La muerte de Alberto Nisman: al rechazar un pedido de Diego Lagomarsino, instan a acelerar la definición del caso

Por: Hernán Cappiello

Según publica La Nación La Cámara Federal rechazó un incidente propuesto por la defensa de Diego Lagomarsino, procesado como partícipe necesario en la muerte del fiscal Alberto Nisman, pero uno de los jueces del tribunal reclamó que se cumpla con la ley que establece que la instrucción de una causa no puede seguir indefinidamente y que el tribunal debe controlarlo.

El juez que así votó es Eduardo Farah, recientemente reintegrado al tribunal luego de que se retrotrajo su traslado de un tribunal oral en San Martín. Farah se sumó a lo resuelto por sus colegas Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia en cuanto a que no correspondía hacer lugar al testimonio del perito que reclamaba la defensa de Lagomarsino, pero sumó sus propios argumentos para reclamar por el tiempo que lleva la instrucción del caso.

Dijo Farah que “sin desconocer la complejidad de la investigación” se ha superado el plazo que establece el Código Procesal para la instrucción (investigación) de la causa que es de cuatro meses desde el momento de la indagatoria de Lagomarsino.

A partir de ese planteo instó a que el juez que lleva el caso, que es Julián Ercolini, forme un incidente, escuche a las partes sobre los motivos por los cuales la instrucción se dilató, y comunique la situación a la Cámara para que autorice la prórroga del plazo de la instrucción y controle las razones que el juez esgrima para solicitar esa extensión de tiempo.

La opinión de Farah quedó en minoría

El principal acusado por la muerte de Nisman es Lagomarsino, procesado como “partícipe necesario” del supuesto crimen. Para la Justicia, Lagomarsino no lo mató, pero fue quien, “en virtud de un plan previamente acordado”, aportó el arma con la que se produjo el disparo sobre Nisman. Para la Cámara Federal, la idea era, gracias a esa arma “amiga”, simular un suicidio. Con quién acordó Lagomarsino ese supuesto plan y por qué son datos que tampoco están en el expediente.

Experto en informática, Lagomarsino trabajaba para Nisman. Estaba contratado por la fiscalía especial que Nisman dirigía, destinada a investigar el atentado a la AMIA, pero tenía un régimen sui generis: no iba a la oficina, hacía trabajos particulares para el fiscal y hasta figuraba como titular de una cuenta en dólares, no declarada, que Nisman tenía en Estados Unidos, en el banco Merrill Lynch, con su madre y su hermana. El origen de los fondos de esa cuenta es objeto de otra investigación.

En lo que hace Lagomarsino, fue indagado en noviembre de 2017, la investigación sigue abierta y está delegada en el fiscal Eduardo Taiano. Su situación no fue elevada a juicio oral. (La Nación)

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