
(OPI Chubut) – El sector gastronómico, hotelero y turístico en general vive una de las crisis más profundas al no poder reinsertarse en el circuito económico. Si bien gastronómicos “reman” para poder adaptarse a las nuevas restricciones (horarios limitados, delivery, take away), la hotelería, la venta de pasajes y los vinculados indirectamente, son rubros que no lograron un avance cualitativo.
Chubut tiene una realidad particular al respecto. La explotación turística tiene fuerte desarrollo en la zona noreste, el valle y la costa, y en la cordillera con una marca comarcal que trasciende fronteras. En el discurso “suena bonito” pero en la práctica de este 2020, la quiebra a pisado los talones de la industria.
En Chubut, los afectados son esos sectores, la costeña Puerto Madryn, Puerto Pirámides y en las localidades de la cordillera.
En el sur provincial, el desarrollo turístico es secundario en la zona de Comodoro y Sarmiento. La capital petrolera tiene un sólido sector hotelero pero no vinculado estrictamente al turismo sino al movimiento que genera la industria petrolera. Hoy ese movimiento a cesado por las restricciones impuesta por el COVID y desde la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de la Patagonia Central (AEHGPC) la única esperanza es que se habiliten las fronteras aéreas y terrestres, según expresa la titular de ese organismo, Cristina Galand. “Si el panorama no cambia, se estima que los hoteles podrán sostener sus establecimientos solo hasta 60 días más” graficó Galand con una cifra desalentadora: los hoteles no alcanzan a cubrir ni un 10 por ciento de su capacidad de ocupación. “Los únicos huéspedes que reciben son eventuales trabajadores de empresas, personal sanitario y/o personas que viajan por tratamientos médicos”.
Como expresara en medios gráficos, Galand remarcó que esta crítica situación ha llevado lamentablemente a varios alojamientos a cerrar sus puertas momentáneamente para no seguir generando gastos, sobre todo los que son emprendimientos familiares.
Según el último relevamiento realizado, la caída en las ventas del sector hotelero ha sido entre un 80 y 100 por ciento, en comparación con el mismo período del año 2019 (marzo-septiembre).
Salvavidas
Las alternativas al cierres no fueron tantas pero si difíciles de afrontar. Muchos establecimientos hoteleros han tenido que recurrir a medidas extremas para poder sobrellevar el pago de sueldo, proveedores e impuestos, como reducir la jornada laboral de sus empleados, pedir préstamos a amigos y familiares, acceder al Programa de Asistencia al Trabajo (ATP), a créditos bancarios y al que otorgó la Municipalidad de Comodoro, al Fondo de Auxilio y Capacitación Turística (FACT) lanzado por el Ministerio de Turismo de la Nación.
Para aligerar la carga de un sector casi paralizado, el municipio anunció exenciones impositivas y se espera recibir ahora la ayuda que se establece en la recientemente promulgada Ley Nacional de Sostenimiento y Reactivación Productiva de la Actividad Turística N° 27.563 que abarca, entre otros puntos, fuertes incentivos para quienes compren anticipadamente servicios a ser brindados el año próximo a través del Plan Preventa, moratoria impositiva, un bono vacacional para familias y la extensión del Programa ATP hasta el 31 de diciembre
Para el sector, la proyección a futuro sigue siendo incierta, sin demasiadas expectativas de mejora en el mediano plazo. Se espera que el proyecto Previaje que anunció el Gobierno Nacional reactive un poco el sector, pero es real que hasta que no se habiliten las fronteras aéreas y terrestres y se flexibilicen algunas medidas, la hotelería va a seguir en picada.
El Bolsón se prepara, aun en pandemia
El sector privado fue muy golpeado por la pandemia mundial. Su reactivación s evislumbra lenta y con pronósticos poco alentadores. En la cordillera chubutense los números en cuanto a cierres comerciales no fueron tantos pero si con un cambio de destino en su funcionamiento. Las cabañas de alojamiento temporario ahora se alquilan de modo permanente y eso reduce las plazas para el turismo. Mientras estudian propuestas de desarrollo comarcal (intra ciudades), la expectativa esta puesta en el fluido circular de turistas de toda la patagonia, según indicara Griselda Boyras, de la Cámara de Turismo de Esquel.
Panorama similar se vive en el destino rionegrino mas requerido por chubutenses, El Bolsón. Allí, la directora de Turismo, Sofía Seroff, reconoció que la oferta de cabañas redujo las 8 mil camas de alojamiento turístico que caracterizan a la región, ya que –para no cerrar- fueron puestas en alquileres permanentes.
Desde las cámaras empresariales indicaron que “de poco serviría abrir una temporada limitada a los vecinos cercanos, ya que la realidad nos demuestra que necesitamos la llegada de clientes de toda la Patagonia, que se queden al menos 4 o 5 días, consuman gastronomía y contraten excursiones”.
La funcionaria argumentó que “la reapertura del paralelo 42° es algo que tiene que decidir el gobernador de Chubut, nosotros nada podemos hacer. No obstante, hay que considerar que si bien hay un público que nos visita permanentemente desde Comodoro Rivadavia y la costa atlántica, no podemos olvidar que estamos abarcando otros nichos de mercados emisores, como las ciudades de Neuquén y Río Negro, que desde hace unos 4 años están llegando a nuestro destino y se van posicionando cada vez con más fuerza”.
Acerca de las consultas y expectativas del público de todo el país por llegar al Corredor de los Andes este verano, graficó que “hace un mes lanzamos una encuesta y un concurso, donde los interesados debían llenar varios campos para participar y donde quedó demostrado que somos uno de los destinos turísticos más elegidos, principalmente por personas con domicilio en Buenos Aires, seguido por el Alto Valle de Río Negro y Neuquén”.
En referencia a los protocolos establecidos para los lugares de alojamiento, Seroff dijo que “desde hace unas 3 semanas se está haciendo un relevamiento para saber qué prestadores estarán dispuestos a recibir gente y se comprobó que es ínfima la cantidad de establecimientos que no van a abrir”.
Transporte sin definición
Sobre la reapertura del aeropuerto de San Carlos de Bariloche (el más cercano a El Bolsón, a 130 kilómetros), todavía no hay confirmación, depende de resoluciones que debe tomar el gobierno nacional y está atado a políticas más globales que incluyan otras actividades. Lo mismo ocurre con los transportes terrestres de larga distancia, con fechas que se van corriendo semana tras semana. (Agencia OPI Chubut)