El presidente advirtió sobre los efectos en la estabilidad cambiaria de las compras de a US$ 200 por persona.
Por: Annabella Quiroga
“Mucha gente que recibe el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) lo convierte en dólares, no para especular sino para que no se deteriore el ingreso”, deslizó el sábado en declaraciones radiales el presidente Alberto Fernández, en momentos en los que dentro y fuera del Gobierno se debatía si se seguiría manteniendo el cupo de compra de hasta US$ 200 por persona y por mes.
Para el presidente, los pequeños ahorristas que compran de a US$ 200 al mes “son un problema”, en un contexto en el que el Banco Central no logra recomponer las reservas y debe salir a vender para abastecer la creciente demanda del mercado.
Al hablar del cupo de los US$ 200, Alberto apuntó directamente contra los titulares del IFE. Son 9 millones de personas que en estos días están cobrando la tercera tanda del bono de $ 10.000. Desde junio estas personas están en la mira del Banco Central, que llegó a analizar prohibirles acceder al cupo mensual de US$ 200. La restricción iría en la misma línea que los requisitos que se aplican para quienes reciben otros beneficios de parte del Estado, como los créditos a tasa 0% para monotributistas.
Pese al análisis, el Central desistió de restringirles a los beneficiarios del IFE el acceso al dólar oficial. Y lo mismo ocurrió con la idea de cerrar por completo el grifo e impedirle a toda la población el accedo al dólar ahorro. El ministro Martín Guzmán hizo valer su criterio y el cupo de US$ 200 se mantiene vigente.
El IFE hecho puré
La escalada del dólar blue en la última semana le dio nuevos aires a una estrategia que se había popularizado al comienzo de la cuarentena: “hacer puré” en el mercado cambiario informal para embolsar más pesos. Esto permite estirar el bono de $ 10.000 del IFE hasta convertirlo, a valores de hoy del blue, en $ 15.600.
La ampliación de la brecha cambiaria agrega incentivos a la estrategia de “hacer puré”: comprar divisas en el mercado oficial a $ 100,7 (el tipo de cambio oficial más el impuesto PAIS del 30%) usando el cupo de US$ 200 y venderlo en el blue a $ 129, la cotización de la punta compradora. Así se destinan $ 20.140 al primer paso y se obtienen $ 25.800 en el segundo. Una “ganancia” de $ 5.600.
Para los beneficiarios del IFE “hacer puré” requiere de varios pasos. Con los $ 10.000 pueden adquirir US$ 99 a una cotización de $ 100,7 y venderlos en el blue a $ 129 para transformarlos en $ 12.770. De ese monto se depositan $ 10.170 para comprar los otros US$ 101 hasta completar el cupo mensual. Con la venta de esos US$ 101 en el blue se obtienen otros $ 13.000. De esta forma los $ 10.000 originales se convierten en $ 15.600.
Para poder llevar adelante esta estrategia, los beneficiarios del IFE deben que contar con una caja de ahorro en dólares, lo que permitiría hacer la operación de compra de divisas por vía digital y luego retirarlos por ventanilla o por los cajeros automáticos que operan con estos billetes verdes. Pero no todos los 9 millones de titulares del IFE tienen este tipo de cuentas. La otra opción es comprar los dólares por ventanilla, pero en este caso el cupo se reduce a US$ 100 al mes.
En los últimos dos meses la bancarización de los tenedores del bono se incrementó: se abrieron unas 3 millones de cuentas gratuitas para cobrar los $ 10.000. Pero no todos los bancos les habilitan también cajas de ahorro en dólares.
Por supuesto, los beneficiarios del IFE no son los únicos que hacen puré. La práctica también está al alcance de todas las personas que tienen cuentas bancarias en dólares o se acercan a las ventanillas de los bancos para usar su cupo mensual. Por eso la operatoria de compra de divisas aumenta mes a mes. En junio habían usado el cupo de US$ 200 3,3 millones de personas y el julio se estima que ese número habría saltado a 4 millones. (Clarín)