La dictadura china usa al coronavirus para silenciar, negar y desaparecer gente. El peligro de que los populismos también se sientan tentados

Allanamiento en Misiones, en la casa de una mujer que había propagado información falsa cobre el coronavirus

Hoy Infobae replica una nota del Daily Mail, quien detalla las dramáticas historias de Fang Bin, Chen Qiushi, Ren Zhiqiang y Xu Zhangrun, ciudadanos comunes de China que expusieron al Gobierno de Xi Jinping y terminaron confinadas, secuestradas, muertas o desaparecidas, con el fin de acallar voces críticas al régimen sobre el brote del coronavirus.

El diario indica que alrededor de 5.100 personas fueron arrestadas por compartir información en las redes sociales, en las primeras semanas del brote. Los arrestados son etiquetados como “enfermos”, excusa fundamental para que el Estado los pueda colocar en “cuarentena” y de allí en adelante pierden contacto con familiares, amigos y el entorno social, mueren, desaparecen o son torturados.

Así actúa el régimen comunista, una de las dictaduras más feroces del planeta, que el kirchnerismo admira pero quien en sus discursos “rechaza los imperialismo” (¿?), fue parte de los más grandes negocios durante el macrismo y hoy sigue siendo la piedra basal de los negocios multimillonarios del gobierno de Alberto Fernández. Es el régimen que inspira a las dictaduras de Maduro y los Castro y China sin duda es, además del país con mayor poder económico en el mundo, el más asesino de su propia población, donde la vida de cualquier ciudadano que hable mal del alienado Xi Jinping, es erradicado, muerto o desaparecido sin juicio previo (y menos justo). Ese país es la matriz que miran y copian muchos populismos del mundo (entre ellos el argentino) para cercenar derechos, aumentar el poder de coerción, persecución y arresto y silenciar voces, anular espacios críticos, actuar a través del miedo y de a poco instalar la voz única del Estado, hoy en relación al coronavirus, mañana sobre cualquier cosa que incomode al poder de turno.

La nota del Daily Mail (republicada por Infobae)

Los disidentes están siendo etiquetados como enfermos para que el gobierno pueda ponerlos en cuarentena médica. Y las aplicaciones de salud utilizadas por decenas de millones de personas para demostrar que están libres de coronavirus se utilizan para vigilar los movimientos de las personas y reforzar el control, prosigue el informe sobre la realidad de los perseguidos en China, con la excusa del coronavirus.

“La temible llamada a la puerta de Fang Bin llegó después del anochecer. Afuera había dos hombres con trajes de protección que le dijeron al empresario Fang Bin que habían venido a llevarlo a la cuarentena médica. Pero el comerciante textil, un hombre desgarbado de unos 40 años, no estaba enfermo y los hombres de fuera de su apartamento en Wuhan no eran médicos. Eran oficiales de policía que se enfrentaban a una amenaza con la que el Partido Comunista Chino había estado lidiando tan ferozmente como el propio coronavirus – gente común que valientemente expone la verdad sobre el brote y se niega a callar”, escribió George Knwoles en el medio británico este domingo.

El “crimen” que supuestamente había cometido Fang fue publicar un video que mostraba personas muriendo por el virus y las bolsas para cadáveres apiladas fuera de un hospital claramente abrumado por las bajas en un momento en que China insistía en que el virus estaba bajo control. Fue visto 200.000 veces antes de que los censores lo quitaran.

Fang apeló a la ley y exigió una orden de registro a los oficiales que venían a buscarlo… Entraron por la fuerza y se lo llevaron para interrogarlo. Le ordenaron que dejara de difundir “rumores” sobre el virus, le confiscaron su computadora y lo liberaron. Pero la pesadilla siguió, una semana después, el 9 de febrero, cuando Fang publicó otro video, esta vez con un rollo de papel con las palabras: “Los ciudadanos se resisten. Devuelvan el poder al pueblo”, la policía del régimen regresó. Hace dos meses que nadie sabe nada de él.

Fang, movido por el inimaginable horror de lo que estaba sucediendo en su ciudad natal, es uno de los tres denunciantes desaparecidos por el gobierno chino por haber expuesto la aterradora magnitud del brote de Covid-19.

Los grupos de derechos humanos creen que el Fang, el abogado Chen Qiushi y el ex reportero de la televisión estatal Li Zehua están siendo torturados y obligados a escribir confesiones en centros de detención extrajudiciales donde, en tiempos más normales, la policía china aterroriza secretamente a los abogados y activistas que se consideran enemigos del Estado.

En su investigación de este domingo, el Daily Mail denuncia “una cínica y orquestada campaña del régimen chino para detener el debate sobre el virus en el país de 1.400 millones de ciudadanos. “Cientos de ciudadanos comunes están siendo detenidos y multados por mensajes inocuos en línea sobre colas en los hospitales, escasez de máscaras y la muerte de familiares”, asegura el medio británico.

Según detalla, la represión sin precedentes comenzó con las amenazas al doctor Li Wenliang y a otros siete médicos por enviar mensajes a sus colegas el 30 de diciembre advirtiéndoles sobre el brote de una enfermedad similar al SARS en el Hospital Central de Wuhan y aconsejándoles que usaran ropa protectora.

Li se vio obligado a firmar un documento policial en el que afirmaba que había “perturbado gravemente el orden social” e infringido la ley antes de volver a trabajar en el Hospital Central de Wuhan, donde murió de Covid-19 el 7 de febrero, lo que desencadenó el dolor y la indignación en toda China.

La injusticia con la que había sido tratado Li se transformó en una protesta nacional en la que el hashtag #wewantfreedomofspeech (queremos libertad de expresión) fue compartido dos millones de veces en el espacio de horas.

Pero unos tuits no cambiarron el curso del régimen, embarcado hace tiempo en un despiadado endurecimiento del control de las redes sociales.

Un día antes de la muerte de Li, el abogado Chen Qiushi – cuyos videos de escenas caóticas en los hospitales de Wuhan con víctimas de coronavirus tendidas en pasillos fueron compartidos con una audiencia de más de 400.000 seguidores de YouTube y 250.000 de Twitter – desapareció. A su familia le dijeron al día siguiente que estaba en cuarentena médica en un lugar no revelado.

Antes de su desaparición, Chen se dio cuenta de que la policía los buscaba y dejó un mensaje inquietante: “Mientras esté vivo, hablaré de lo que he visto y oído“. No tengo miedo de morir. ¿Por qué debería temerle a usted, Partido Comunista?”. Desapareció días después.

La tentación del populismo argentino de mantenernos bien cercados, aislados y controlados socialmente con el argumento del coronavirus

Tres semanas después, Li Zehua, de 25 años, un reportero de la televisión estatal china que se rebeló para informar sobre el verdadero número de muertos en Wuhan, transmitió en directo su propio arresto cuando agentes de policía vestidos de civil llegaron a su hogar.

“Se cree que los tres se encuentran en centros de detención secretos, una forma siniestra de encarcelamiento extrajudicial que los funcionarios describen como “vigilancia residencial en un lugar designado“, explica el Mail.

Todos los desaparecidos corren un riesgo muy alto de ser torturados, y lo más probable es que traten de obligarlos a confesar que sus actividades fueron delictivas o perjudiciales para la sociedad”, explicó a este medio Frances Eve, subdirectora de investigación de la organización de vigilancia china Chinese Human Rights Defenders (CHRD)

Los centros de detención secretos suelen albergar a disidentes como activistas de derechos humanos y abogados. “En la mayoría de los casos que hemos rastreado, la gente que entra ha sido torturada. No tienes acceso a tu abogado o a tu familia o a nadie fuera de la policía”, grafica Eve.

El régimen no habló nunca de ninguno de estos casos. De hecho, el embajador chino en los EEUU, Cui Tiankai, fue interpelado dos veces en TV sobre el destino de Chen Qiushi “No he oído hablar de esta persona… no lo conocía entonces, y no lo conozco ahora”, dijo ofuscado..

La única persona desaparecida sobre la que China ha hecho algún comentario oficial es el multimillonario magnate inmobiliario Ren Zhiqiang, de 69 años, que desapareció en marzo después de llamar al presidente Xi Jinping “payaso”, por haber manejado mal el brote del virus.

Semanas después de su arresto, Beijing anunció que Ren estaba siendo detenido por “graves violaciones” de la ley y de las normas del Partido Comunista.

La sofocación de cualquier crítica al manejo del brote por parte del gobierno chino se extiende a todos los niveles de la sociedad. La policía anunció públicamente el 21 de febrero que había intervenido y penalizado a la gente en 5.111 casos de “fabricación y difusión deliberada de información falsa y perjudicial” sólo en las primeras semanas de la crisis.

Todo el dolor y el miedo que los chinos sentían en las primeras semanas del encierro han sido eliminados de Internet por el gobiernoDetuvieron a personas y las castigaron y enviaron advertencias a la gente para que guardaran silencio y no compartieran lo que experimentaron“, afirmó Eve.

China insiste en que millones de personas en las ciudades afectadas por el Covid-19 utilicen aplicaciones para teléfonos inteligentes con un código de barras para mostrar si están libres de infecciones. Sin embargo, la aplicación accede a otros datos personales y puede utilizarse para aumentar el grado de control social a través de la tecnología.

Pioneros en la denuncia contra el régimen chino, Human Rights Watch China, insiste en que el COVID-19 se transformó en “un pretexto muy conveniente para que un régimen autoritario silencie a la gente y le niegue sus derechos”.

Argentina y el mundo

En nuestro país tenemos un gobierno con gran tendencia a la idealización de los regímenes autoritarios y dictaduras tercermundistas, entonces, sabiendo que los malos ejemplos cunden en el mundo y hay cierta complexión a hacer imitaciones berretas de conductas que les aseguren perpetuidad en el poder, es preciso y necesario que la sociedad esté atenta a las actitudes hostiles, autoritarias de los gobiernos, tanto nacional como provincial, para que no se excedan en el cumplimiento de las potestades que les da la emergencia.

El 23 de marzo de este año, el área de “Ciberdelincuencia del Ministerio de Seguridad” allanó el domicilio desde el que según los investigadores se originó un mensaje difundido y viralizado en WhatsApp, sobre un falso decreto del Poder Ejecutivo que disponía una cuarentena desde el lunes anterior por el Covid-19. El mensaje señalaba que dicho decreto había sido publicado en el Boletín Oficial. En misiones, allanaron la propiedad de una mujer por propagar noticias falsas. En principio está bien que se desactiven este tipo de “operaciones” en tiempo de crisis, pero cuidado, que esto no derive en una persecución a casos menos importantes, que pueden ser solo opiniones o algún tipo de manifestaciones en contra del secretismo alrededor de la pandemia, como ocurre en China. (Agencia OPI Santa Cruz)

spot_img

Suscribité al Newsletter

Más Noticias

- Publicidad -spot_img

Más Noticias

3 COMENTARIOS

  1. Si dejamos que estos KKs nos cocinenn en el caldo, en poco tiempo estaremos como China le vamos a tener que pedir permiso hasta para comer

  2. Pensar que estos tipos admirana. China en el gobierno,,,, ¡mamitaa!, si este es el mejor ejemplo que tienen ¡lo que nos esperanno!!

  3. Muchos de acá lo putean a Trumph , critican a los EEUU , pero los gringos tienen muchos defectos, pero ellos son libres de publicar en las redes, todos se ruborizan por la cantidad de muertos en EEUU , elogian a Putin, resulta que ahora saltó que en Rusia se les está escapando de las manos el coronoavirus , los chinos, vendiendo basura al mundo para detectar el virus ( millones de test devueltos ) ropa que Francia les mandó de vuelta por ser menos que papel crep , desapareciendo a la gente que hizo conocer la magnitud de la pandemia , pero…en Argentina los admiradores del regimen, lo son por el solo echo de ser anti EEUU , porqque ninguno se va a vivir a China y en lo posible visitan los Mall de Miami , regimenes socialistas que antes que un enfermero , te manda a la policia . Lei que la mayor cantidad de muertos en EEUU son de la comunidad Judía , porque se siguen amontonando en las Sinagogas, fiestas y cada vez que muere uno por ccoronavirus, van todos al velorio , costumbres que no se las pueden sacar. Un poco de todo, me gustaria saber los pro Putin que dicen ahora, cuando decian que no tenian infectados , dato mata relato, los rusos están hasta las manos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí