(Por: Rubén Lasagno) – Ya no caen bien las palabras del presidente Javier Mieli, menos aún sus actitudes públicas y políticas y se ha profundizado el rencor social contra su inefable hermana Karina, un aditamento que los argentinos “compramos con el paquete de cambios” que proponía el economista libertario quien recorría canales enganchando con su disruptiva actitud psicodélica, a una audiencia cansada de ser sacudida una y otra vez por los mismos de siempre, en los últimos 40 años.
A casi dos años de aquella elección de castigo a lo más repudiable de la política nacional de los últimos tiempos, los argentinos nos damos cuenta que la bronca no es la mejor consejera en las urnas, porque “los paquetes cerrados” en política son como aquellas empresas de turismo de segunda o tercera categoría, cuyo mal servicio el usuario lo descubre cuando ya está en su destino y ante el reclamo, le dicen que no leyó “la letra chica”.
El ejemplo argentino de comprar a ojos cerrados tiene una explicación práctica per se: el argentino medio, una vez más, no tenía opción. En realidad, la “elección” era una metáfora maquiavélica del destino nacional que nos llevó a un cuello de botella con las atrocidades de Alberto, Cristina y Massa; estos sujetos anularon el discernimiento político colectivo, produjeron una encerrona mental y práctica tan brutal en los argentinos, que para salir hacia adelante, el pueblo votó a Milei como hubiera votado a cualquiera que le dijera lo que quería escuchar, más o menos lo mismo que hizo Mauricio Macri cuando compitió con el Kirchnerismo en el 2016 y el kirchnerismo con Macri en el 2019 cuando según ellos “volvían mejores”.
Si el problema nacional era la economía, el canto de sirenas libertario caló hondo en el espíritu desesperado de los desmoralizados argentinos, donde los herejes K de la institucionalidad pulverizaron la clase media, elevaron la inflación a un 2 mil por ciento y el país volaba por los aires en manos de los chorro ineptos de siempre, los que ya conocíamos pero a los cuales, una parte importante del país había vuelto a traer a la vida, después de los sinsabores que dejó el PRO. Y Milei, con la excusa del “yo te dije lo que iba a hacer”, armó un paquete con centro en el cuidado del déficit fiscal (lo cual no está mal), pero excluyendo al ser humano de la ecuación.
Por lo tanto el “yo te lo dije” es tan relativo como la letra chica del paquete turístico en aquella empresa de segunda que mencionamos en el ejemplo anterior. Y en ese paquete, además de todo lo que no nos dijeron que iban a hacer los libertarios, venía otra sorpresa: con Milei se incluía su hermana Karina; un dos por uno que nos sorprendió por la magnitud del combo: aparentemente, el candidato que votamos no funciona si la susodicha no le hace de soporte.
Y como si esto fuera poco, antes de un año de gobierno, nos enteramos que la que sí votamos (Villarroel) hace rancho aparte por decisión de Milei “aconsejado” por la repostera, que maneja los hilos del poder con muchas ganas y pocas eficiencia, hecho que marcamos en nuestra nota del día 30 de junio 2025 cuando titulamos “Karina Milei “insoportable, autoritaria, caprichosa e ignorante”
Y lo más relevante, aparece como resultado de la crisis que atraviesa el gobierno nacional, desesperadamente atrapado en el salsipuedes que se metió por mano propia, cuando la ineficiente hermana del presidente fue apoyada por un twitero oficial que dijo“”Javier es Karina, Karina es Javier. No hay fenómeno Milei, no hay La Libertad Avanza, no hay Presidencia y no hay revolución liberal de derecha sin Karina Milei“, sentenció uno de los lúmpenes trolls del gobierno, Santiago Oría, un excluido de pensamiento libre, pero adicto a la billetera oficial.
Si bien no debemos dar por el pito más lo que el pito vale, sin duda esta gente opera bajo las órdenes de la propia Karina, quien, si se cree indivisible del hermano, nos lleva a nosotros a pensar que sin ella no hay vida para el país, aunque me animaría pensar que en realidad le cuelga una pesada loza en el cuello a Javier, porque esta mujer es tan repudiable que le asegura una derrota inevitable al presidente y al partido emergente, La Libertad Avanza, en cuanta elección haya en el futuro y ella siga encargada de manejar la campaña y la calesita que ya chocaron en la provincia de Buenos Aires y otras del interior.
En Santa Cruz un incondicional (por necesidad) de Karina Mieli, Jairo Guzmán, dijo en las redes sociales: “Aunque quieran operar contra la imagen del gobierno y manchar su honestidad, no podrán. Estamos a punto de ver la peor derrota del kirchnerismo y sus satélites en Santa Cruz y todo el país. No nos van a frenar”.
La bolufrase es muy interesante para entender lo que votamos en el 2023; son los mismos que antes, que usan como exoesqueleto político un cascarón aparente de moralidad y cambio sin ser morales ni distintos.
Así se venden y así los compramos, como aquel paquete turístico en una empresa de cuarta cuando no tuvimos la sagacidad suficiente como para leer la letra chica, que siempre encubre una trampa que, indefectiblemente, la vamos a descubrir, cuando ya sea tarde. (Agencia OPI Santa Cruz)
Totalmente de acuerdo. Si es asi que milei no funciona sin la fea estamos al horno ¿O será una excusa para instalar que ella DEBE quedarse? o el se cae—- que jodido el panorama
Si los argentinos estamos atados a esta bruja lugubre estamos al horno
POBRE PAIS
PORBRE ARGENTINOS
TODO MUUUUYYYYYY POBRE
INCLUYENDO LOS PERSONAJES
Vote a milei convencido que debáimo tener un cambio pero viendo esto no lo voto en la puta vida mas esta vieja horrible y el tarado que hay aca de Guzman son piantavosot sy nunca mas les pongo un voto a estas sanguinjuelas corruptas y malolientes
Mellizos e incestuosos el jeropa y la tortillera