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Para los analistas, la suba de tasas es una condición clave para empezar a estabilizar la economía

Pesos, billetes, emisión

Según publica La Nación En el mercado esperan que mañana se incremente el tipo de interés de 40% a 42%, aunque todavía está lejos de la inflación esperada para el año, de 55%; cómo impacta en la deuda del Banco Central y en el ahorro de las personas.

Por: Sofía Diamante

La suba de tasas de interés no está en discusión en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El ministro de Economía, Martín Guzmán, ya indicó que se apuntará a lograr tasas de interés reales positivas; esto quiere decir que le deberán ganar a la inflación. Actualmente, la tasa de referencia de la economía está en 40%, mientras que la inflación interanual publicada por el Indec fue de 50,7% en enero.

Con la suba de tasas, el Gobierno busca mejorar la demanda de pesos (que se ahorre más en moneda local), una medida que será difícil de lograr mientras haya cepo cambiario y riesgo de aceleración inflacionaria, según señalan los economistas. Por lo tanto, indican que la suba de tasas deberá ser acompañada por otras medidas para estabilizar la economía.

Luego de confirmarse que en enero la inflación se mantuvo alta (3,9%), se espera que mañana, en la reunión de directorio, el Banco Central (BCRA) aplique una nueva alza de tasas de 200 puntos básicos adicional a la que realizó en enero, cuando la elevó de 38% a 40%. Esto implicará un aumento también del déficit cuasifical; es decir, de los pasivos de la entidad monetaria. Según los cálculos de la consultora Equilibra, por cada cien puntos básicos que sube la tasa de política monetaria (un punto porcentual) de la Leliq a 28 días, el costo del déficit cuasifiscal aumenta en $50.00 millones por año.

“Una suba de 200 puntos serán $100.000 millones más de déficit, que se le suman a los $100.000 millones del aumento de tasa de enero. Como sabemos que la estrategia de Guzmán es que los bancos migren desde su posición en Leliq a demandar letras del Tesoro para financiar parte del programa financiero, en las próximas licitaciones tendrán también que subir las tasas para ofrecer una rentabilidad suficiente para que estén dispuestos a cambiar riesgo del Banco Central por riesgo del Ministerio de Economía. No es lo mismo tomar deuda del BCRA, que imprime los billetes, a tomar deuda del Tesoro, que tiene antecedentes de default”, explicó Lorena Giorgio, economista jefe de Equilibra.

La analista también proyecta que podría haber otra suba de tasas adicional a la de mañana para fin de mes. “Si se mira el avance del tipo de cambio de los últimos cinco días hábiles, aumentó a un ritmo de 3% mensual. Con una tasa que está apenas por arriba del 3,3% mensual, no hay mucho margen para acelerar el crawling peg [la devaluación]. Además, la inflación fue de 3,9% y el tipo de cambio nominal sigue perdiendo contra los precios. Si bien tenemos algo de ayuda externa por la inflación internacional cuando se hacen las cuentas del tipo de cambio real, el Banco Central necesita depreciar un poco más la moneda, si quiere contribuir a alcanzar el objetivo de recompra de reservas que se anunció en las negociaciones con el FMI. Una tasa nominal anual de 44% implica una tasa mensual más cerca de 3,6% o 3,7%”, explicó.

La suba de tasa de interés implicará para las personas y empresas un aumento en los costos de los créditos y una suba en la remuneración de los plazos fijos. “Si quieren desincentivar que la gente vaya al dólar, deberían subir las tasas del plazo fijo para que se queden en pesos, que es la alternativa. Para los exportadores, además, un aumento de tasas es un incentivo a liquidar las divisas, porque si no siempre hay incentivo a demorarlas y esperar que haya una devaluación. Si hay mayores tasas, se puede liquidar antes y colocarse en pesos, mientras que de otra manera, la alternativa es esperar y tomar una línea en pesos hasta que se liquidaba. Obviamente, creemos que dos puntos porcentuales de aumento no van a mover cielo y tierra, pero sería un paso en la dirección correcta. Debería haber otros dos puntos en marzo, porque la inflación de febrero viene picante”, indicó Andrés Borenstein, economista de Econviews.

Gabriel Caamaño, analista de Ledesma, señala que es necesario subir muchas veces la tasa de interés y de manera sostenida para que compense la “sorpresa inflacionaria que puede haber”. Además, indica que la medida debe estar acompañada de “un programa de política monetaria que permita mayor anclaje de expectativas”; es decir, que se vaya retirando la emisión monetaria y que se ajuste el déficit fiscal.

“La suba sola de la tasa no arregla nada, pero sin la tasa no se puede ni empezar a hablar. Tener una tasa negativa financia todas las coberturas de devaluación, como el consumo de productos importados o la compra de dólares con créditos baratos. Esto hace que el Banco Central se quede sin reservas más rápido, y tiene que endurece más el cepo y restringe las importaciones. Está bueno regalar plata, pero no se puede regalar todo tiempo, porque terminás ajustando en otro lado y pagando mayores costos”, dice Caamaño.

El economista advierte que ganar tiempo con la suba de interés no es gratis y que por eso el Gobierno debe avanzar con un programa de estabilización, que podría llegar de la mano del FMI. “El costo de subir las tasas es el mayor devengado del BCRA. Los pasivos remunerados del Central se licuan con tasas negativas, que se usan para absorber parte de la emisión. Licuar eso tampoco es gratis, porque detrás de eso están los depósitos de los que ahorran en pesos y, por lo tanto, se está licuando al ahorrista, que hace que caiga la demanda de pesos. Gratis no hay nada”, señaló.

Sebastián Menescaldi, analista de EcoGo, indicó que esperan que el Gobierno vaya subiendo las tasas “teniendo en cuenta cómo se espera que evolucione la inflación en los próximos tres meses”. En torno a eso, proyecta que la tasa de Leliq suba sostenidamente hasta junio, lo que hará “más atractivo el ahorro y más costosos los créditos para las familias y empresas”.

Gustavo Neffa, director de Research for Traders, indicó que, con una inflación esperada de 55% para el año y un tasa de 40% es “imposible que se logre una estabilización, como la que quiere el FMI”. Por lo tanto, indicó que la tendencia a tasa de interés real positiva “se dará de forma gradual y que se verá los jueves a la noche en los comunicados del Banco Central”.

Federico Furiase, economista de Anker Latinoamérica, en tanto, indicó que no espera un “overshooting de suba de tasas por la sostenibilidad de los pasivos remunerados del Banco Central”. Sin embargo, señala que es necesario en el marco del acuerdo con el FMI para estar más en línea con la inflación esperada y porque se está acelerando la devaluación del tipo de cambio oficial.

“Para no dar una señal negativa a la liquidación de la cosecha, la tasa de interés de pesos le tiene que ganar al ritmo de depreciación esperado del tipo de cambio para no afectar el equilibrio externo. Además, se necesita ir esterilizando el excedente de pesos con la renovación de los vencimientos de Leliq. Para ello es necesario aumentar la tasa para ganarle a la aceleración de inflación y que los bancos sigan renovando y que no haya un impacto en la brecha cambiaria”, concluyó. (La Nación)

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