Elaskar aseguró que Báez lo “apretó” para quedarse con la financiera SGI

Elaskar aseguró que Báez lo “apretó” para quedarse con la financiera SGI

11:00 El ex dueño de La Rosadita buscó deslindar responsabilidad en una nueva audiencia del juicio oral por lavado

Por: Candela Ini
Federico Elaskar, el extitular de la financiera SGI, conocida por la ruta de dinero K, declaró ayer que fue presionado por el entorno de Lázaro Báez y que, desde entonces, la compañía tuvo “una presidencia de facto”.

“Apretaban en nombre de Lázaro Báez”, declaró Elaskar, refiriéndose al contador de Báez, Daniel Pérez Gadín, y Gustavo Fernández, en la cuarta audiencia del juicio oral por lavado de dinero. En este proceso se juzga a Báez y sus hijos, a Leonardo Fariña, Elaskar y Pérez Gadín, entre un total de 25 acusados, por el lavado de 60 millones de dólares.

Elaskar declaró durante dos horas. Intentó deslindarse de los hechos por los que se lo acusa y dijo que fue presionado por personas del entorno de Báez para que vendiera parte de la financiera con la que se sacó dinero a cuentas en el exterior. Luego dijo que fue estafado cuando la firma Helvetic compró la mitad de su financiera, SGI, y aseguró que desde 2011 en adelante “hubo una presidencia de facto” en la empresa.

Durante su relato, Elaskar aludió a la situación de prosperidad económica de su padre y dijo que le dio dinero para fundar su propia empresa. “En SGI no se movía un centavo por fuera de la ley”, dijo, y agregó que durante su gestión en la financiera no se manejaba dinero ilícito. En relación con las supuestas amenazas que recibió por parte del entorno de Báez, dijo que tuvo miedo y que durante el proceso de instrucción de la causa dos veces intentó suicidarse.

En otro tramo de su declaración, Elaskar reconstruyó el momento en que se acercaron a la financiera las personas que trabajaban para Báez. “Vinieron [Leonardo] Fariña y Pérez Gadín y el dinero pudo haber sido de ellos o de Báez, éramos privados. Báez era un desconocido en ese momento para mí, tuve que entrar en Google y buscar quién era”, relató.

Según declaró Elaskar, Pérez Gadín le habría dicho “o me das la empresa o te hago mierda el lunes”. Cuando finalizó esta frase, Pérez Gadín, presente en la sala, se río. “No se ría, Pérez Gadín”, le respondió Elaskar. El acusado se mostró furioso con los medios de comunicación y dijo que su empresa, donde se pudo ver en filmaciones a Daniel Pérez Gadín y a Martín Báez contando miles de billetes de euros y dólares con botellas de whisky y habanos sobre la mesa, “no era una cueva”.

La maniobra de lavado que se investiga en esta causa consistía en que el dinero ilícito -proveniente de la adjudicación irregular de obra pública a la empresa de Lázaro Báez- era llevado en bolsos a SGI, la financiera que montó una operación para sacar el dinero del país con la ayuda de un entramado de sociedades en Uruguay, Belice, Panamá, España, Estados Unidos, Suiza y Liechtenstein, donde se canalizaron los fondos. Luego esa plata fue reintroducida al país y blanqueada a través de la compra de títulos de deuda pública argentina, depositados en el banco Safra Sarasin.
Estos movimientos los describió detalladamente el arrepentido Leonardo Fariña en su declaración ante el juez federal Sebastián Casanello. Fariña comprometió a los demás acusados en esta causa y se encuentra bajo el régimen de protección de testigos. Quiere declarar en este juicio, pero quiere hacerlo “al final de todos”.

También finalizó su declaración indagatoria, que había sido iniciada en la audiencia de la semana pasada, Fabián Rossi, el exmarido de Ileana Calabró y exempleado de SGI. Rossi declaró que la UIF, que es parte querellante en el proceso, le ofreció convertirse en “arrepentido”. “Hace unos días una de las querellas, la UIF, le ofreció a mi abogado que yo declare como arrepentido. La verdad es que efectivamente estoy arrepentido, pero arrepentido de haber confiado ciegamente en quien me llevó a SGI [Gustavo Fernández]”, dijo.

Otro de los acusados que declararon en la audiencia de ayer fue Cristian Delli Quadri, un cadete de la empresa SGI. Desconoció los hechos que se le imputan y se quebró durante su declaración. Dijo que Pérez Gadín lo maltrataba y lo hostigaba. “Me llamaba Flash de manera irónica porque decía que yo era lento para hacer las cosas”, declaró.

En esta causa se encuentra imputada la expresidenta Cristina Kirchner. Casanello dictó su falta de mérito en esta causa hace dos semanas, al no encontrar prueba para procesarla por lavado de dinero. El delito precedente, es decir, las irregularidades en la adjudicación de obra pública a Báez, lo investigó el juez Ercolini en otra causa. (La Nación)

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