Hoy 27 de octubre se debe recordar el día que en la Argentina se oficializó el ocultamiento, la impunidad y el incumplimiento de la ley, a raíz del fallecimiento de Néstor Kirchner

(Por: Ruben Lasagno) – El 28 de octubre de 2010 falleció Néstor Kirchner en El Calafate. La primera información oficial la dio OPI Santa Cruz exactamente a las 09:45 hs de esa mañana, luego de haber estado más de una hora hablando con familiares y amigos comunes del ex presidente, para confirmar la noticia antes de poner en la web una bomba informativa que tendría (una vez detonada) una onda expansiva de alcances mundiales, como sucedió a partir de darle “enter” a la computadora.

Aquella información constaba de un título “Kirchner falleció en El Calafate” y cinco renglones de una escueta explicación de lo que hasta ese momento sabíamos: la descompensación de NK en Los Sauces, el traslado al Hospital José Formenti de esa ciudad y dábamos cuenta, también, del ingreso al nosocomio de la entonces presidente, Cristina Fernández y confirmamos la muerte del ex presidente.

Viajamos a El Calafate y fuimos el primer medio en llegar a la villa turística, aquel domingo de censo, con un sol maravilloso y una ciudad aún dormida, al punto que muchos calafatenses recién al mediodía se enteraron que había muerto allí el ex presidente. La ciudad cambió de color. La incredulidad de los parroquianos era total y el día comenzó a vivirse como una rara jornada de tristeza y congoja, a pesar del espléndido día que pintaba ser ese domingo.

Pocos recuerdan, fuera del impactante fallecimiento de Néstor kirchner, lo que realmente importa a los fines de la transparencia institucional y todo lo que sobrevino con motivo del manejo del cuerpo, el secretismo oficial y sus exequias.

Sin autopsia y (como siempre) sin transparencia

No vamos a replicar acá lo que relatamos en tantas notas aquel día desde el lugar de los hechos, contando aquello que otros medios no veían o no querían ver. Pero vamos a hacer hincapié en lo que hizo la familia Kirchner y puntual y especialmente Cristina Fernández, quien nos pareció que se imponía por sobre el orden y la ley que rige a nuestro país y comprende (también y especialmente) a  quienes gobiernan.

Me refiero no solo al cerco informativo que la presidente mandó a forjar alrededor de los hechos ocurridos y sus detalles, algo que podría interpretarse como obvio, dado que se trataba de la propia casa familiar donde se habían producido los acontecimientos, sino a los sucesivos hechos posteriores que se desprendieron del fallecimiento del ex presidente los cuales fueron ordenados, decididos especial y puntualmente por Cristina Fernández y no hubo ningún juez ni fiscal que dijera lo contrario.

La muerte de un ex presidente es un hecho grave, pero aunque se trate de un alto mandatario y hasta inclusive y precisamente por este hecho (para despejar dudas y generar transparencia), es imprescindible que su cuerpo sea sometido a  una autopsia (como cualquier mortal) para determinar cómo ha muerto esa persona, debido a qué enfermedad o lesión (aunque se presuma) y despejar totalmente cualquier tipo de duda, más aún de un hombre público.

Cristina Fernández no permitió nada de esto. La viuda, en medio de su dolor y consternación, echó a todo el mundo de la casa, solo unos pocos tenían acceso al lugar donde estaba el cuerpo de NK y nadie pudo tocar el cadáver, excepto, para ponerlo dentro del ataúd, de los cuales llevaron dos, porque el primero era chico.

El cuerpo de Néstor Kirchner ni siquiera tuvo un velatorio a cajón abierto, como hubiera correspondido a un ex presidente. Cuando el ataúd fue trasladado vía aérea a Buenos Aires, la empresa fúnebre Lázaro Costa ofreció un servicio VIP, que incluía embalsamamiento y conservación y la viuda se negó rotundamente a que tocaran el cadáver y ni siquiera permitió que abrieran el cajón.

No hubo ninguna posibilidad, no solo de convencer, sino de ordenarle a la entonces mandataria nacional, que debían proceder legalmente con la autopsia del cuerpo de su marido, a fin de determinar los motivos del deceso como manda la ley.

En el año 1963 cuando el fuego cruzado de fusiles terminaron con la vida del presidente de EEUU John Fitzgerald Kennedy, el gobierno, la familia y la propia justicia exigió la realización de una autopsia en el Hospital Naval de Bethesda en Bethesda, Maryland, la cual comenzó a las 8 p. m. del 22 de noviembre de 1963 (en el día de su asesinato) y terminó cerca de las 12:30 a. m. del 23 de noviembre de 1963.

Y si bien era obvio que Kenedy había muerto por los disparos, nadie pretendió dejar ni una duda en la opinión pública, más allá de definirse en esta operación tanática, aspectos legales y de técnica criminalística para clarificar el magnicidio.

Salvando la distancia, los personajes y las causales de la muerte, digamos que el procedimiento es siempre el mismo: producido el deceso, se deben determinar las causas. Mucho más si se trata de un hombre público, ex presidente de un país con una política convulsionada y donde la mentira y el engaño están en el orden del día.

En el caso de Néstor Kirchner nada de esto ocurrió por capricho y decisión de su mujer. Tampoco hubo un médico, un juez o  un fiscal que dijera lo contrario, no hubo denuncias, nadie se expidió, nadie pidió ni solicitó la medida y todos, absolutamente todos, hicieron un “respetuoso” silencio.

En nuestra legislación, ante una muerte de este tipo, basta que el médico expida un certificado donde acredite las causales de muerte, no hace falta practicarle la autopsia, a menos, claro, que se sospeche de una muerte “no natural”.

Teniendo en cuenta el marco, los personajes y el lugar donde se produjo el deceso ¿Alguien puede confiar realmente que un médico puede haber actuado libremente y planteado alguna duda al pie de la cama donde yacía Kirchner y con su esposa al lado? ¿O que algún médico podría no ceder a la presión política de los personajes que por esos momentos rodeaban a la familia? ¿O que algún juez ante alguna duda, pudo solicitar una medida legal como una autopsia?.

Hoy 27 de octubre se debe recordar el día que en la Argentina se oficializó el ocultamiento, la impunidad y el incumplimiento de la ley, a raíz del fallecimiento de Néstor Kirchner
Hoy 27 de octubre se debe recordar el día que en la Argentina se oficializó el ocultamiento, la impunidad y el incumplimiento de la ley, a raíz del fallecimiento de Néstor Kirchner

El que calla otorga

A partir de allí se comenzaron a tejer las más antojadizas historias, desde que NK murió producto del golpe de su cabeza contra un mueble en una caída como resultado de una discusión donde habría recibido un puñetazo, hasta que había fallecido de un tiro. La gama de teorías conspirativas abarcaron los más grandes dislates y nunca nada de esto pudo ser corroborado pero tampoco desmentido, porque la orden de CFK fue ejercer un cerrojo feroz alrededor de lo sucedido y prohibir que alguien, además de ella, metiera la nariz en tan delicado asunto.

Para que esto haya sucedido en el país hizo falta un altísimo grado de impunidad y un desprecio por el cumplimiento de la ley. Nadie puede pensar que por ser la familia presidencial está por sobre el resto de los argentinos; o bien existe alguna complicidad oculta con un delito que la presidente de entonces, trató de ocultar en aquel momento. Cualquiera de las dos opciones, son ilegales y sospechosas.

Por eso yo, personalmente, más allá del aniversario por la muerte de un político santacruceño, me inclino a pensar en lo que pasó aquel 27 de octubre de 2010 desde el punto de vista de la oscuridad del poder, de cómo la sociedad es manejada una y otra vez por gente que impone condicionamientos y exige (y toma) decisiones que están fuera de la ley y cómo, aún así, las instituciones no están a la altura para responder convenientemente de acuerdo a las normas y también ceden a esta manipulación, ya sea por convicción o por corrupción.

Al cadáver de Néstor Kirchner deberían haberle practicado una autopsia y sin embargo nada de ello ocurrió. Por el contrario, se ocultaron los motivos de la muerte, no se pudo determinar de qué murió, excepto por una falla cardíaca certificada por médicos del nosocomio de El Calafate, pero tampoco consta en ningún lado y para conocimiento públicos, cuáles fueron las tareas de reanimación, dónde se llevaron a cabo, cuánto tiempo, si fueron las correctas o no, si de la casa salió con vida, si al Hospital entró muerto o murió después, etc.

Todo es indicativo, todo se conoce por boca de otro, por un médico que le contó en off a un periodista o por la información filtrada de alguna enfermera o persona del círculo íntimo de la familia.

Cualquier persona que muere en su casa, por la razón que sea, la justicia está presta a ordenar una autopsia para determinar las causas de su deceso. Es lo correcto, es lo normal, lo lógico que suceda en casos bastante atípicos por la joven edad del paciente y es el caso Néstor Kirchner con solo 60 años.

En esa oportunidad a nadie le preocupó conocer la verdad, todos se apuraron a enterrar el problema. Y esto, al no quedar resuelto, da lugar a la interpretación libre de los hechos que cualquiera tiene el derecho de hacer, sin que existan elementos serios, responsables y científicos que rechacen o digan lo contrario. (Agencia OPI Santa Cruz)

spot_img

Suscribité al Newsletter

Más Noticias

- Publicidad -spot_img

Más Noticias

13 COMENTARIOS

  1. No se le puede hacer una autopsia una personaque esta viva y este hdp esta mas vivo disfrutando lo que nos robo vaya a saber en que parte del mundo con alguna cirugia

  2. Les guste o no, hay gente que no cumplió su trabajo, para eso están los protocolos y quienes no lo cumplan serán puestos a disposición de la justicia aunque luego de ser despedido junto con sus jefes. Pero en esa época ya estaban rotas todas las instituciones, mas aun en Santa Cruz.

    • Le pido un poco de respeto hacia la Mafia !!!. No los compare con gente de bajísima calaña como los kirchneristas….

      pd: hasta la Mafia tiene sus códigos, el kirchnerismo es la ley de la selva… Con propios y extraños.

  3. Miren los años que han pasado y hoy, finales de octubre de 2023… NUESTRO PAIS, ARGENTINA, ESTA PEOR, CON LOS MISMOS CURRUPTOS KICHNERISTAS Y ANTE UN FUTURO TERRORÍFICO SI GANA MASSA. Q ES PEOR QUE NESTOR. CON LA CAMPORA, SINDICALISTAS, JUECES AMIGOS DETRAS Y ADELANTE PERSIGUIENDO A TODOS LO Q SE OPONEN. QUE PORQUERIA DE LA RE MIERDA QUE SOMOS LOS ARGENTINOS. TENES QUE ESTAR MAL DE LA CABEZA PARA VOTAR A UN MAFIOSO EMPOCRECEDOR ASI Y CONDICIONAR EL FUTURO DE LA GENTE DE BIEN LABURANTE QUE QUIERE SALIR ADELANTE. HASTA ME DA GANAS DE IRME DE ESTE PAIS. YA ES ANGUSTIANTE.

  4. Sería bueno que el nuevo gobierno elimine en Santa Cruz el feriado populista por la muerte de este señor que fue el presidente más ladrón de la historia Argentina, y que las autoridades, o en su defecto el pueblo, deskirchnericen las ciudades de todo país.
    Lo positivo de su desaparición es que si no se hubiera ido a Buenos Aires y luego dejado de existir, seguramente los santacruceños lo tendrían atornillado en la casa de gobierno provincial, consumando la esclavización del pueblo como lo hizo el de Formosa.
    ¡Gracias Diosito!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí