08:20 – En un giro que dejó atrás la inicial y cerrada negativa al tratamiento del proyecto, el presidente Mauricio Macri aseguró ayer que el Gobierno está “disponible” para iniciar un diálogo con la oposición y “modificar o ampliar” la emergencia alimentaria, propuesta por distintos bloques opositores y que será tratada hoy en sesión especial en la Cámara de Diputados.
Por: Jaime Rosemberg
“Si quieren ampliar o cambiar el proyecto, estaremos disponibles”, resaltó el jefe del Estado luego de una recorrida por las instalaciones del ferrocarril Belgrano Cargas, en la localidad santafesina de Oliveros. Macri sostuvo, de todos modos, que la “obligación primaria” sobre la cuestión alimentaria la tienen las provincias, la mayoría de las cuales están manejadas por referentes opositores.
“La emergencia está desde 2002 y hay herramientas suficientes para atender todas las cosas. Carolina Stanley (ministra de Salud y Desarrollo Social) está siempre ayudando a los que tienen la obligación primaria, que son los gobernadores. Estamos siempre para asistirlos”, afirmó Macri durante un contacto con medios de prensa santafesinos, luego de la recorrida, de la que también participó el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.
Las declaraciones de Macri van en línea con la decisión, anticipada por LA NACION en su edición de ayer, de no trabar en la instancia legislativa las iniciativas que plantean la emergencia alimentaria, aunque sí buscar “exponer” a la oposición y su “uso político de la pobreza”, según las declaraciones de los ministros Alejandro Finocchiaro (Educación) y Patricia Bullrich (Seguridad), entre otros, desde que se conocieron las alternativas de la embestida opositora. “Esto no es Biafra, no estamos en una situación tan desesperante, hay una utilización política y lo vamos a dejar en claro”, afirmaron a LA NACION desde el interbloque Cambiemos en la Cámara baja.
En esa línea, y luego de la reunión que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostuvo con referentes legislativos del oficialismo, desde la Casa Rosada enfatizaron el alto costo fiscal de las iniciativas del kirchnerismo y de otras fuerzas, que proponen un aumento del 50% “como mínimo” de las partidas destinadas a alimentación y nutrición para comedores, merenderos y entidades encargadas de la distribución de alimentos.
“Hay que dar quorum, votar a favor o en contra, pero que se debata. Sería una locura no hacerlo”, opinaron cerca del presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, una postura que también suscribió la Casa Rosada ayer. “La idea es tener una sesión tranquila y sin incidentes. Además, este aumento lo va a terminar pagando el gobierno que viene”, enfatizaron desde el bloque oficialista, sin demasiada esperanza en revertir los resultados de las PASO.
Durante su estadía de pocas horas en Santa Fe, y en su intento de dar “alivio a los bolsillos de los argentinos”, Macri ratificó además su intención de impulsar un bono de $5000 para los trabajadores del sector privado. Ante las primeras críticas -desde la Unión Industrial Argentina (UIA), José Urtubey afirmó que “muchas empresas no lo van a poder pagar”- el Presidente fue enfático en su pedido de ayuda.
“Confío en que los industriales van a poner el hombro y hacer su aporte. Pensemos que desde abril ha sido muy difícil llegar a fin de mes”, aseveró el Presidente. El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, ya comenzó a dialogar con las empresas, aunque se aguardarán los datos de inflación de agosto (que se conocerán hoy) para avanzar en la negociación. En Oliveros, Macri anunció la renovación de 800 kilómetros de vías del Belgrano Cargas. “Significa empleo, presente y futuro”, afirmó. Y reiteró que su objetivo es “llevar tranquilidad y estabilidad a la mesa de los argentinos”.
Faltazo
Contrariamente a lo anunciado en las gacetillas oficiales distribuidas por Presidencia durante la mañana, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, no participó de la recorrida junto a Macri.
Cerca del mandatario santafesino explicaron que “la invitación llegó ayer muy tarde, y el gobernador ya tenía compromisos vinculados con el Día del Maestro”. Desde el gobierno socialista explicaron que “no hubo mala predisposición”, que la Casa Rosada conocía la negativa del gobernador y que se trató simplemente de un “tema de agenda”, más allá de las renovadas críticas que hizo Macri a la pelea de su gestión contra el narcotráfico en la provincia, que el socialismo maneja desde 2007. (La Nación)