(OPI Chubut) – Marineros nucleados en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) encabezaron –durante varios días- una protesta impidiendo el ingreso al puerto de Comodoro Rivadavia: el motivo fue solicitar que la modificación del protocolo sanitario que les impedía descender de los buques. Tras reiterados hisopados y controles algunos de ellos alcanzaron los 2 meses sin poder salir.
La tensión con los manifestantes se incrementó hasta que llegaron a un acuerdo –mediante la intervención de un comité de crisis integrado por referentes portuarios y gremiales. Considerando la actual situación epidemiológica de la ciudad, luego de cumplir los 14 días de cuarentena los marineros quedarán liberados; además se continuará tomando temperatura ante ingresos y egresos y firmando la declaración jurada correspondiente informando si cuentan con algún tipo de síntoma compatible con Covid-19.
Así los trabajadores podrán ver a sus familias sin restricciones como las que venían cumpliendo. En otras localidades de la provincia ya se venía aplicando este protocolo pero la excepción era la ciudad de Comodoro Rivadavia, de manera que cada vez que subía una nueva persona al barco, todos los trabajadores tenían que ponerse en cuarentena sin poder descender. Desde ahora no deberán practicarse el hisopado y además podrán concurrir al domicilio junto a su familia.
Marineros, entre la sensibilidad y el estigma
Estos trabajadores suelen ser blanco de acusaciones quizás infundadas y cargan con el estigma de haber sido su sector uno de los mayores propagadores de casos de Covid en la ciudad petrolera. Solo basta con hacer mención al término “marineros” para que la sensibilidad active el reclamo popular tras la estela que dejó el Santorini en junio.
Por entonces, la ciudad petrolera sostenía una estricta cuarentena con apenas un par de casos no fatales. Pero la propagación se descontroló con la llegada al puerto local –el 4 de junio- del pesquero Santorini, cuya tripulación al descender en Comodoro, habría generado 40 casos positivos de Coronavirus, luego de que se reportara el primero de ellos en Rawson.
Ante el descontrol generalizado y sin un programa sanitario de contención, la justicia debió intervenir. El fiscal federal de Comodoro Rivadavia Norberto Bellver, acusó a la tripulación de violar el artículo 205 del Código Penal y haber desatado la cadena de contagios de Covid-19 en Chubut. La acusación también alcanzó a las autoridades portuarias sobre quienes debía determinarse el incumplimiento de funcionario público si se comprueba que no se intervino en base a los protocolo.
Contagios, marineros y una cadena sin fin
Hubo más de doscientos infectados –vinculados a los marineros- no solo en la ciudad petrolera donde amarró la embarcación sino también en Trelew, Rawson y Puerto Madryn, hacia donde se habrían desplazado algunos de los imputados antes de ser detectados como positivos. Todos tuvieron una gran cantidad de contactos estrechos y fueron de los primeros casos en toda la provincia que hasta entonces solo había tenido contagios aislados.
La crónica dice que el 12 de junio se confirmó que ocho tripulantes tenían COVID-19 luego que un maquinista que había bajado y se había trasladado a Rawson también era positivo. A partir de ese momento se inició un rastreo de los contactos estrechos de toda esa tripulación, y hasta se produjo el episodio donde un concejal comodorense sugirió que hisoparan hasta las prostitutas que hubieran tomando contacto con los navegantes.
La causa preocupa y continúa hasta hoy, trascurridos más de 5 meses del episodio. (Agencia OPI Santa Cruz)