14:00 – (Por Rubén Lasagno) – La acción intimidatoria, patotera y desafiante de Hugo Moyano, amenazando batir el caos si detenían a su hijo Pablo, hundió la poca credibilidad que tenía el gobierno de Mauricio Macri en el ejercicio real del poder.
No es casual el fallo del juez Carlos Corziglio por el cual denegó la detención del primogénito del líder camionero. Ahora, bastará con que el Consejo de la Magistratura ponga los ojos sobre la evolución patrimonial tanto del juez, como su familia y su entorno, para saber si la decisión fue por propia convicción, si se dejó amenazar por la patota sindical, si responde al paraguas K o le fue ordenado desde el gobierno nacional, para evitar un conflicto de magnitud contra el sindicato más poderoso del país.
Lo ciertamente objetivo es que el gobierno perdió la calle en manos del Sindicato de Camioneros. Esta acción de ceder el poder en manos de los Moyano, retrasa el afianciamiento del gobierno como autoridad y genera una zona gris donde es difícil distinguir quién tiene la razón y quién, verdaderamente, ostenta el poder.
El gobierno nacional ante la inminencia de una detención y las amenazas proferidas por el dirigente sindical de manera directa, pública y abierta, debiera haber previsto un fuerte operativo de seguridad social, teniendo en cuenta el grado de movilización que tiene Moyano, el nivel de impacto en la economía regional y nacional y dispuesto toda la Gendarmería nacional, los efectivos de la Policía Federal y los cuerpos operativos de las distintas fuerzas relacionadas, bajo un comando común, para asegurar la transitabilidad, la seguridad vial y el abastecimiento, por un lado y una fuerza con respuesta inmediata de acción ante los grupos revoltosos, deteniendo y encarcelando a quienes se revelaran en contra del orden público y de la autoridad constituida.
Minutos después de la puesta en escena del controvertido juez, Hugo Moyano salió encendido redoblando la apuesta en contra del presidente Macri y le ganó una pulseada crucial a la hora de medir fuerzas. Hoy el gobierno, debilitado y dubitativo, pretende transformar la decisión tomada por Corziglio en una suerte de mérito de la división de poderes, intentado que nadie piense que el magistrado puede haber actuado presionado por alguna de las partes; lamento decirles que esto es exactamente lo que la opinión pública piensa.
En Francia y en EEUU hubo planteos muy fuertes y paros de los sindicatos más poderosos, entre ellos los del transporte, para boicotear al país y en cada caso los gobiernos de turnos actuaron con mucha dureza para asegurar la transitabilidad, el abastecimiento y la seguridad de los ciudadanos. Nunca un Estado se puede dejar ganar una pulseada de este tipo, sin arriesgar su futuro y/o la gobernabilidad.
Si solo basta una bravuconada de un dirigente procesado por delitos de lavado y corrupción, para que el gobierno maniobre hacia otro lado, le recordamos al presidente Macri que hoy Moyano es funcional al kirchnerismo y la izquierda, porque todos ellos actúan en defensa propia y no de sus ideologías. Por lo tanto, si no es capaz de abortar estas amenazas puntuales, muchos menos se animará a combatir un frente que plantee por la vía de la violencia, la presión y el caos, expulsarlo del gobierno o hacerle perder credibilidad y apoyo, que es hacia donde apunta el sindicato de Camioneros con el acting que hicieron ayer junto al juez Corziglio.
Ahora falta la decisión de la Cámara donde el fiscal fue en recurso, para que se expida sobre la detención de Pablo Moyano. La gran pregunta ahora es ¿Qué hará Macri si sale la prisión preventiva del camionero? ¿Qué hará cuando el clan vuelva a usar la fuerza bruta del sindicato para imponerle condiciones? ¿Cómo actuará cuando nuevamente lo desafíen públicamente con parar el país y llenarle las calles de camiones y manifestantes, si la justicia toca a uno de ellos?; además en esta oportunidad y ante la debilidad demostrada ayer, es posible que se sume el kirchnerismo con el club del helicóptero a pleno, coronado con la izquierda obsoleta, vaga y revoltosa la cual aprovecha cualquier colectivo, con tal de ir en contra de las instituciones.
El dilema ahora se le planteará al gobierno, sobre si actuar y cómo actuar; solamente porque no tuvo la entereza (y algo más) de atacar el problema, no eludir la responsabilidad y evitar las decisiones que está obligado a tomar. A menos, claro, que el gobierno pueda “convencer” al Tribunal de alzada sobre la necesidad de mantener libre al dirigente, para conservar la paz social. Si es así, el precio que le está poniendo a la tranquilidad de los argentinos es tan alto, que nunca lograremos estar fuera del alcance de los miserables que nos acosan, solo para protegerse de no ir presos por lo delitos cometidos.
“Con los Moyano no van a poder“, es el lema que disparó Pablo al lelgar al país. ¿Un eslogan simplemente o un aviso de lo que está por venir. (Agencia OPI Santa Cruz)
El tema principal es saber quien organizó la “campaña mediática” diciendo que el juez iba a dictar la prisión preventiva de Pablo Moyano?
Solamente había un pedido de un fiscal y el juez era el que tenía que decidir al respecto. En caso de que hubiera decidido la prisión preventiva la misma hubiera sido apelada ante la Cámara.
¿Quien inventó todo el circo? ¿Quien generó la sensación de que lo iban a detener en Ezeiza apenas bajara del avión y que el sindicalismo se iba a oponer?
Ya hubo un hecho de desobediencia cuando el juez Martinez De Giorgi pretendió llevar por la fuera a Hebe de Bonafini para prestar declaración. Pero en este caso ni siquiera había una decision tomada sino que era una posibilidad
JAVIERFERRERO: no se quien carajo organizo todo esto pero de que los moyano son chorros a nadie le quedan dudas.y la inpresentable bonafidi tampoco es santa no se a que te refieres
No se mucho. Que los Moyano y la Bonafini son chorros está fuera de toda duda. Pero se presenta la NO detencion como un fracaso del gobierno cuando NO habia sido dictada la orden y no hacia falta amenazar con no cumplirla
PABLO BIOTTI : eso es muy cierto pido disculpa. a veces no interpreto bien las cosas. pero se aprende nunca es tarde
Muy simple, Luis MAJUL, la señora de Majuel es Maria Elizabeth CONTE GRAND, hermana del Procurador de la Provincia d Bs. Aires o sea, que Luisito es el CUÑADO, 2 + 2 = 4
Es un error, de la justicia argentina, seguir judicializando a corruptos, mafiosos y narcotraficantes con un solo juez al frente. Ya deberian poner una comisión de 7 jueces y enviar los pedidos de prisión a través de esa comisión, donde los 7 jueces son responsables en conjunto pero ninguno está solo frente a una amenaza o a una coima. Es mucho mas dificil amenazar, coimear o alinear a 7 a la vez.
Buenísima idea. También habría que ponerla en práctica para poner siete procuradores generales, de tal modo qeu cuando Conte Grand quiera amedrentar a los jueces par que obedezcan las órdenes de Macri, deba rendir cuenta a los otros seis. Es más difícil tener siete funcionarios del Ejecutivo apretando a la justicia, que a uno solo, y menos con los antecedentes de Conte Grand…
el gobierno NO perdió la calle, porque al no ser un gobierno populista nunca la tuvo. Ahora saturados de la ansiedad queremos que la justicia encierre a estos mafiosos….(como si estuviéramos en Alemania).No debemos olvidarnos que una GRAN PARTE DE LOS TRABAJADORES QUE LOS APOYAN TAMBIÉN SON MAFIOSOS, mucho mas los delegados y secretarios generales, pues ellos son concientes que no pagan aportes, “PAGAN UN PEAJE MAFIOSO” para seguir cobrando tres veces mas, que un doctor o un maestro, es decir llevarse un pedazo de torta mayor al que les corresponde. En esta mafiosa tranversalidad; siguen Jueces, Fiscales y abogados, empresarios y politicos. Toda esta joda tiene un precio alto, que LA PAGA EL QUE MENOS TIENE, pero que en la GÓNDOLA SE REFLEJA. La corrupción a la corta o a la larga perjudica a todos, pero principalmente a las nuevas generaciones
estoy muy de acuerdo con tu apreciación. me parece muy clarificadora.
Tengo entendido que el primer canal que dijo sobre la prisión de Moyano fue C5N, igual tendría que estar detenido, el juez es un chanta como los santacruceños