“Venimos de años sin escucharnos y eso también es parte del cambio”, sostuvo la gobernadora bonaerense ante empresarios y políticos. También destacó logros de su gestión.
Por: Santiago Fioriti
Tema sensible, la grieta. María Eugenia Vidal se guardó una sorpresa para la inauguración del 55 Coloquio de IDEA, que podría ser el último al que asistiría como gobernadora, y movilizó al mundo empresario al anunciar que, si el domingo 27 se revierte el resultado electoral, el nuevo Gobierno deberá hacer eje en terminar con la visión de los argentinos.
Hasta ahora, el macrismo se había nutrido de esa grieta -al igual que el kirchnerismo- para potenciar sus chances electorales. También fue un antídoto para los momentos difíciles de la gestión. Las primarias barrieron definitivamente con esa estrategia. Vidal habló en Mar del Plata durante 25 minutos. En ningún momento dedicó una referencia directa a sus rivales.
“Venimos de años de no escucharnos y de grietas. Y eso también es parte del cambio. El futuro es sin grieta”, dijo casi sobre el cierre de su presentación. Pareció un mensaje hacia afuera, pero a la vez hacia adentro de Juntos por el Cambio, donde aún existen sectores muy duros que plantean una postura intransigente frente a la fuerza que comanda Cristina Kirchner.
Una platea de unos mil ejecutivos la escuchó y ensayó aplausos. Vidal estuvo acompañada por su jefe de Gabinete, Federico Salvai y funcionarios muy cercanos como Fabián Perechodnik, Gustavo Ferrari y Mariano Mohadeb. La fórmula presidencial de Consenso Federal que integran Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey llegó temprano, aunque solo el gobernador de Salta se quedó a escuchar a Vidal.
“Después de las elecciones de agosto todos hicimos una autocrítica y asumimos el desafío de escuchar y corregir lo que haya que corregir. En eso estamos trabajando y por eso estamos trabajando”, sostuvo Vidal.
Durante tres días de deliberaciones, en IDEA se intentará contribuir a la discusión pública y a la ejecución de propuestas concretas para el desarrollo económico, la calidad institucional y la integración social del país. “A mis hechos”, es el nombre que pusieron para este año. Vidal lo celebró: “A mí me gusta hablar de hechos”, dijo, y empezó a enumerar los logros de su gestión que, dijo, contrastan con el simple relato que la precedió en su tarea.
“Cuando arrancamos a gobernar en 2015, todos los días eran críticos. Por donde uno mirara había urgencias. Las guardias de los hospitales sin insumos, los policías sin chalecos, las obras de inundaciones estaban paradas o no se habían iniciado. Y ante esta situación, decidimos dos prioridades: estar y hacer”, dijo.
“Como empezamos con lo urgente, hoy tenemos SAME en la Provincia, ese SAME que solo parecía de la Ciudad hoy alcanza a 13 millones de bonaerenses. Hoy puedo decir que todas las guardias de los hospitales públicos fueron hechas a nuevo”, sostuvo.
Aunque se trata, sin dudas, de un Coloquio distinto al de los últimos años. Está abordado por incógnitas. Las PASO alteraron a la organización. La agenda, también: se pasó de esperar a Mauricio Macri como candidato serio a la reelección a intentar negociar para que viniera Alberto Fernández. Pero el candidato kirchnerista avisó que no contaran con él. En 2015 sí habían venido Daniel Scioli y Sergio Massa, además de Macri.
No es que todos los empresarios celebren la administración actual, de hecho en las primeras horas se escucharon críticas en varios aspectos, pero se descuenta que la mayoría hubiera preferido su continuidad, aun pese a la crisis económica.
Macri tampoco llegará al hotel Sheraton, como estaba previsto. Los organizadores se tendrán que conformar con una charla por videoconferencia. “El Presidente está concentrado en el acto del Obelisco”, confiaron a Clarín en el entorno presidencial. El acto y el segundo debate, en la UBA, definirán los últimos pasos del oficialismo. Marcos Peña y Jaime Durán Barba, los cerebros de la estrategia, no sacan la mira de allí. Sueñan con el milagro.
Ante la ausencia de Macri, Vidal pasó a ser la figura de IDEA, donde en las próximas horas vendrán sus pares de la oposición. La mandataria basó su discurso en tres ejes: cómo recibió la provincia, qué hizo durante su mandato y qué haría si es reelecta, una posibilidad que en su propio equipo ya dan prácticamente descartada frente a la enorme distancia que obtuvo Axel Kicillof en la contienda de agosto. Vidal, sin embargo, no se privó de elogiar a Guillermo Montenegro, su candidato a intendente marplatense, que tiene una difícil pelea con la diputada Fernanda Raverta, delfín de La Cámpora. (Clarín)