Los motivos por los que, pese a ser un arrepentido, a Leonardo Fariña lo condenaron a cinco años de cárcel

Según publica Clarín Aunque admitió sus aportes, el TOF 4 estimó que el financista fue clave para armar la estructura de lavado con la que Báez blanqueó U$S 55 millones.

Por: Lucía Salinas

Fue el único arrepentido del caso. Dio precisiones de direcciones, propiedades, operaciones financieras, firmas offshore; explicó circuitos de expatriación de fondos. Todos datos que, según la justicia, fueron corroborados. Y eso le valió a Leonardo Fariña haber sido aceptado como imputado colaborador en la causa de la Ruta del Dinero K. La condena para él, sin embargo, fue de cinco años. El Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4) explicó por qué, pese a sus aportes, no logró una sentencia que no le implique el riesgo de regresar a prisión. Según los jueces, su rol fue fundamental para que Lázaro Báez, lograra lavar 55 millones de dólares en tres años.

En más de 3.000 páginas, los integrantes del TOF 4 explicaron cómo el ex socio comercial de Cristina Kirchner logró blanquear sumas millonarias de dólares utilizando Austral Construcciones, la firma que se puso operativa tan sólo doce días antes de que Néstor Kirchner asumiera la presidencia de la Nación. Dos de los magistrados, Néstor Costabel y Adriana Pallioti sostuvieron que sin la ayuda del Estado Lázaro Báez no se podría haber hecho de fondos para volcarlos a las maniobras que le valieron una condena de doce años.

Los dos jueces hablaron de “fondos contaminados” por el gobierno de Cristina Kirchner, a través de “fraudes reiterados, perpetrados desde el seno del Estado Nacional” que “alteraron el destino presupuestario de esos fondos, y, por ende, ya al concretarse los pagos en favor de Lázaro Antonio Báez, estaban irremediablemente contaminados y así ingresaron a las arcas de aquél”.

Pero además, tanto Costabel como Pallioti coincidieron en remarcar que sin los 51 contratos viales que el gobierno kirchnerista otorgó al Grupo Austral no hubieran existido las maniobras de lavado que lo condujeron a prisión y a su primer juicio por corrupción. Lo que se remarcó es que las irregularidades cometidas en las adjudicaciones de las obras, sea direccionamientos y simulación de las licitaciones, como los sobrecostos, le permitieron al empresario K contar con fondos que volcó a la estructura de blanqueo.

El fallo se ocupa puntualmente de uno de los 26 imputados con del caso. Se trata de Leonardo Fariña, el único arrepentido y el primero que se convirtió en imputado colaborador en un caso de corrupción vinculado al kirchnerismo. La pena fue elevada para él y los fundamentos del Tribunal explicaron porqué.

“Jorge Leonardo Fariña fue quien cimentó las bases sobre las cuales luego de su desvinculación se conformó la compleja estructura societaria y bancaria acreditada en la causa, por la que confluyeron fondos millonarios pertenecientes al grupo Báez, previo a su reingreso al país bajo apariencia lícita”, indicaron los magistrados.

Por eso, si bien todos sus aportes fueron corroborados y a la hora de condenarlo le redujeron la pena por haber sido tomado como arrepentido, no pudo evitar una pena alta, de cinco años de prisión.

Los jueces indicaron que la intervención y responsabilidad penal de Fariña “se encuentra sobradamente acreditada a partir de los diversos elementos probatorios recabados en la causa, que lo colocan como el primer administrador de fondos ilícitos de Lázaro Antonio Báez y demuestran su actuación dedicada a la conformación de la estructura societaria y bancaria en el exterior a través de la cual se procedió al blanqueo de capitales de sumas millonarias”.

Es decir: sin Fariña, la estructura de lavado de dinero no se hubiera puesto en funcionamiento. En otras palabras, “actuó como el administrador de los fondos ilícitos del grupo Báez, hasta el momento en que fue desvinculado” del empresario K. En el TOF 4 señalaron además que esa separación se debió “a su alta exposición mediática; circunstancia claramente perjudicial para la realización de maniobras ilícitas en general, pero particularmente, para operaciones de lavado de activos, donde lo esencial pasa por la canalización de fondos sin despertar la sospecha en los organismos oficiales”.

Se destacó en varios tramos que el ex financista reconoció su intervención y responsabilidad en lo que se conoció como la Ruta del Dinero K, lo que “se vio además comprobado por el abrumador caudal probatorio que se incorporó, por lo que actualmente no queda ninguna duda respecto al manejo de fondos ilícitos pertenecientes al grupo Báez por parte del nombrado y su actuación en el inicio de las negociaciones para la adquisición de la financiera SGI, como así también, en el inicio del entramado societario y bancario conformado en el exterior con el objetivo de expatriar fondos”.

En otras palabras, los integrantes del Tribunal que lo condenó indicaron: “el rol que ocupó Jorge Leonardo Fariña dentro de la organización fue decisivo, ya que, aún cuando su participación fue relativamente acotada en el tiempo en comparación con la de otros imputados, fue quien inició el proceso de expatriación de los fondos ilícitos por canales informales, lo que fue el comienzo de todo el derrotero de fondos que ha sido detallado a lo largo de la presente”. (Clarín)

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