El Estado se quedaría con más del 53% mientras el productor perdería plata

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Por: Fernando Bertello

El Estado se quedaría con más del 53 por ciento del ingreso que generará una hectárea de soja en 2020 mientras que el productor con un rinde promedio perdería plata.

Así lo señala un informe que realizó Néstor Roulet, productor y exsecretario de Agregado de Valor. Roulet consideró una producción de soja de 55 millones de toneladas y un rinde promedio de 3,5 toneladas por hectárea. Esto para una producción de 500 hectáreas en campo propio a 280 kilómetros de los puertos de Rosario.

El trabajo consigna, además de las retenciones actuales y las que el Gobierno se aseguró poder aplicar con el aval del Congreso (33% en soja), la carga tributaria del Inmobiliario Rural con un promedio actual de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, sin incluir nuevas subas.

“Con una producción estimada de 55 millones de toneladas para la campaña 2019/20, podemos estimar el ingreso de dólares al país por el complejo sojero donde el Estado (nacional, provinciales y municipales) recaudará más de 10.000 millones de dólares a pesar que la producción tendrá una pérdida de 623 millones de dólares”, señala el reporte.

En rigor, para Roulet por cada hectárea de soja se generará un ingreso bruto de US$1225 por hectárea. De ese número, 654,36 dólares por hectárea, o una participación del 53,41 por ciento, corresponderá al Estado en todos sus niveles.

Según el trabajo, el aporte de retenciones por hectárea será en soja de 404,25 dólares por hectárea. Esto irá a parar al Estado nacional. En tanto, luego habrá que sumar otros 250,11 dólares por hectárea incluyendo puntos como el impuesto al cheque, Ganancias, Bienes Personales, el Inmobiliario Rural, tasas viales, entre otros.

En el informe se detallan gastos portuarios de 22,75 dólares por hectárea y un gasto de producción de 580,28 dólares por hectárea. Este último punto significa una participación del 47,37 por ciento sobre el ingreso bruto de la hectárea de soja.

En detalle, en el rubro gastos de producción se considera tanto las labores como insumos hasta costos de cosecha, comercialización e infraestructura.

De acuerdo al análisis, el productor se quedará con la peor parte. Sobre un ingreso de US$1225 por hectárea de soja, descontadas las retenciones y gastos portuarios ese número se achica a US$798 por hectárea. Luego, restando el gasto de producción (US$580,28) y el costo impositivo de otros tributos (US$250,11 por hectárea) el número final para el ingreso del productor en realidad termina siendo una pérdida de 32 dólares por hectárea.

Cuando el Estado se queda con el 53,41 por ciento del ingreso de una hectárea, para el productor la participación en el ingreso en términos porcentuales es negativa en 2,64 por ciento. En valor, para la producción la pérdida sumará US$623 millones.

“De los 19.250 millones de dólares que ingresarán al país por el complejo sojero de la campaña 2019/20, más de 10.000 millones van a parar a las arcas de los Estados nacional, provinciales y municipales, mientras la producción pierde 623 millones de dólares. La pérdida del 2,64 % de la producción se debe al aumento de la presión impositiva por el incremento de los derechos de exportación desde que asumió el nuevo Gobierno, ya que pasó del 24,7 % al 33 %”, explicó Roulet.

Agregó que mientras ahora el resultado para el productor da una pérdida, hace un mes atrás, con los anteriores derechos de exportación podía apunta a un resultado positivo de 119 dólares por hectárea. (La Nación)

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