El Día de la Mujer será solo un relato en Santa Cruz, mientras Marcela López sea borrada de la memoria colectiva, de manera quirúrgica y obscena 

(Por: Rubén Lasagno) – Internacionalmente se ha fijado cada 8 de marzo como El Día de la Mujer y en el país, el gobierno actual ha hecho un abuso tan despiadado de la exaltación de género, mientras su proclive tendencia discriminatoria se fue acentuando hasta el paroxismo, que ha destruido el simbolismo sagrado el cual siempre enalteció esta fecha donde madres, esposas, hijas, hermanas, abuelas y amigas sentían el reconocimiento de su entorno, especialmente de los hombres y su grupo social.

El uso político de esta bandera blanca, manchó el paño. El relato kirchnerista y el usufructo de esta condición abnegada de ser mujer, fue hundida en el pozo del hastío por tanta especulación y oportunismo, transformando esta fecha en una feria de vanidades, donde muchos buscan sacar provecho y otros figurar a como dé lugar.

Los grupos “feministas” que aparecieron en todo el mundo, pero con especial dedicación “anti-machista” en nuestro país, buscan desarticular la natural y funcional unión hombre-mujer y la nueva tendencia del relato atroz es demonizar al hombre como el macho bruto que viola y mata, mientras la mujer surge como la víctima insoslayable de un sistema de capitalización feminista que trata de imponer un nuevo orden.

Y nada es así. No hay blancos y negros sin matices, solo hay relato demagógico, falsas ideologías potenciadas por intereses políticos burdos y muchos fondos públicos que drenan en los bolsillos de pseudos-funcionarios nacionales y provinciales.

La supuesta grieta misógina que intentan establecer desde el poder, especialmente desde el gobierno nacional tras las estupideces dichas por las Alcortas, las Cerrutis y hasta el mismo Alberto Fernández, todos por orden de la mayor misógina: Cristina Fernández, tienen un objetivo egoísta, discriminatorio y desintegrador, que debemos combatir en todos los frentes.

Gómez Alcorta tiene a cargo un Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad con 15 mil millones de pesos de presupuesto y su inexistente visibilidad es obvia. Solo es un reducto militante con una excesiva carga de empleados que se chocan las cabezas y de donde solo se generan operaciones direccionadas para sostener, ampliar y profundizar la grieta ideológica que convive con la casta política más abyecta la cual materializa la vieja expresión “divide y triunfarás” y en este campo, el kirchnerismo ha logrado instalar la duda, no sin destruir el símbolo venerado de la mujer como la reserva más sensible de cualquier sociedad.

En la provincia, la paradoja es más que elocuente. Mientras la gobernadora Alicia Kirchner, ha creado la Comisaría de la Mujer, organizaciones para la defensa del género y diversidad y últimamente a través de los medios propios y para oficiales anunció un nuevo Ministerio de la Mujer, estructuras que sigue inflando el Estado provincial vetusto, elefantista, absurdo, deficitario e inútil, toda la parafernalia discursiva sobre la mujer, tiene una excepción: Marcela López.

¿Marcela López no es mujer?, claro que si. Entonces, ¿Por qué está ausente del discurso oficial, de los actos de la gobernadora (también mujer) dedicados a exaltar a la mujer en su día o en el recuerdo de los sindicatos, por ejemplo en ATE, cuya dirigente Olga Reinoso se encargó de obtener dos días sin trabajar, pero no abrió la boca para pedir por la desaparición de nuestra vecina?.

La memoria colectiva no se puede borrar y/o modificar a su antojo mediante el relato absurdo. Lamentablemente, para quienes tienen los intereses políticos bien marcados y los exponen a cada paso en sus acciones, como en este caso, las pantallas ideológicas no alcanzan para tapar la realidad.

No hay Día de la Mujer mientras una de ellas esté desaparecida, como Marcela López, o un crimen siga impune como el de Marcela Chocobar, mientras los sectores de género se rasgan las vestiduras (en los discursos) por preservar la diversidad y sus derechos inalienables o el crimen de Jesica Minaglia en Piedra Buena, ejemplos a los que les podemos agregar una docena más de casos de femicidios sin resolver por la justicia de Santa Cruz.

Ninguno de estos casos, ocupan un solo párrafo de los discursos de la gobernadora ni de sus funcionarios y funcionarias, como les gusta diferenciar al actual gobierno. No hay mención ni referencia a estas mujeres. Los carteles tan bien manufacturados de los organismos de género y gremios que levantan la bandera de la mujer y muestran en los actos oficiales, hacen una elipsis. Marcela López, una vecina común desaparecida en Río Gallegos y de cuyo crimen se van a cumplir 9 meses el próximo 22 de marzo con ribetes misteriosos que rozan al poder, está ausente de cualquier reclamo y recordatorio, inclusive hasta de la misma oposición política.

No hay olvido ni perdón, señala la frase setentista, que bien podríamos adaptar a las actuales circunstancias para recordar que el cuadro está incompleto y para desmitificar este magno homenaje a la mujer, utilizado en nuestro país y en Santa Cruz con precisión quirúrgica para resaltar aquello que le conviene a quienes medran del y desde ese poder y la realidad misma donde intentan hacer desaparecer (valga la analogía) a las mujeres que pesan sobre sus conciencias.

¡Feliz día a todas las mujeres!. A las que están a nuestro lado, a las que permanecen lejos y a quienes están desaparecidas por la impunidad del poder o invisibilizadas por el interés político obsceno; el peor de los pecados. (Agencia OPI Santa Cruz)