Según publica Clarín Se tratan de adelantos transitorios. Tras la elevada emisión para financiar la pandemia, intenta enviar señal de moderación. Busca reducir más la brecha entre el dólar oficial y los dólares paralelos, que ronda el 90%
Por: María Iglesia
Martín Guzmán parece decidido a seguir aplacando la “ansiedad” en la economía y envió una señal a los mercados: que en lo que queda del año no solicitará más asistencia al Banco Central, tras la elevada emisión que se hizo en la primera parte del 2020.
“El Ministerio de Economía anuncia que durante noviembre y diciembre no se solicitarán asistencias del Banco Central al Tesoro en forma de adelantos transitorios, tras las cancelaciones efectuadas en los últimos días”, se explicó en un comunicado enviado este lunes, antes de la apertura de los mercados.
En los últimos días, Guzmán anunció que devolvía unos $ 100.000 millones en adelantos transitorios que había recibido durante 2020 para financiar la asistencia que se puso en práctica por la pandemia. Si bien representa un 5,8% del total del total emitido desde el Banco Central en el año, el mercado lo tomó como una señal de buscar moderación.
En lo que resta del año, quedan vencimientos en pesos con el sector privado que en EcoGo calculan en $ 525.000 millones. A esto se suma el déficit fiscal, por lo que las necesidades de pesos en el último bimestre para Guzmán llegan, según la estimación que se haga, a entre $ 1 billón y $ 1,5 billones, pronostican en GMA Capital y en Quantum Finanzas, consultora de Daniel Marx.
El economista Fernando Marull identificó que el comunicado hace referencia a “adelantos transitorios”, pero que aún quedan unos $ 400.000 millones de “utilidades” del Banco Central que podría transferir al Tesoro para cerrar las necesidades de financiamiento en 2020.
Las opciones que tiene Economía son bonos dólar link, bonos ajustados por CER y, según lo anunciado, un bono en dólares ley local, por 750 millones de dólares
Desde el Ministerio de Economía dijeron que para cerrar el financiamiento, “en cuanto a la política financiera para el cierre del año, se apunta a renovar la totalidad de los vencimientos de capital e intereses y obtener financiamiento neto de mercado por hasta un 10% respecto al total de vencimientos de dicho período. Cualquier incremento de financiamiento neto que supere ese umbral será destinado a reducir adicionalmente el nivel de asistencia del Banco Central”.
Es decir que se pretende conseguir financiamiento en el mercado para pagar los vencimientos en pesos y un 10% más para cubrir las necesidades hasta fin de año, además de lo que ingrese por recursos fiscales.
La pregunta que surge es si, con esos recursos, será suficiente para renovar los vencimientos de deuda en pesos por unos $ 525.000 millones y, además, conseguir los recursos para cubrir el déficit fiscal, que los privados lo estiman entre otros $ 500.000 millones, como mínimo.
“Estamos buscando que la brecha vaya a 0, ahora está en el 90% y creemos que si baja a niveles del 50/60% sería más adecuado”, expresó Guzmán este domingo en una entrevista televisiva.
Tras la escalada de los dólares paralelos, que llevó a la brecha a tocar el 140%, la semana pasada se la redujo a 90%. Pero la intención es ir por más.
Es que la brecha cambiaria elevada, además de frenar tomas de decisiones relevantes para la economía (que hacen que ingresen menos dólares aún a las reservas), es además un tema en los intercambios con el Fondo Monetario Internacional, según pudo saber Clarín.
El resto del comunicado
“Durante este año la gestión fiscal ha sido afectada por los severos impactos de la pandemia manifestados en la contracción de los ingresos públicos y en urgentes e ineludibles necesidades de gastos. Frente a la imposibilidad de acceder al financiamiento a través del mercado de capitales, el mayor déficit fiscal significó un aumento de los requerimientos de asistencia financiera por parte del Banco Central”, se reconoció en el comunicado oficial de este lunes.
“Las autoridades se mantuvieron conscientes de la necesidad de encarar, cuando fuera posible, acciones de corrección de esos desbalances, que iniciaran un sendero sostenido de consolidación y aliviaran la presión sobre la política monetaria. En la misma dirección, se fueron ejecutando acciones para afirmar y desarrollar mecanismos de financiamiento en el mercado local”, se añadió.
Es por eso que “en los últimos meses, la paulatina y aún incipiente recuperación de la actividad económica ha repercutido positivamente en la recaudación impositiva, mientras que el financiamiento en el mercado interno ha permitido renovar vencimientos y captar recursos netos. Se han creado así las condiciones para poder establecer con mayor certidumbre el sendero fiscal hacia el final del año”.
“Esta adecuación de las políticas presupuestarias, que supone continuar protegiendo a los sectores de la sociedad que permanecen en estado de vulnerabilidad, permite avanzar en la agenda de normalización del financiamiento del sector público. De este modo, se contribuye a crear un puente de previsibilidad entre la ejecución presupuestaria del corriente año y el presupuesto 2021, que contempla una considerable reducción de las necesidades de financiamiento y del crédito del Banco Central al gobierno”, concluye. (Clarín)