La Argentina es uno de los países con mayor carga burocrática de la región

AFIP - Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz

Según publica La Nación Una empresa destina casi 800 horas al año a cumplir con los trámites y regulaciones exigidas por el Estado.

Por: Martín Klajnberg

La cantidad de requisitos legales, tributarios y burocráticos que una empresa –pequeña, mediana o grande– debe enfrentar en la Argentina suele ser una traba que limita su crecimiento y desarrollo. En ocasiones, el empresario a cargo destina la mayor parte de su tiempo a trámites administrativos, lo que limita su posibilidad de expandir su negocio.

De acuerdo al Índice de Burocracia en América Latina 2021 (IB-Lat) elaborado por el Centro Latinoamericano de Atlas Network, una pequeña empresa en la Argentina debe realizar 48 trámites para cumplimentar con los requisitos de administración del empleo, de impuestos y otros específicos de cada sector. Esto implica destinar 794,6 horas al año a estas obligaciones, poco más de tres horas por día laboral al cumplimiento de los requisitos establecidos por el Estado.

El índice, construido por Atlas Network en colaboración con la Fundación Libertad, incluye trámites asociados a la gestión de los salarios, el pago de impuestos y contribuciones, los trámites exigidos por la seguridad social y la administración de las contrataciones, entre otras regulaciones.

A nivel regional, la Argentina se ubicó solo por detrás de Venezuela, cuyo índice señala que son necesarias más de mil horas al año para cumplir con los requerimientos gubernamentales.

De acuerdo al informe, los trámites asociados a la administración del empleo consumen prácticamente la mitad del tiempo exigido por la burocracia estatal. El conjunto de requerimientos vinculados con los salarios, las contribuciones y los impuestos laborales son los que más tiempo demandan al empleador. El otro gran componente de la serie de regulaciones que hay que cumplir es el de los impuestos administrativos de todos los niveles de gobierno, que ascienden a 371 horas al año, más del doble de lo que demandan países de la OCDE, según el último estudio Doing Business elaborado por el Banco Mundial.

En la Argentina, considerando las actividades representativas sectorialmente, el número de trámites que tiene que cumplir la empresa varía entre 46 y 50. “Aunque muchos de los trámites han sido digitalizados, las fallas de conectividad o la sobrecarga de los portales hace que estos no aprovechen en su totalidad las ventajas tecnológicas”, señala el estudio.

Desde mucho antes de ser candidato a diputado por la Ciudad de Buenos Aires, Gustavo Lazzari es economista y empresario. Conduce el frigorífico Cárdenas, y su defensa de las pymes lo hizo ganar popularidad. “En el sector de los chacinados, una empresa grande tiene 1500 declaraciones juradas por año; seis por día, teniendo en cuenta los días hábiles. La AFIP tiene más de 350 aplicativos, por lo que se necesitan contadores especializados solo para responder los requisitos de la agencia tributaria. Para una pyme es una locura, y es imposible cumplir con todas las exigencias”, explica Lazzari en diálogo con LA NACION.

“Los trámites y requerimientos te sacan mucho recurso humano. En materia de transporte, la carga tributaria lleva a tener más de 20 permisos para cruzar fronteras interjurisdiccionales como la avenida General Paz, donde se superponen controles nacionales, provinciales y municipales. Yo tengo una persona dedicada exclusivamente a los papeles para que salgan las camionetas, que ni siquiera forma parte del equipo de cobranzas”, dice el empresario.

Para Lazzari, otro aspecto grave de la carga burocrática es el desincentivo a nuevos emprendimientos. “Para nuevos productos, nuevas inversiones y ampliaciones de fábricas lleva más tiempo cumplir con los permisos, los planos, los sellos y las autorizaciones, que los beneficios que el propio proyecto te brinda. Hay empresas que tienen los recursos necesarios para hacer una inversión, pero los permisos se lo impiden. Hay mucho capital parado y mucho desánimo”, asegura.

“La burocracia es una política de Estado de largo plazo. En la mayoría de los negocios, un 25% de costos es el papelerío y los trámites. No hay inversiones que tengan rendimientos del 25%. Tiene que haber un cambio de paradigma, es necesario que haya más libertades para trabajar. No se puede tener que pedir permiso para emprender”, sostiene Lazzari.

Según el Banco Mundial, la Argentina se encuentra en el puesto 126 sobre 190 economías evaluadas en términos de facilidades que existen para llevar a cabo un negocio. En la categoría de pago de impuestos, se ubica en el puesto 170. “Numerosos estudios internacionales han revelado las dificultades que existen en la Argentina para la actividad privada, tanto para iniciar un negocio como para cumplir con los requisitos una vez ya instalada la empresa. Alta carga tributaria y sistema impositivo enmarañado, costos laborales elevados y rigidez de la normativa del mercado de trabajo son señalados como los principales obstáculos que encuentra una empresa, cualquiera sea el sector productivo al que pertenezca”, explica el Atlas Network.

“La elevada burocracia en la Argentina se traduce en altos niveles de informalidad, baja productividad y menos empleo. Se debe ir hacia reformas estructurales, de mediano y largo plazo, que redefinan el sistema impositivo, haciéndolo más simple y de menor carga tributaria de modo de estimular la inversión y el crecimiento”, concluye el informe. (La Nación)

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