La esperada reunión entre referentes empresariales y sindicales en para discutir el aumento del salario mínimo terminó en fracaso, dejando indefinido el destino de dicho incremento, que actualmente se sitúa en 156 mil pesos.
El encuentro, que tenía como objetivo determinar el nuevo esquema salarial a partir de marzo, representaba el primer cara a cara en la gestión del presidente Javier Milei. Sin embargo, la falta de acuerdo fue evidente desde el principio, con sindicatos pidiendo un aumento del 85% para elevar el monto a 288.600 pesos, una propuesta que fue rápidamente descartada.
La sorpresa llegó con la modalidad de la reunión, dividida en dos salas de Zoom separadas para empresarios y sindicalistas, lo que impidió un diálogo directo y efectivo entre ambas partes. La ausencia de propuestas concretas por parte de los empresarios reflejó la dureza del sector patronal en las negociaciones.
La CGT emitió un comunicado expresando su decepción por el fracaso de la reunión, acusando al gobierno de boicotear cualquier posibilidad de acuerdo y de impedir el normal desarrollo del diálogo social tripartito. La propuesta de la CGT de establecer un aumento del 85% fue rechazada por la contraparte empresarial, lo que evidencia la falta de consenso en un tema crucial para los trabajadores argentinos.
La falta de acuerdo no solo afecta el salario mínimo, sino también la definición del nuevo piso para pagar el Impuesto a las Ganancias y el valor del programa estatal Potenciar Trabajo, lo que agrega incertidumbre a la situación económica del país.
La CGT insiste en la necesidad de establecer un nuevo valor del salario mínimo, vital y móvil, ante el proceso inflacionario que ha degradado su poder adquisitivo, pero la falta de consenso y la polarización en las negociaciones dificultan alcanzar una solución en el corto plazo. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA
