes de la mina podrán ser desmanteladas y/o retiradas. Las piscinas deberán ser desmanteladas al final del cierre, ya que serán utilizadas como piscinas de evaporación de las soluciones generadas durante la eliminación de las estructuras del sitio”. En este punto, claro está, nadie se ocupa en explicar el nivel de contaminación del ambiente que tendrá ese material  compuesto por soluciones tóxicas, las cuales se hacen mucho más tóxicas en la medida que van secándose y evaporándose en el ambiente natural, precipitándose muchos de esos desechos, con las lluvias o arrastradas por los vientos.

En las etapas finales de la mina – instruye el documento –  se deberán bloquear los caminos de acceso seleccionados al interior de la misma y se deberán instalar controles de agua para la configuración de cierre de la mina”.

Una fuente que estuvo vinculado varios años a un gremio minero, aseguró “De todo esto se incumple casi todo. Tené en cuenta que un cierre hecho como debiera ser es una fortuna que la minera no está dispuesta a perder, mucho más cuando ya no le interesa trabajar aquí porque dejó de ser rentable”. En esta mismo sentido sostuvo que ninguno de los pits que se ven desde el espacio exterior, serán “rellenados”Eso sería más caro que todo lo que se llevaron en estos años desde el año 1988 que están trabajado. Esto termina con los enormes pozos abiertos de por vida, llenándose de agua que viene de las napas freáticas con lo cual queda todo contaminado e inservible”, concluyó.

Cierre programado

El llamado “Cierre de mina” incluye Infraestructura, Instalaciones auxiliares y Servicios, distribuidos en Caminos (190 kms de camino principal, 97 kms de secundarios y 43 kms de huellas), Sistemas de comunicación, Edificios de Administración, Oficinas, Campamentos, Depósitos, Talleres, Estación de combustible y lubricantes, Cancha de nitratos, Polvorín, Sistemas de Gestión de Agua, Sistema de Suministro de Energía, Planta de Tratamiento de Efluentes Cloacales, Sistema de manejo de residuos sólidos, Administración de productos químicos

El programa tiene para cerrar 14 minas subterráneas y 20 chimeneas al exterior, 71 escombreras con1.413 hectáreas totales; 36 Ha de Pila de lixiviación, 3 Ha. de piletas de procesos y 3 Ha. correspondiente al sector Trituración y Aglomeración. También figuran como blanco de remediación de cierre 110 Has de superficie que ocupa el Dique de Colas.

EL relleno “de algunos pits”, tal figura en el documento, se hará con material estéril de las escombreras, consistentes en disposición de Control de accesos, berma perimetral y Señalizaciones. Asimismo para el Cierre de caminos de acceso, se proponen las siguientes acciones: Estabilidad física, Establecimiento de una franja de falla y Manejo de agua. En total son 87 pits que ocupan una extensión de 507 hectáreas.

La permanencia de los “pits”, no solo implica un riesgo permanente de contaminación ambiental a lo largo de la vida, sino, un gran riesgo para la seguridad de las personas, por cuanto esos enormes fosos de hasta 100 metros de profundidad, contendrá por siempre en su interior, aguas tóxicas, desechos diseminados sobre el terreno, etc, lo cual pone potencialmente en peligro a cualquiera que eventualmente se ponga en contacto con los mismos. Esto se encuentra plenamente reconocido en el “Cronograma de Cierre de Mina”, a tal punto que entre los riesgos calculados, figuran: Riesgos de contaminación ambiental asociados a la generación de agua ácida en el interior de los pits y Riesgos físicos asociados al acceso no autorizado o inadvertido de personas y fauna al interior de cada pit.

Como mejor acción para prevenir esto, Anglo Gold Ashanti y Fomicruz (tal lo redactado en el informe oficial) asumen la “responsabilidad” de accionar con las siguientes acciones: instalar bermas, cartelería, cierre de caminos; Estabilidad física: estudio “franja de falla”; Manejo de aguas: nivelación superficial en pitrellenados, estudio hidrogeológico (Artoisen curso) y Estabilidad química: evaluación de la calidad del agua de los pits.

Nuestra fuente fue lapidaria al respecto. “En una provincia donde nunca se controló nada ¿Alguien piensa que esto se va a controlar una vez que la minera se haya ido?. De ninguna manera, sin embargo, hay presupuestos acordados para esto e inclusive organizaciones mundiales apoyan financieramente estos emprendimientos de remediación; con lo cual me animaría a decir que aquí habrá otros buenos negocios para muchos, después que el oro se termine”, adelantó.

Al igual que pasa con los pits, las galerías de minas subterráneas está previsto llenarlas con esteril o inundarlas con aguas subterráneas, una vez finalizado el bombeo. De estas minas subterráneas, las que se encuentran en los pits consideran que “no revisten problemas para la seguridad”, en tanto aquellas cuyas vías de ingreso que no estén selladas durante las operaciones, deberán resguardarse con medidas similares a la de los pits, carteles demarcatorios, vallas perimetrales hechas de motículos, etc, nada que no pueda ser transgredido por una persona.

Escombreras

En el caso de las escombreras, el “Cronograma de cierre” las considera con el máximo potencial contaminantes y admite la posibilidad de producir riesgos geoquímicos, riesgos relacionados con la seguridad y riesgos de contaminación de agua superficial, entre los que resalta el estudio.

Para reducir estos impactos y/o detectar o prevenir los mismos en el primer caso propone “Estudios adicionales de laboratorio y/o campo, para lograr una mejor caracterización” (¿?) en el segundo insiste con la cartelería las bermas (moticulos perimetrales), cierre de caminos, etc y una serie de datos técnicos de dudosa aplicación y/o control, bajo el nombre genérico de “Estabilidad física”. En el último caso (contaminación de agua superficial) propone “construcción de canales interceptores de la escorrentía superficial; evitar formación de lagunas al pie de las escombreras”.

Pilas de lixiviación

Con respecto a las “Pilas”, recordemos que son acumulaciones de material mineralizado que se va depositando en una especie de terraplén o “meseta” que puede tener hasta 10 metros de altura, levemente inclinadas para permitir el escurrimiento y captación de las soluciones químicas, entre ellas el cianuro, altamente contaminante y tóxico. Estas pilas, se riegan con ácido sulfúrico para extraer el cobre de los minerales oxidados o cianuro para el oro, la palta y el zinc. Este procedimiento de lixiviación es el más barato pero el más contaminante, prohibido en los países más avanzado del mundo. Y es el usado por todas las mineras en Santa Cruz.

Como dijimos, de estas “Pilas de lixiviación”  en Cerro Vanguardia hay 36 hectáreas y 3 hectáreas más otras 3 has de terreno que ocupa el sector de “Trituración y aglomeración”. Nada de eso se va a sacar y sanear por parte de Anglo Gold Ashanti y Fomicruz. El trabajo que se prevé en el Cierre de mina establece las siguientes condiciones: Lavado y re-perfilado, Drenaje, Colocación de cobertura y Monitoreo.

La idea (y lo que harán con el consentimiento de la provincia), entre las denominadas “Alternativas de cierre 1”, es no realizar cambios en la forma constructiva de la pila, de manera que todo el material dispuesto sobre ella quede sobre la superficie impermeabilizada.

Luego está previsto (como en los demás casos) construcción de una berma perimetral (un cerco de tierra), para impedir el desplazamiento de material por fuera del pady y destaca (entre otras acciones) “En la medida de lo posible, se adoptarían acciones para comenzar los procesos de revegetación”.

El Cronograma sugiere una segunda alternativa de cierre y allí expresa “En caso de que los análisis de riesgo al momento del fin de la operación sugieran incrementar la estabilidad física, podría ser el reperfilado de los taludes hasta una configuración final más estable, la que podría ser lograda mediante la disminución del ángulo de los taludes globales estableciendo una superficie de drenaje positivo hacia afuera de la instalación. Es importante mencionar que, estas medidas deben ser verificadas mediante la evaluación geotécnica de estabilidad de largo plazo al momento del cierre”.

Un dato importantísimo son las consideraciones que hace sobre el drenaje que producirán estas pilas de lixiviación después que dejen de funcionar como tales para “quitar” todo los tóxico que contienen en su interior. Esto será de 5 años después del cierre de mina. “El sistema de drenaje y las piletas se mantendrán operativas por lo menos 5 años después del cierre de la operación minera. Una vez alcanzada la calidad de efluente determinada, se detendrá el lavado y comenzará el drenaje natural de la pila. La colección de drenajes se realizará en las piletas del sector, donde serán monitoreados, y en función de su calidad se determinará donde descargarlos”.

Para tales trabajos, como máximo cuidado del ambiente prevén la colocación de una cobertura de material estéril sobre la pila, de aproximadamente 30 cms de espesor para evitar la erosión causada por los vientos de la región y comprometen el monitoreo del aire en las zonas aledañas a las pilas, precisamente por lo que decíamos anteriormente, el volado de las partículas tóxicas, debido a los fuertes vientos de la zona.

El otro gran “regalo”

Otro de los factores altamente contaminantes, tanto como las pilas de lixiviación son los denominados “Dique de colas” cuyo principal objetivo es almacenar los sólidos remanentes del tratamiento del mineral por la planta concentradora, lo cual resume todos los tóxicos y contaminantes que se usa en el proceso y es una de las principales causas de contaminación de los suelos, dado que cuando se rompe la malla geotérmica (si es que la posee), ese remanente consolidado de los afluentes tóxicos, penetran en la tierra y contaminan los acuíferos.

En el caso de Cerro Vanguardia el Dique de Colas ocupa nada menos que 110 hectáreas de superficie y como en el resto de los lugares que permanecerán “cerrados”, el Cronograma de Cerro Vanguardia prevé medidas físicas como “Control de acceso”, bermas, señalización, nivelación y perfilado, estabilidad

Bloqueo de accesos (bermas), Estabilidad geoquímica, Monitoreo de aguas subterráneas, desmantelamiento de las obras y verificación de la estabilidad del muro. Todas cuestiones que se repiten invariablemente en cada paso del cierre, pero que, teniendo en cuenta la desidia, el abandono y la falta de compromiso de las autoridades provinciales con el ambiente y la nula exigencia a los pooles financieros internacionales, nadie cree que se van a cumplir a conciencia.

Tan riesgosa a futuro es la existencia de estos “Dique de Colas” que el mismo Cronograma de cierre considera la misma fundamental si colapsa el muro del depósito. Es decir, lo que hará la minera es “rodear” el dique de colas con una pared de material estéril (berma) y ahí quedará todo, bajo lo que se supone será un “control permanente” que pocos creen se prolongue en el tiempo. Con lo cual, si ese “muro” colapsa o la malla inferior del dique se rompe, el desastre ambiental es imparable y de magnitudes que nadie explica ni calcula.

La frutilla del postre en este documento que es verdaderamente un glosario de cuestiones establecidas allí para “guardar las formas”, es leer los considerandos del denominado “Plan de rehabilitación”, es decir, aquella actividad que se dispondrá en el lugar, para volver a “la normalidad” el lugar impactado por la megaminería.

Esto, claramente es de una ambigüedad supina, pero es importante leer el modo en que usan la falacia, usufructuando esa misma ambigüedad, para esconder lo que jamás dirían cuando buscan asentarse en un lugar para comenzar el laboreo del suelo. Indica el último párrafo:

La minería constituye una actividad productiva de uso transitorio del suelo, por lo que debe integrarse o continuarse, con otras formas de uso del suelo”, he aquí uno de los puntos fundamentales que se advierten en esta actividad. Esta transitoriedad, debería hacer que la sociedad (no solo el gobierno) les reclame mayor preocupación a las empresas mineras. La Megaminería, reduce todo a cero, en este aspecto, por el irremediable y profundo impacto que produce, desde el visual hasta el contaminante.

Luego continúa diciendo “La rehabilitación debe orientarse hacia un uso de suelo post-operacional para el área en cuestión, el cual debe estar claramente definido, pudiéndose considerar la posibilidad de que los distintos componentes de la mina (pits, escombreras, dique de colas, campamento, oficinas, planta de procesos, caminos, etc.) tengan diferentes usos de suelo post-operacionales”, una falacia en si misma que se contradice puntualmente con aquellas acciones desplegadas en el denominado “Cierre de mina”. Pues propone considerar a los pits, escombreras, dique de colas, campamentos, oficinas, plantas de procesos, caminos para “diferentes usos del suelo post operaciones”, cuando se cansa de repetir las medidas de seguridad tendientes a impedir que cualquiera se arrime a estos sectores (pits, caminos, escombreras, pilas, dique de colas, etc) por el altísimo riesgo de contaminación que poseen y con respecto a las plantas de procesos, campamentos, etc, en el texto dice que serán demolidas, por lo tanto mal puede ser “utilizadas después del cierre” y en todo caso sería bueno que alguien dijera qué se podría hacer con instalaciones de ese tipo en medio de la nada, con un paisaje extraordinariamente destruido.

Conclusión (espacio de reflexión)

Como verá el lector, lo que tantas veces dijimos desde nuestro espacio se cumple inexorablemente. Las mineras en complicidad con los gobiernos nacionales y provinciales, cumplen su objetivo y después que ya no tienen más interés económico en la provincia, se van y dejan para la posteridad (léase hijos, nietos, bisnietos y tartaranietos) la peor contaminación y destrucción del terreno que heredarán decenas de generaciones futuras.

Creer que el actual gobierno provincial “controlaráes un chiste. Seguramente alrededor de esa excusa, se manejen millones de pesos proveniente de bancos mundiales que ayudan a remediar estos impactos, tal vez se empleen y justifiquen gastos de todo tipo, por parte de Fomicruz o a través de ellos, pero nadie en Santa Cruz podrá ver (al menos no en ésta generación) el verdadero desastre que han dejado. Lamentablemente el “conflicto ambiental” es un proceso tan lento que atraviesa una o dos generaciones hasta que aparece (ejemplo: el calentamiento global) como “un verdadero problema”, que es cuando las consecuencias irremediables de esta desidia, se empiezan a visibilizar en enfermedades variadas, intoxicaciones, aguas contaminadas que nutren a poblaciones, desertificaciones, afloramiento de químicos, muerte de pastizales, contaminación de ríos, etc.

Por eso es tan importante la voz del pueblo, el compromiso social de todos en el momento en que arrecian los intereses para afincarse en la provincia buscando el oro y la palta que se llevan con un mínimo costo para ellos y uno enorme para los habitantes de Santa Cruz. El silencio, es el peor enemigo de los pueblos y permite que estas cosas pasen y ya nada se puede hacer sobre los hechos consumados. Éste de Cerro Vanguardia en su fase de cierre, es un hecho consumado.

Parece que a este nuestro pueblo, al igual del personaje de Poe, lo ha invadido la irremediable cobardía de no abrir los ojos, no tanto por esquivar la visión de horribles cosas cuanto por el fundado temor de no ver nada” dijo Jorge Eliécer Gaitán, político y abogado colombiano, alcalde de Bogotá en 1936, quien fue asesinado al oponerse a la corrupción de los ´40. Éste político, estaba consciente de que su lucha era estéril si detrás no había un pueblo que en vez de taparse los ojos para no ver, le hiciera frente a los hechos con contundencia y desafío.

El paralelismo no es casual. Santa Cruz ha permitido y permite que cualquier haga cualquier cosa y esto no es un problema de los gobiernos y las mineras; ellos hacen lo que saben, les conviene y les permiten. Todo lo demás, es nuestra responsabilidad y de esa responsabilidad, la mayoría de la sociedad santacruceña está al margen o no le importa. Las consecuencias, están a al vista. (Agencia OPI Santa Cruz)

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