Vuelven a quitarle poder a Rosenkrantz y crece la disputa en la Corte

07:20 – En un nuevo capítulo de la pelea en la Corte Suprema de Justicia, tres jueces del máximo tribunal le quitaron a su presidente, Carlos Rosenkrantz, el manejo del Centro de Información Judicial (CIJ), el sitio web donde se publican los fallos judiciales. La decisión es una nueva evidencia del cisma en el máximo tribunal, donde el trío integrado por los jueces Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti sigue limando el poder de Rosenkrantz como presidente de la Corte Suprema.

Por: Hernán Cappiello 

Rosenkrantz inauguró el 19 de marzo pasado el año judicial con un discurso de una fuerte autocrítica hacia el Poder Judicial y advirtió sobre la pérdida de confianza de los tribunales de cara a la sociedad. Intencionalmente, la mayoría de los jueces federales de Comodoro Py faltaron a ese acto.

El discurso de Rosenkrantz, que no consultó con sus pares ni circuló entre sus colegas antes de pronunciarlo, provocó la reacción de Lorenzetti, Maqueda y Rosatti, que decidieron avanzar otra vez sobre las facultades del presidente para quitarle el control del CIJ.

En el Centro de Información Judicial se publican los fallos de las cámaras federales de todo el país, las sentencias de la Corte y la información institucional del tribunal.

Antes se difundían las sentencias de los jueces federales de Comodoro Py, pero con la llegada de Rosenkrantz dejaron de publicarse.

Como si se tratara de una maniobra de desgaste, toque a toque, no sería extraño que Rosatti, Maqueda y Lorenzetti propongan la semana próxima votar nuevamente el cargo de presidente. Pero la perspectiva todavía es improbable: Maqueda no está dispuesto a interrumpir el mandato del presidente de la Corte antes de que finalice.

De todos modos, Rosenkrantz les dijo a sus colaboradores que no piensa renunciar y que resistirá en su cargo los embates del tridente judicial. El Gobierno, preocupado por estos roces, mira desde afuera y estima que el agua no llegará al río.

Sin embargo, Elisa Carrió calificó la decisión de “golpe de Estado al presidente de la Corte” y anticipó que presentará una denuncia “en el marco de la OEA”.

En lo formal, lo que se decidió ayer es que el Centro de Información Judicial ya no dependerá del presidente, sino del pleno de la Corte. Y se creó una estructura paralela denominada Dirección de Comunicación Pública, que depende de la Secretaría de Desarrollo Institucional de la Corte.

Tras sacarle el control a Rosenkrantz del CIJ, se lo devolvieron a la Corte, pero lo dejaron en la órbita de Lorenzetti, quien había creado la web durante su presidencia. El trío de jueces puso al frente de la Dirección de Comunicación Judicial que maneja el sitio web a Pablo Méndez, un funcionario de la gestión de María Bourdin, que estaba a cargo del CIJ y de las relaciones con la prensa cuando Lorezentti era presidente.

Cerca del trío de jueces argumentan que lo ocurrió no es que le sacaron poder al presidente, sino que el CIJ volvió al plano de los jueces, de modo de tener una gestión colegiada de la comunicación. Los mismos voceros aseguraban que es solo una de las reformas que se avecinan en busca de un gobierno repartido en la Corte.

En tanto, Ariel Neuman, designado por Rosenkrantz, seguirá en la Dirección de Comunicación y reportará al secretario Valentín Thury Cornejo, un hombre de confianza de Rosenkrantz .

El antecedente

La primera medida de los tres jueces para recortar el poder de Rosenkrantz fue tomada a fines del año pasado cuando el trío de Lorenzetti, Maqueda y Rosatti decidió que las decisiones administrativas de la Corte Suprema iban a dejar de estar en manos del presidente y establecieron que debían contar con tres firmas.

Así le quitaron poder de contratación de nuevos empleados y de compra. Durante todos los años de la presidencia de Lorenzetti, estas facultades habían estado en sus manos. Cuando se fue de la presidencia, se las quitaron al nuevo titular de la Corte Suprema.

Ahora, también con estas tres firmas, le sacaron el control del CIJ, que es un espacio clave para controlar la difusión de las decisiones de la Justicia.

Rosenkrantz llegó a la presidencia de la Corte el año pasado en una jugada sorpresiva, en la que Horacio Rosatti le dio su apoyo y se sumó Elena Highton de Nolasco, impulsada por Elisa Carrió.

La suma de estas tres voluntades desplazó a Lorenzetti de la presidencia de la Corte, en una gestión caracterizada su personalismo y centralizada en la toma de decisiones.

Rosenkrantz, juez que llegó a la Corte propuesto por Mauricio Macri, proveniente del mundo del derecho ligado a las grandes empresas y a la academia, se encontró con que quienes lo habían apoyado ahora le daban la espalda.

Rosatti se realineó con Lorezentti y Maqueda y al mes de asumir Rosenkrantz empezaron a minar su poder. Las quejas eran por su personalismo en la gestión de la Corte. La primera pelea pública fue justamente por el Centro de Información Judicial. Rosenkrantz había firmado una resolución en la que acusaba a Lorenzetti de haberle vaciado el CIJ y haber puesto en riesgo su continuidad. Lorenzetti le contestó que estaba “sorprendido” por “semejante mediocridad”; dijo que Rosenkrantz pretendía “privatizar” el CIJ y lo acusó de amenazas y prácticas autoritarias, reñidas con la “política de género” y de “protección de la mujer” promovidas desde la Corte. Esta insólita pelea pública entre jueces de la Corte llegó a su fin cuando los cinco bajaron el tono y crearon esta Secretaria de Desarrollo Institucional. Ayer, el conflicto volvió a resurgir. (La Nación)

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