Según publica Clarín En su primer encuentro con los fieles, el Sumo Pontífice renovó su solidaridad con el Líbano, al recordar el primer aniversario de “la terrible explosión” en el puerto de Beirut.
El Papa Francisco volvió a encabezar este miércoles la tradicional audiencia general de los miércoles en el Vaticano, en su primer encuentro con fieles tras la operación de colon a la que se sometió hace un mes y luego de la pausa estival de julio.
Francisco, de 84 años, caminó sonriente sin asistencia hasta el centro del escenario en un auditorio del Vaticano antes de ocupar su puesto en una silla sin acolchado, y después se dirigió a cientos de peregrinos y turistas, que llevaban mascarillas para protegerse del COVID-19.
El Papa encabezó el encuentro con los fieles durante casi una hora en la sala Nervi, del Aula Pablo VI del Vaticano, un espacio con capacidad para más de 6.000 personas usado para eventos masivos.
Debido a las altas temperaturas en la capital italiana, la audiencia se celebró en el aula Pablo VI y no en el patio de San Dámaso, donde se habían celebrado hasta ahora debido a las medidas sanitarias, ya que tiene un aforo más limitado.
La audiencia de esta mañana fue el primer encuentro cercano del pontífice con los fieles tras la operación a la que se sometió el 4 de julio y por la que debió estar internado 10 días en el hospital Gemelli de Roma.
Durante la audiencia, el Papa renovó su solidaridad con el Líbano, al recordar el primer aniversario de “la terrible explosión” en el puerto de Beirut del 4 de agosto de 2020, y pidió a la comunidad internacional que ayude al país “con gestos concretos”. Recordó a las “víctimas, sus familias, los heridos y todos aquellos que perdieron casas y trabajo” en el desastre.
El pueblo de Líbano, señaló, sigue “cansado y decepcionado”, en referencia a las crisis políticas y económicas en el país mediterráneo. Francisco pidió a la comunidad internacional que ofrezca “gestos concretos” de ayuda al pueblo libanés, y no “sólo palabras”.
“Mi deseo de visitarles es grande”, dijo Francisco, añadiendo que “nunca me canso de rezar” por ellos.
La explosión de cientos de toneladas de nitrato de amonio que estaban almacenados en el puerto de la capital libanesa causó más de 200 muertos, 6.500 heridos, 300.000 desplazados y una gran destrucción en la capital. Unos 9.700 edificios quedaron dañados o destruidos, según estimaciones de la ONU.
El mes próximo, Francisco retomará su agenda internacional con una visita a Budapest y Eslovaquia entre el 12 y el 15 de septiembre, en la que estará acompañado por Télam como único medio latinoamericano confirmado por el Vaticano a bordo del avión papal.
Hasta el momento, luego de la intervención, el pontífice había encabezado el Ángelus del domingo 11 desde el Gemelli y luego continuó con las apariciones dominicales desde el balcón del Palacio Apostólico.
Francisco, fue hospitalizado el 4 de julio en Roma para “una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante”, una operación en la que se le extirpó parte del colon. La cirugía requirió anestesia general era necesaria para corregir una estenosis diverticular, o estrechamiento del tracto digestivo, según el Vaticano. Recibió el alta el 14 de julio. (Clarín)
