El circo de la pelea con Cristina y la epifanía, que en campaña, tienen con ella los de siempre

(Por: Rubén Lasagno) – Que cada reaparición de CFK previo a una elección, es un circo, lo he dicho en otras columnas, cuando vi, escuché y leí al periodismo nacional, una vez más, hablar interminablemente de la fractura del peronismo, el enojo de Cristina Fernández y las tensiones con Kicillof; allí aparecen los gobernadores que dudan si van separados del kirchnerismo o como ahora, la supuesta “división” de los barones del conurbano entre aquellos que arrastra la viuda en su desesperada necesidad de reinsertarse en las listas por los fueros y los que pretenden crear un espacio alternativo dentro del peronismo/kirchnerismo, sometido desde hace años a los caprichos de la familia Kirchner.

Y así se reparte el poder con centro en la provincia de Buenos Aires donde Milei y su hermana creen que no necesitan al Pro y divididos es muy difícil que puedan ganarle al aparato kirchnerista alimentado por los fondos del presupuesto provincial bonaerense.

La supuesta división del peronismo/kirchnerismo en esa provincia y a nivel nacional, es una estrategia más de la viuda, con el ánimo de ampliar “la pisada política” y los votos que no capte un sector por desconfianza a CFK, se irán con Kicillof y viceversa, hasta que Cristina levante la mano y como un General de campo haga la señal para que todos se encolumnen detrás de ella y otra vez veremos aparecer a nombres ya conocidos como Massa, Moreno, los Fernández, De Pedro, Parrilli, Kicillof, Berni y toda la runfla que por años hicieron sus delicias inventando curros, salteando la moral y quedándose con dineros públicos.

Hasta ahora el gobierno nacional no ha demostrado cabalmente estar en contra de Cristina Fernández y por el contrario, la última jugada política por la suspensión de la Ficha limpia que se dirime hoy, es una estocada más a la credibilidad de un Milei con mucho desgaste en poco tiempo y quien es fuertemente vinculado con el kirchnerismo usando la estrategia del tero, mediante un pacto político de aparentes y controvertidas declaraciones de paz y amor con la doblemente condenada, a la cual el presidente y su hermana atacan sin lastimarla y hasta lo acusan de hacerle un favor monumental con la Ficha Limpia, a la que impulsa para que en realidad, fracase. Lo que Menem y Caputo le aconsejan es polarizar con Cristina, en la creencia de que la mala imagen que tiene la condenada, técnicamente lo pone a Mieli como preferido de la opinión pública. Eso mismo pensó Mauricio macri en el 2019.

Creer que Cristina Fernández va por la vereda de enfrente de Axel Kicillof, es no haber aprendido nada en 20 años de populismo, mentira y robo, no solo de dineros públicos, sino de la fe y la confianza pública, por parte de quienes, eyectados del poder por su propia impericia, hoy se reconstruyen y como han hecho antes, ponen la zanahoria atada frente al burro (recordar “la renovación” con Alberto Fernández y “el joven del centro” Sergio Massa), para que el burro la siga interminablemente y así, aunque sea de manera precaria, ellos vuelvan a construir poder en el ghetto bonaerense, que es el centro del poder político más importante que tiene el país, nada más y nada menos.

Ella, es la madre putativa de todos y especialmente del gobernador de la provincia de Buenos Aires. A una madre se la puede cuestionar con fines electorales, pero nadie la desobedece y menos estos kirchnerdepedientes. La viuda conserva un poder electoral de no menos de un 18 a un 20% propio, con lo cual, es impensable que sea descartada, como pretenden algunos analistas del oficialismo nacional. 

En las provincias hay kirchneristas adormecidos por las palizas electorales que recibieron en los últimos años, que ven a Cristina como una revelación de los nuevos tiempo aunque las prácticas sean tan viejas como la candidata; pero surge en todos ellos “la esperanza” de que su mano rectora, ordenará finalmente la tropa K y así volverán por un nuevo intento.

La casa está en orden

Basta ver lo que sucede en Santa Cruz donde todos los peronistas/kirchneristas se sienten candidatos, pero en realidad, están esperando el llamado de la viuda. 

Bajo la batuta del armador político de CFK, Pablo González (posible candidato de Cristina), todos trinan como pollitos por salir del nido, pero solo volarán aquellos que decida quien vive en El Calafate bajo la impronta de una madre nodriza que todo lo ve y ordena.

Dicho esto, depende de Javier Milei y Mauricio Macri a nivel nacional, de LLA y el Pro en Caba donde Leandro Santoro un radical kirchnerizado, disfrazado de peronista dialoguista, amenaza con desplazar a los Macri del poder y en Santa Cruz, Claudio Vidal,  trabaja indirectamente para que vuelva el kirchnerismo. 

En nuestra provincia se da un caso bastante atípico, porque, tras perder las elecciones el peronismo K, el actual gobierno provincial tiene sus bases en el kirchnerismo y el 90% o más de su gestión es heredada de las huestes de Cristina y Alicia, lo cual, llevaría a pensar que la fragilidad política de la actual gestión petrolera, puede sufrir un revés electoral importante tanto en las de medio tiempo, como en las generales dentro de dos año.

“No des por muerto a tu enemigo, ni aún muerto”, recuerda el viejo aforismo por el cual se le recuerda a la clase política que la subestimación de un adversario, suele ser la mejor forma de llegar a la derrota. Ese fue el estigma de Cristina, de Mauricio Macri y ahora podría serlo de Javier Milei, alimentada por los errores de análisis y operaciones políticas que tiene como finalidad, instalar la falacia como forma de encubrir lo que realmente pasa por el mundo subterráneo de la política y cuyo verdadero objetivo es que no la veamos venir. (Agencia OPI Santa Cruz)