EL LADO “B” DE LA PLANTA DE ÓSMOSIS INVERSA DE CALETA OLIVIA

En los primeros días de este mes de diciembre, el gobierno provincial a través de una cadena de medios pagos, difundió la noticia de que la Planta de Ósmosis Inversa de Caleta Olivia comenzó a funcionar, produciendo agua filtrada de mar en dos módulos que aportan 300 m3/h de agua, señalando que en los próximos días se completaría con el funcionamiento de otros dos módulos más entregando un total de 500 m3/h, para estar plenamente en funciones con entrega del 100% de su capacidad.

Hasta acá parecería haberse logrado un objetivo de máxima en Caleta, ciudad donde el agua es muy escasa y donde ni el gobierno nacional, ni el provincial ni el municipal, han logrado resolver en 30 años de política y en periodos de hasta 12 años en ejes (Nación-Provincia-Municipio) que nunca resolvió el drama de la escasez de agua en las redes domiciliarias, las roturas permanentes del acueducto, la construcción de uno nuevo y los inconvenientes que siempre generaron faltantes de agua por días y semanas a la ciudad del norte de Santa Cruz. Pero hay un lado B de esta obra, que aquí le vamos a contar.

Detrás de la escena

OPI viene trabajando desde hace un tiempo, en el desarrollo que ha tenido la Planta de Ósmosis Inversa de Caleta Olivia y sin ir más lejos en la historia de esta controvertida obra, vamos a comenzar desde el mismo momento en que el gobierno de Mauricio Macri perdió las Pasos y posteriormente las elecciones, porque todo ello tuvo un impacto directo en la decisiones política de suspender la inauguración, terminar la Planta en Caleta Olivia y el momento en que ello ocurriría, precisamente para que dicho acto no cayera en la administración del Radical Facundo Prades, ex intendente de la ciudad.

Para configurar nuestra pequeña investigación recurrimos a dos fuentes básicas: la prensa de aquellos días y una destacada fuente de Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE) que estuvo involucrada en la mayor parte de ese proceso de desarrollo y conoce como pocos de qué forma se llevó a cabo la iniciativa de generar ese proyecto, tanto en épocas donde el municipio estaba a cargo del FPV, como cuando lo administró la oposición y luego, cuando a finales del 2019 volvió a caer en manos de Fernando Cotillo (FPV).

De acuerdo a los datos recabados, la Planta de Ósmosis Inversa de Caleta Olivia ya estaba terminada en un 97% en el mes de diciembre de 2019, pero se estima que la orden de retrasar la puesta en marcha del complejo, fue una decisión estrictamente política para que no fuera capitalizada por Cambiemos, dado que el intendente de entonces había perdido en manos de Cotillo.

En el mes de noviembre 2019, el gobierno emitió un comunicado oficial señalando que debido a un temporal en Puerto Deseado y la caída de un rayo sobre los componentes eléctricos, quemó una plaqueta de la Planta de Ósmosis Inversa de esa localidad  y en ese comunicado se informaba que el entonces presidente de SPSE Lucio Tamburo, le había solicitado a la municipalidad de Caleta Olivia que le facilitara el repuesto de la planta local, el cual sería devuelto ni bien llegara el nuevo a Deseado.

Nuestra fuente en SPSE indicó “La planta de Osmosis en Caleta en el mes de febrero de 2019 fue transferida a la municipalidad, por eso Tamburo se lo tuvo que pedir al municipio y tal como tengo entendido, el entonces intendente Prades (UCR), nunca le mandó la placa que le habían pedido. Fijate que por la Ley 55 para disponer de un bien municipal se debe emitir una Ordenanza, pero nada de eso ocurrió acá.  Tamburo, Michudis, Gleadell y Cia firmaron y se apropiaron de un bien municipal, bajo la tutela del gobierno de la provincia que decide, como decidió en esta oportunidad, poner en marcha en un 50% la planta, para hacer bandera política, porque tal como nos tocó a nosotros tramitarlo, cuando asumió Cotillo le sacaron el componente a la planta de Caleta y se la llevaron a Puerto Deseado. El repuesto no llegó y por ese motivo hace casi un año que la de Caleta está incompleta. Por esto bombean 300 m3 y no 500 m3, que corresponde al 100% del flujo. Como el repuesto no llegó, largaron igual” y agregó “Por eso te digo que al 7 de diciembre de 2019, cuando el anterior intendente se fue, la planta de Ósmosis de Caleta estaba al 97%. Solo faltaba la prueba de trenes y la toma de agua, que es lo que están haciendo ahora pero la podrían haber hecho en noviembre del año pasado y Caleta hace un año que tendría agua desalinizada. Pero hubo dos cuestiones básicas. Una, no dejarle la inauguración a la UCR/Cambiemos y otra sacarle la plaqueta y enviarla para Deseado. El problema es que con los inconvenientes de la importación, el cierre de las fronteras y el transporte, no saben cuándo llegará el insumo y decidieron largarlo a medias, con tal de anotarse el poroto del agua que este verano va a ser tremendo. Y eso fue impulsado por Cotillo, Gleadell y Leo Alvarez”, dijo la fuente.

La historia que nadie cuenta

Como es usual, el kirchnerismo cuenta siempre una parte de la historia y más precisamente la que les conviene. En relación con la planta de Ósmosis Inversa de Caleta Olivia, en las últimas notas difundidas por los funcionarios y algunos periodistas afines, han publicado que se trata de una obra que el macrismo mantuvo inconclusa, pero con un detalle: no dicen por qué. El motivo fue que estaba investigada por sobreprecios y corrupción.

Tal como pudimos corroborar buscando en los archivos periodísticos y en documentación pública que figura en la empresa SPSE, inicialmente la Planta de Ósmosis de Caleta Olivia fue colocada por el kirchnerismo dentro de la Licitación de las obras de Repotenciación del Lago Muster y cuando hicieron el traspaso de Nación al municipio de Caleta Olivia de la Planta y el predio, en el ENOHSA no constaban los planos de la Planta. Dentro del marco licitatorio emitido, tampoco estaban completas las carpetas técnicas y aspectos técnicos especiales del proceso de Ósmosis que debían estar previstos por la empresa Fluence Corp, filial argentina. De acuerdo a los datos recabados, esa información no estaba allí porque en el año 2015, cuando el kirchnerismo perdió las elecciones, se llevaron toda la documentación dado que no correspondía que la Planta de ósmosis figurara como “ampliación” de las obras del Lago Muster, porque pertenecía a otra obra absolutamente individual y distinta. Dentro de esta “confusión” super millonaria, el kircherismo había puesto su mano en la lata, llevando los costos a las nubes y denunciada la corrupción, en épocas macristas, la justicia impuso una investigación que afectó la terminación de la planta de Ósmosis y además la toma de agua también estaba interrumpida porque Vialidad debía romper la ruta 3 que también estaba judicializada; hasta hoy, que volvieron los mismos que iniciaron aquella licitación trucha.

Llegamos, hacemos lo que queremos

Ni bien arribó Fernando Cotillo a la intendencia de Caleta Olivia y Servicios Públicos pudo recomponer su injerencia directa en la Planta, sin que exista explicación alguna sobre las necesidades “técnicas” en la provincia y la comuna, echaron del proyecto de la Planta de Ósmosis al Ingeniero Civil Isaías Kuc y a la ingeniera Química Casandra Quispe, ambos nativos de Caleta Olivia. Los dos profesionales egresaron de la Escuela Industrial Nº 1 de Caleta Federico Mosconi, donde se formaron como maestro mayor de Obras, en el caso de Kuc y la mujer como técnico Químico; ambos nacido y criados en esa ciudad. También ambos se recibieron en universidades de Córdoba: Kuc como Ingeniero Civil en la UNC (Universidad de Córdoba) y Quispe Ingeniera Química de la UTNC(Universidad Teccnológica Nacional de Córdoba).

En lugar de estos profesionales, el gobierno provincial, SPSE y Cotillo, pusieron frente a la obra de la Planta de Ósmosis Inversa a Noel Patt, a quien señalan como “ingeniero” y no lo es.

Noel Patt es un técnico que se desempeñó como Jefe de Obras de la empresa de Cristóbal López, CGC, la misma que Cristina Fernández le dio la terminación de la autovía Caleta-Comodoro y al mejor estilo K, la cobró y nunca la hizo.

CPC también fue la empresa que llevó adelante la construcción de la Planta de Ósmosis Inversa de Puerto Deseado y allí, el señor Noel Patt, fue el encargado técnico de manejar la obra, pero no tiene el título de ingeniero y de hecho en su perfil en las redes sociales tiene como únicos estudios cursados el secundario en el Colegio Salesiano Nuestra Señora de Lujan en Río Gallegos y las mismas fuentes de SPSE, lo señalaron como empleado de esta empresa en algún momento de su vida.

De acuerdo a lo que se difunde en los medios donde se lo llama “Ingeniero Patt”, OPI inició la búsqueda para determinar alguna registración o colegiación y no existe en ningún lugar inscripto como profesional universitario, solo ante la AFIP tiene un registro de monotributista.

De esta manera, con esta gente y con propósitos expresamente políticos, el gobierno de la provincia y el intendente de Caleta Olivia, Fernando Cotillo, pusieron en marcha la Planta de Ósmosis Inversa en la ciudad del norte de Santa Cruz, presentándola en sociedad como un gran logro político de la actual gestión, pero escondiendo la historia verdadera de cómo han llegado hasta hoy y sin poder cumplir con la meta de darle a Caleta Olivia una planta efectivamente en funcionamiento en un 100%, para lo cual mienten descaradamente, porque no hay medios, gremios y ni sociedad, que les exija gobernabilidad y honestidad en la gestión. (Agencia OPI Santa Cruz)