El litro de leche de primera marca ronda los 730 pesos en los principales supermercados, mientras que la presentación en sachet alcanza los $440, según relevamientos privados. A pesar de tener alrededor de 670 empresas lácteas y unos 9,000 tambos que generan 11,000 millones de litros de leche anuales, los tamberos argentinos siguen cobrando uno de los precios más bajos del mundo, lo que genera preocupaciones sobre el costo de vida.
El grave problema de la industria láctea es el desfasaje de precios respecto a la inflación. Aunque las exportaciones de leche alcanzaron el 24% en 2022 con ingresos récord de US$1,570 millones, los tamberos argentinos siguen cobrando uno de los precios más bajos del mundo, a pesar de la inflación.
La baja en las retenciones sobre las exportaciones tiene un impacto menor al 20% del total de los ingresos. Además, el control de precios impuesto por el Gobierno ha frenado el potencial crecimiento del sector lácteo. La producción lechera se encuentra dispersa en 21 provincias, y la falta de una política láctea concreta en Argentina ha afectado las negociaciones de precios. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA