Estiman que el proceso podría durar hasta cinco años si se mantiene el ritmo de demoras; esta paralizado desde hace 50 días por la pandemia; el fiscal Luciani intenta reactivarlo
Por: Hernán Cappiello
A casi un año de su inicio, y cuando busca continuar por videoconferencia tras 50 días de parálisis, el juicio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner por presunta corrupción con las obras públicas santacruceñas avanzó hasta ahora con la declaración de los acusados y de solo seis testigos , por lo que los abogados defensores dicen que, si sigue así, el proceso insumirá al menos cinco años.
El ritmo se debe a que las audiencias se realizan una vez a la semana porque los jueces del Tribunal Oral Federal Nº 2 Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso tienen una agenda cargada con otros juicios. En el caso de Basso, como es suplente en este tribunal, tiene los juicios de su propio tribunal oral, que incluyen narcotráfico, robos, secuestros y otros fraudes al Estado.
Y para colmo el juicio está parado desde hace 50 días a raíz de la pandemia por coronavirus, justo cuando iba a prestar declaración testimonial Javier Iguacel, exministro de Juntos por el Cambio y uno de los artífices de las denuncias contra Cristina Kirchner por corrupción en la causa de la obra pública.
En este expediente la vicepresidenta está acusada de haber liderado una asociación ilícita que direccionó obras públicas para favorecer a Austral Construcciones, empresa constructora de Lázaro Báez, que es uno de los acusados en el juicio junto con Julio De Vido, José López y Carlos Kirchner, entre otros exfuncionarios del kirchnerismo. En total son 14 acusados y los jueces del tribunal oral le pidieron al Consejo de la Magistratura que les dijera si cuenta con una plataforma digital para hacer el juicio de manera virtual con todos los abogados, los acusados, los fiscales, los jueces y sus secretarios. Una alternativa que barajan es que el juicio sea mixto (mitad virtual, mitad presencial) con los testigos, jueces y fiscales en la sala de audiencias y los abogados en sus casas.
Aun si el juicio pudiera reiniciarse de manera digital, siempre están pendiendo sobre todo el proceso los recursos que presentó Cristina Kirchner ante la Corte Suprema. Son nueve recursos que si la Corte se abocara a resolver podrían tener efectos múltiples sobre el juicio: desde fulminarlo con una nulidad, suspenderlo o incluso permitir que avance mientras se disponen nuevas medidas de prueba. La Corte no tiene plazos.
El juicio comenzó el 21 de mayo de 2019 con sobresaltos, porque justamente la Corte haba pedido días antes el expediente, en lo que se interpretó que era una maniobra para evitar su inicio. Los jueces del tribunal oral siguieron adelante con la convocatoria del juicio y la Corte sacó copias y devolvió la causa justo 24 horas antes del inicio.
En este año que lleva de iniciado el juicio hubo 25 audiencias los lunes. Solo la lectura del auto de elevación a juicio llevó más de un mes (cinco audiencias), y en el mes siguiente (cuatro audiencias) se trataron las que se denominan “cuestiones preliminares”, donde los abogados plantean objeciones previas que fueron resueltas en la audiencia siguiente.
A continuación, tuvieron lugar las declaraciones indagatorias de los acusados, que insumieron nueve audiencias, es decir, dos meses. Allí pudo declarar durante todo un día Cristina Kirchner, que desconoció la autoridad de los jueces para juzgarla, al sostener que la historia a ella ya la había absuelto y que este tribunal era parte del “lawfare”.
Luego empezaron a declarar los testigos. Solo hubo tiempo por ahora para el bloque de los denunciantes. Ya declararon desde el 16 de diciembre pasado los diputados Juan Carlos Morán, Margarita Stolbizer, Fernando Sánchez y Maria Zuvic, que motorizaron las denuncias junto con la abogada Silvina Martínez. También declaró Ricardo Stoddart, exjefe de Asuntos Jurídicos de Vialidad Nacional.
Los testigos cuya declaración está prevista son 190, por eso los abogados dicen que el juicio duraría cinco años si las audiencias se hicieran una vez por mes. Sin embargo, el fiscal Luciani confía en que el proceso pueda ahora tomar otra dinámica con la declaración de cuatro o cinco testigos por audiencia con declaraciones más breves. (La Nación)
