CureVac: el avance de una vacuna alemana lleva esperanza al mundo

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CureVac: una vacuna alemana

Según publica La Nación El laboratorio espera que su dosis de tecnología ARN compita con las de Moderna y Pfizer-BioNTech; hubo ensayos en la Argentina.

Por: Carl Zimmer – The New York Times

A principios de 2020, había decenas de equipos científicos abocados de lleno a la invención de una vacuna contra el Covid-19. Algunos optaron por técnicas probadas y validadas, como son las vacunas a base de virus desactivados. Pero un puñado de empresas apostó por un método más arriesgado, que nunca había conducido a una patente de vacuna autorizada: es la tecnología basada en la molécula genética ARN.

La apuesta pagó bien: las primeras dos vacunas que atravesaron con éxito los ensayos clínicos fueron la de Pfizer-BioNTech y la de Moderna, y ambas usan ARN. También resultaron tener los mejores índices de eficacia a los que puede aspirar una vacuna.

En los meses que siguieron, esas dos vacunas inmunizaron a decenas de millones de personas en unos 90 países, pero en muchas partes del mundo donde los índices de contagios no paran de subir, esas fórmulas resultan inaccesibles, porque deben ser almacenadas a temperatura ultrabaja.

Pero ahora hay una tercera vacuna de ARN que podría suplir esa necesidad global. Un pequeño laboratorio alemán llamado CureVac está a punto de anunciar los resultados de sus ensayos clínicos de Fase 3, algunos de los cuales se realizaron en la Argentina en marzo. A principios de la semana que viene, el mundo tal vez amanezca con la noticia de que la vacuna es segura y efectiva.

La fórmula de CureVac pertenece a lo que los científicos llaman “segunda ola de vacunas” contra el Covid-19, que llegaría para aliviar la demanda mundial de dosis. Para las próximas semanas también se espera que la norteamericana Novavax, con sede en Maryland, presente formalmente el pedido de autorización para su vacuna en Estados Unidos. Y en la India, la farmacéutica Biological E está probando una vacuna en base a proteínas que fue desarrollada por investigadores de Texas. En Brasil, México, Tailando y Vietnam, hay investigadores iniciando los ensayos clínicos de una vacuna contra el Covid que podría producirse masivamente en huevos de gallina.

Pero los expertos en vacunas están especialmente interesados en los inminentes resultados de la CureVac, porque su fórmula tiene una ventaja crucial frente a las otras dos vacunas de ARN: se mantiene estable en una heladera común, o sea que podría hacer llegar la innovadora tecnología de las vacunas de ARN a los rincones más golpeados del planeta.

“Esta fórmula venía pasando desapercibida”, dice Jacob Kirkegaard, del Instituto Peterson de Economía Internacional, con sede en Washington DC. “Pero ahora parecen bien posicionados a arrasar en el mercado global”, agrega.

Para el cofundador de CureVac, el biólogo Ingmar Hoerr, los ensayos de la vacuna de Covid de su empresa son apenas la culminación de un cuarto de siglo de apostar a trabajar con ARN. Graduado de la Universidad de Tubinga en la década de 1990, Hoerr inyectó ARN en ratones y descubrió que los animales podían fabricar la proteína codificada por las moléculas. Y se sorprendió al ver que el sistema inmunológico de los ratones empezaba a producir anticuerpos contra esas nuevas proteínas.

En ese punto, Hoerr supo que tenía la base para un nuevo tipo de vacunas. “Pensé: Si funciona igual en los humanos, se abre un campo de posibilidades farmacéuticas completamente nuevas.”

De todos modos, la vacuna de CureVac enfrenta un desafío que Pfizer y Moderna no tenían: nuevas variantes que pueden reducir su eficacia. Hasta ahora, los experimentos en ratones sugieren que la vacuna funciona bien contra la variante B.1.351, surgida por primera vez en Sudáfrica.

El año pasado, confiados en que sus ensayos clínicos resultarían bien, CureVac se asoció con una serie de grandes empresas para escalar la producción de la vacuna. La compañía también negoció un acuerdo con la Unión Europea por 225 millones de dosis, con opción de agregar otros 180 millones de dosis en los meses siguientes.

Miles de millones de otras personas en países de ingresos bajos y medios aún no han recibido una vacuna, y los expertos dicen que CureVac puede satisfacer parte de esa demanda. “A nivel mundial, la necesidad de vacunas sigue siendo enorme”, dice Florian Krammer, virólogo de la Escuela de Medicina Icahn, Nueva York. “Creo que puede beneficiar a muchísima gente.”

A diferencia de las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech, la fórmula de CureVac puede permanecer estable a 5°C durante al menos tres meses y puede permanecer 24 horas a temperatura ambiente antes de su aplicación.

“La estabilidad de esta vacuna es una ventaja concreta”, dice Nicholas Jackson, jefe de investigación y desarrollo de vacunas de la Coalición para Innovaciones en la Preparación ante Epidemias, una fundación que apoya la investigación de vacunas. En 2019, la fundación donó 34 millones de dólares a CureVac para apoyar su desarrollo de vacunas de ARN para futuras pandemias. Jackson agrega que están en negociaciones “muy activas” para incorporar la CureVac al programa Covax de distribución global de vacunas.

Pero CureVac también está diseñando una nueva generación de vacunas con el objetivo de desembarcar finalmente en el mercado de Estados Unidos y otras naciones ricas. Debido a que su potente ARN, CureVac requiere solo una pequeña dosis, así que la empresa podría crear vacunas para diferentes variantes y mezclarlas en una sola aplicación.

De todos modos, cualquier especulación depende de que CureVac pueda demostrar que su vacuna funciona. Mary Warrell, investigadora de vacunas de la Universidad de Oxford, se muestra reacia a especular sobre el destino de la vacuna antes de que se conozcan los resultados. “En esta pandemia, hacer pronósticos ha resultado ser un pésimo negocio”, advierte Warrell. (La Nación)

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