El precio del asado, una de las comidas más emblemáticas y populares del país, ha experimentado un aumento significativo en los últimos años, alcanzando niveles que preocupan a la población. Según datos recientes, el precio del asado ha aumentado un 125% en los últimos doce meses y un asombroso 762% durante la gestión del presidente Alberto Fernández.
En diciembre de 2019, el kilo de asado tenía un costo de $290, mientras que esta semana supera los $2,500. Esta dramática subida de precios ha tenido un impacto importante en el presupuesto de las familias argentinas, ya que la carne a la parrilla es considerada un bien cultural y un ritual popular para disfrutar en reuniones familiares o con amigos.
De acuerdo con informes del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en noviembre de 2019, el precio del asado de tira en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) era de 266,82 pesos por kilo. Sin embargo, en agosto de 2023, este precio saltó a 2,509,5 pesos por kilo, lo que representa un impresionante incremento del 840,5% en apenas cuatro años.
En el último año, desde agosto de 2022 hasta agosto de 2023, la carne de vaca en el AMBA ha aumentado un 124,9%. Además, en el mes de agosto de 2023, los precios de los distintos cortes de carne vacuna subieron un 30,2% en el AMBA, mientras que el precio del pollo fresco aumentó un 16,1% en ese mismo mes, con un aumento interanual del 118,2%. Por su parte, el precio del pechito de cerdo subió un 19,6% en agosto y un 105,4% en comparación con el año anterior. Estos aumentos se han reflejado en un aumento significativo en el costo de la canasta alimentaria, que se disparó un 17% en agosto, según datos del INDEC.
Es importante destacar que estos aumentos han afectado de manera desproporcionada a la población de menor poder adquisitivo. En los barrios de nivel socioeconómico alto, los precios de la carne de vaca subieron un 24,9%, mientras que en los de nivel medio treparon un 31,5% y en los de nivel bajo, un 31,3%.
El asado no ha sido el único corte afectado por esta escalada de precios. La carne de novillito registró un alza del 26% en agosto, la de vaquillona y ternera aumentó un 36,1%, y la de novillo se disparó un 39,8%. Estos aumentos se han reflejado en todas las zonas del AMBA, con alzas que van desde el 24% en el norte de GBA hasta el 35,4% en el oeste del GBA.
En cuanto a los puntos de venta, se han registrado diferencias significativas. En las carnicerías, los precios subieron un 36,2% en agosto y acumularon un 126,9% anual, mientras que en los supermercados, los precios aumentaron un 17,4% mensual y un 120,8% en un año.
Los cortes de carne más consumidos por personas con menor poder adquisitivo, como la picada común, el osobuco y la tortuguita, han sido los que más han aumentado en agosto, con incrementos del 39,9%, 32,3% y 34,3%, respectivamente.
Los datos también muestran diferencias en los precios de la carne según el lugar de compra. Algunos cortes, como la colita de cuadril y la picada común, son más caros en los supermercados, mientras que otros, como la nalga, son más baratos en las carnicerías. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA
