Según publica Clarín En una semana cerró cuatro, en diferentes provincias. Cruzan datos de Aduana y un consumo clave.
La AFIP está poniendo en la mira a las granjas que minan criptomonedas y no declaran la actividad. Desde que informó el martes pasado el primer operativo en el que descubrió equipos escondidos en un establecimiento agrícola, ya son cuatro los casos.
¿Cómo hacen para descubrirlos? Dos datos están sirviéndole al organismo recaudador para dar con estos establecimientos. Por un lado, importaciones de equipos especiales para este tipo de emprendimientos y, por otra, el consumo eléctrico.
Es que la minería utiliza mucha electricidad y Argentina, por sus precios subsidiados, se volvió un destino “barato” para esta actividad.
El primero allanamiento de la AFIP se realizó en la provincia de San Juan. Allí encontraron a un productor agrícola que albergaba equipos de criptominería en un área de refrigeración de frutas. En este caso, AFIP no reveló la cantidad de equipos ni criptomonedas en poder del minero.
La semana pasada, el organismo recaudador también allanó una empresa de criptominería que operaba en Buenos Aires, donde estaba trabajando en una propiedad registrada para otros fines comerciales. Dentro del lugar, la AFIP encontró 142 equipos y 1.355 tarjetas de video.
El jueves, la AFIP realizó un tercer allanamiento en Córdoba. Una de las dos granjas que se descubrieron había obtenido ingresos no declarados por 217.000 dólares en los últimos siete meses, informó el ente. Tenían un consumo eléctrico de $ 1 millón y equipos por más de US$ 600.000, aunque estaban inscriptos como monotributistas.
Este lunes, el organismo que lidera Carlos Castagneto encontró en Santa Fe una granja que refrigeraba sus equipos a través del método de inmersión en aceite.
Las áreas de fiscalización y control habían detectado un consumo de electricidad mensual por $ 4 millones en el establecimiento.
Actualmente, Argentina no tiene un registro oficial de criptomineros y pocas empresas operan legalmente. El grueso de las firmas realiza la actividad de forma clandestina para evitar pagar impuestos y aprovechar las tarifas eléctricas residenciales que están subsidiadas.
Las tareas de fiscalización tienen por objetivo verificar la correcta declaración de los activos, el origen de los fondos para su adquisición, los ingresos derivados de la actividad e identificar las billeteras virtuales donde se depositan las recompensas de las distintas criptomonedas y sus beneficiarios. (Clarín)
