Por: Lucía Salinas
Según publica Clarín Pese a que Lázaro Báez busca evitarlo, la Justicia avanza sobre sus propiedades. El ex socio comercial de Cristina Kirchner pidió ingresar con Austral Construcciones a la moratoria que implementó el Gobierno. La empresa tuvo como único cliente al Estado y adeuda más de $ 2.200 millones al fisco. Con ese pedido, pretende frenar la liquidación de la firma, en el marco de la quiebra. Pero esta última semana, hubo malas noticias para Báez: la jueza en lo Civil y Comercial María José Gigy Traynor, que lleva adelante su caso, ordenó a los síndicos avanzar con el proceso que concluirá en el remate de algunas de sus estancias emblemáticas. Incluye la conocida como Cruz Aike, donde solían reunirse con Néstor Kirchner.
La decisión judicial marca el fin de una era para uno de los hombres más cercanos al mundo de negocios K, quien tras varias denuncias de corrupción terminó preso -ahora con arresto domiciliario- y enfrenta múltiples juicios. Aún sin condena en las investigaciones penales, ve afectado su patrimonio por las investigaciones civiles y comerciales.
El imperio de propiedades de Báez incluye más de 600.000 hectáreas distribuidas por el suelo santacruceño, con un valor, según determinó la Justicia, de 205 millones de dólares. Entre las 1.412 propiedades que adquirió entre 2005 y 2015, el empresario K cuenta con una importante cantidad de estancias: la justicia contabilizó más de 50.
Todo ese universo de inmuebles tuvo un común denominador: Austral Construcciones, la firma insignia de Báez, que, según la justicia, fue favorecida por Néstor y Cristina Kirchner con la adjudicación de 51 licitaciones viales desde 2004 a 2015. Antes de esa fecha, el empresario era monotributista y nunca se había desenvuelto en el rubro de la construcción. En 12 años, facturó $ 46.000 millones.
La constructora fue la piedra angular, dijo en su oportunidad el juez Sebastián Casanello, para que Lázaro Báez pudiera realizar operaciones de lavado de activos por U$S 60 millones. Asimismo, fue la empresa que construyó propiedades para el matrimonio Kirchner, que después alquiló. Uno de los hoteles de Cristina Kirchner se amplió sobre un terreno de Austral. Incluso la ex Presidenta y su hijo Máximo Kirchner, por años, declararon deudas con la empresa.
A ese rompecabezas de negocios cruzados, Austral Construcciones garantizó el dinero que Valle Mitre SRL -propiedad de Báez-, necesitaba para hacerse cargo del alquiler y explotación de tres hoteles de los Kirchner. Mientras, según la acusación judicial, se convirtió en la principal empresa en Santa Cruz, recepcionando el 86% de los contratos licitados: tenían sobreprecios del 65% promedio, la mitad de las obras quedaron inconclusas y las licitaciones fueron señaladas como direccionadas y “plagadas de irregularidades”.
Así es como Austral Construcciones manejó un importante caudal de fondos desde su reactivación, el 12 de mayo de 2003, días antes de que Néstor Kirchner llegue a la Casa Rosada. Desde entonces, fue la empresa utilizada para la adquisición de una importante cantidad de propiedades: en el marco de la quiebra declaró tener más de 90 inmuebles y el dinero no figura en las cuentas de la empresa.
La compañía manejó una gran masa de dinero que se volcó a la adquisición de bienes. La justicia determinó que el origen del dinero que incrementó el patrimonio de Báez en un 12.127% era ilícito. Por eso, el contratista está siendo juzgado desde octubre de 2018.
En este variado listado se encuentran sus estancias. Sólo a 11 campos de Báez el Tribunal de Tasaciones le otorgó un valor de 466,6 millones de pesos. Entre las más valiosas se encuentran: Cruz Aike (46 millones), La Julia (27,6 millones), Río Bote (16 millones), El Campamento (19 millones), La Santafesina (20 millones), Ana (15,8 millones), El Rincón (21,8 millones), La Porteña (17,9 millones), Lagunas Asador (10 millones) y Alquinta (101,1 millones de pesos).
Parte de estas propiedades se encuentran vinculadas a Austral Construcciones, por ello, en el marco de la quiebra de la firma integran la lista de bienes que serán rematados para hacer frente a los acreedores. Entre ellos se encuentran la AFIP y el Banco Nación, que reclaman más de 3.000 millones de pesos.
Esta semana los síndicos y un martillero público, pidieron iniciar las tareas de inspección, con la intervención del Tribunal de Tasación de la Nación (TTN), para ingresar a un conjunto de campos a nombre de Austral Construcciones y así avanzar hacia el remate.
Este pedido de la Sindicatura abarca cinco estancias cercanas al Lago Argentino que juntas valen unos 110 millones de pesos. Una de esas estancias, Cruz Aike, era en la que solía reunirse Báez con Néstor Kirchner y donde el fiscal Marijuan con retroexcavadoras, buscó dinero enterrado sin resultados positivos.
Sin una respuesta aún sobre si se lo autorizará a ingresar a la moratoria fiscal, la jueza María José Gigy Traynor ordenó a los síndicos que avancen con las tareas encomendadas, teniendo en cuenta el factor climático que posibilitará una mejor recorrida en los campos santacruceños.
Es una de las tantas medidas judiciales que afectan el cuantioso patrimonio de Lázaro Báez. En la quiebra ya se remataron departamentos, cocheras y edificios. En el fuero federal, el Tribunal que juzga a Lázaro Báez por lavado de dinero, le concedió maquinaria pesada a Vialidad Nacional, también ordenó que la Agencia de Bienes del Estado (ABBE) remate dos aviones propiedad del empresario K.
A cuentagotas, la fortuna que supo construir -para la Justicia- bajo el amparo políticos de sus socios comerciales, Néstor y Cristina Kirchner, va perdiendo valor. El empresario K sigue el día a día de estas medidas desde una propiedad prestada, cuyo domicilio permanece bajo resguardo, donde cumple el arresto domiciliario.
Desde allí, a principios de febrero, se estima que escuchará la sentencia en el caso donde se dijo que usó Austral Construcciones para lavar 60 millones de dólares y, con en esas operaciones, adquirir miles de propiedades, entre ellas, las estancias que se rematarán. (Clarín)