Para este año se espera que el índice de precios termine con un incremento del 36%. El dólar informal arrancó en $ 77 y hoy llega a $ 148.
Por: Annabella Quiroga
En la carrera de 2020 el dólar blue le saca dos vueltas de ventaja a la inflación. Desde el arranque del año hasta la primera quincena de diciembre subió 92% y no se espera que se descarrile demasiado en los diez días hábiles que faltan para que termine el año.
En cuanto a los precios, hasta octubre la inflación acumulada llegaba a 26.9%. Mañana martes se conocerá el dato de noviembre, que según las consultoras rondará el 3%. Y según el relevamiento de expectativas del mercado del Banco Central, el año terminará con una inflación del 36%.
“Este año va a subir casi 100% el blue y la inflación va a ser 37%, y el año que viene el mercado descuenta 50% de inflación. El blue en 2020 año subió por la inflación de este año y la del año que viene”, indico el economista Fernando Marull, director de la consultora FMyA.
El blue subió más que el resto de los dólares. Pasó de $ 77 el 2 de enero a los $ 148 actuales. Empezó a escalar a partir de abril, cuando el efecto de las medidas sociales por la pandemia y la cuarentena llevaron a una mayor emisión de pesos y a la vez el aislamiento dejó más dinero disponible para destinar al dólar. Hizo un primer pico el 15 de mayo, cuando tocó los $ 138, y otro el 23 de octubre, cuando llegó a $ 195, ya con las mayores restricciones que fijó el cepo cambiario sobre el dólar oficial. Desde entonces empezó a desandar la escalada y desde el 4 de diciembre se mueve por debajo de los $ 150.
Con este recorrido el blue les ganó cómodo al resto de los dólares. El dólar ahorro subió 75%, pasó de $ 82 a $ 144. Y los dólares financieros, tanto el MEP como el contado con liqui, aumentaron 79%.
En la desaceleración del blue en el último mes del año influyeron motivos estacionales. “Todos sabemos que la demanda estacional de pesos es alta en diciembre y en enero y después, a partir de febrero empieza a bajar y la presión cambiaria empieza a subir”, dice Marull.
También influyen en esta pax cambiaria ciertas medidas del Gobierno. “Cambiaron las señales un poco: intervinieron el mercado del contado con liqui, pusieron más cepo para frenar la caída de reservas y dieron alguna señal fiscal. Hoy tenemos que el Banco Central vende reservas pero con un goteo. Los depósitos en dólares empezaron a levantar y la demanda estacional de pesos y la señales fiscales por ahí son un poquito mejor. Eso es para el corto plazo. Para adelante falta mucho para erradicar una corrida cambiaria”, apunta el economista.
¿Cómo se moverá la inflación de ahora en más? La consultora LCG estima que hacia adelante habrá “una velocidad crucero de 3,5% de inflación mensual. El Gobierno entra en un nuevo año sin un plan anti inflacionario. 2021 vendrá con una inyección adicional de pesos que convalida una inflación que ya proyectamos en al menos 55% anual”.
Para frenar la escalada, una de las alternativas es que el Gobierno apueste a una política ortodoxa. En este caso, según LCG, “la política anti inflacionaria tenderá a guiarse por la dominancia monetaria dado el contexto de imposibilidad de recurrir a financiamiento externo y considerando el pequeño mercado doméstico, lo que impactará en el ritmo de recuperación”.
Otra opción sería usar al tipo de cambio como ancla. “Pero eso genera un sesgo antiexportador, máxime considerando que, en el mejor de los casos, al tipo de cambio real no le sobra nada”, remarca LCG.
“Una alternativa extrema podría ser la dolarización, pero hoy es impracticable. No hay reservas en el BCRA”, plantean. Si todo sigue como si nada “eso generará distorsiones más profundas de cara al período 2022-23”.
El trasfondo de la carrera entre el dólar y la inflación para 2020 se juega en gran parte en torno a las reservas. Desde Ecolatina señalan que en la entrada a 2021 la economía está “un poco menos golpeada, e incluso hay algunas perspectivas de recuperación por el lado real”. Lo preocupante es que el stock de reservas netas está por debajo de los US$ 4.000 millones, lo que “provoca mucha incertidumbre”.
Bajo la hipótesis de que la campaña de vacunación contra el Covid será rápida y efectiva, “la suerte del año próximo dependerá de la batalla cambiaria: si la corrida no frena y hay una devaluación, las tibias señales de mejora desaparecerán una vez más; en cambio, si la estrategia del Banco Central termina siendo exitosa y se evita el salto del dólar oficial, es probable que la recuperación se fortalezca mes a mes”. (Clarín)