10:00 Por más extraño que parezca, mientras más se acerca el huracán Florence a tierra firme, su futuro se vuelve más impredecible.
Generalmente, cuando una tormenta se aproxima a la costa, los meteorólogos pueden indicar cada vez con mayor precisión el lugar en el que tocará tierra y quiénes resultarán afectados. Pero no con Florence .
Eso se debe a que los sistemas meteorológicos que tiran y empujan de una tormenta desaparecen conforme Florence se aproxima a la frontera entre Carolina del Norte y Carolina del Sur. Se prevé que la tormenta pierda velocidad y se mantenga estacionada frente a las costas de las Carolinas conforme se aproxima el jueves, viernes y sábado.
“Desde la perspectiva meteorológica, esta tormenta es una horrenda pesadilla”, dijo el profesor de meteorología de la Universidad de Georgia, Marshall Shepherd. “Nunca habíamos visto algo así”.
La incertidumbre de Florence es parte de las distintas amenazas que representa para un mayor número de personas, que ahora incluye a algunos habitantes de Georgia. Entre más tiempo pase detenido, más lluvia arrojará. El Centro Nacional de Huracanes indicó que habrá entre 500 y 750 milímetros de lluvia en Carolina del Norte, e incluso se alcanzarán en algunas zonas los 1000 milímetros. Y mientras pase más tiempo estacionado frente a la costa -una clara posibilidad-, más peligro generará la marejada ciclónica que lleve consigo.
La lluvia, la principal preocupación
Los meteorólogos advierten que el huracán Florence podría mantenerse frente a las costas durante días, afectando a más zonas costeras antes de ingresar a tierra. “En una tormenta estacionada, la mayor preocupación – como lo vimos con Harvey – es la enorme cantidad de lluvia”, dijo Chris Landsea, jefe de meteorología y análisis tropical del Centro Nacional de Huracanes.
“Sin duda es desafiante pronosticar los impactos precisos cuando no se sabrá, sino hasta un día antes, su trayectoria precisa”, comentó Landsea. Además, existe una “enorme diferencia” en el tamaño y tipo de daño que inflige Florence si permanece a 80 kilómetros de las costas que si se dirige inmediatamente a tierra, indicó Landsea.
La tormenta se debilitó el miércoles a Categoría 3 y hoy a una categoría más abajo, mientras que los meteorólogos esperan que continúe perdiendo fuerza a medida que se aproxima a tierra. Se ha apegado a la ruta pronosticada hasta el momento, pero el problema podría presentarse entre jueves y viernes, cuando se acerque a la costa y colapsen las corrientes conductoras.
“Llegará con fuerza a la costa la noche del jueves y dirá ‘no estoy seguro de querer hacer esto y solo daré una vuelta por la costa'”, dijo Jeff Masters, director de meteorología de Weather Underground.
Las corrientes conductoras -alrededor de sistemas de cielos despejados de alta presión y tormentosos sistemas de baja presión- cambian la trayectoria de los huracanes, debido a que los sistemas de cielos despejados actúan como murallas que las tormentas deben rodear. Y los pronósticos muestran que esas corrientes no le darán ninguna dirección a la tormenta hasta dentro de más o menos un día.
Masters dijo que hay un tira y afloje entre dos sistemas de alta presión, uno frente a la costa y otro sobre Michigan, y entre más domine el de los Grandes Lagos, más al sur empuja a Florence.
Y si Florence no fuera suficiente, hay otras tormentas que representan una amenaza. La tormenta tropical Olivia tocó tierra en Hawai y Filipinas se prepara para el tifón Mangkhut. Además, la tormenta tropical Isaac se acerca a las Islas de Sotavento, mientras que el huracán Helene, en el Atlántico, actualmente no representa amenaza. (La Nación)