Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se somete a infiltración en la cadera y promulga decreto para restringir acceso a armas

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, fue sometido a una infiltración en la cadera con el fin de aliviar los dolores que padece en esa área. El procedimiento fue realizado el pasado domingo en el Hospital Sirio Libanés de la ciudad de San Pablo. A pesar de la dolencia, el mandatario continuó con todos los compromisos de su agenda oficial, según informó el Gobierno brasileño.

La Presidencia de Brasil emitió un comunicado en el que explicó que, si bien existe la indicación médica de que Lula da Silva deberá someterse a una cirugía de cadera, esta no es de urgencia y aún no se ha fijado una fecha para la intervención. De acuerdo con las declaraciones oficiales, la operación podría llevarse a cabo entre los meses de octubre y diciembre.

Tras la infiltración, el presidente Lula da Silva cumplió con normalidad su agenda de trabajo, incluyendo su participación en un acto de cambio de dirección del Sindicato de Metalúrgicos en San Bernardo do Campo, Gran San Pablo.

Restricción de armas

Por otra parte, el viernes pasado, el presidente Lula da Silva firmó un decreto que busca restringir el acceso a armas y municiones por parte de los civiles, revocando así las medidas de flexibilización adoptadas durante el mandato de su predecesor, Jair Bolsonaro.

En una ceremonia celebrada en el Palacio de Planalto, sede del Gobierno brasileño, el mandatario explicó que aunque comprende que algunos ciudadanos deseen tener armas en casa para su protección personal, no se pueden permitir que existan arsenales de armas en manos de particulares. El objetivo principal de esta medida es reducir la cantidad de armas y municiones disponibles para la población civil.

Entre las acciones contempladas en el decreto, se establece que la responsabilidad de fiscalizar a cazadores, tiradores y coleccionistas recae en la Policía Federal, en lugar del Ejército como ocurría previamente. Además, se imponen restricciones al funcionamiento de clubes de tiro y se restituyen reglas para diferenciar armas destinadas a órganos de seguridad y las destinadas a ciudadanos comunes. También se redujo la validez de los registros de armas de fuego.

Con esta nueva normativa, los cazadores ahora pueden adquirir hasta seis armas y 3.000 municiones al año, en comparación con las 30 armas que les permitía la legislación anterior. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA

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