YCRT entre una mala gestión, los sindicatos presionando para tener más poder interno y la amenaza de privatización ante el cambio de gobierno

YCRT está cooptada por problemas que van desde diferencias entre los sindicatos, pasando por un enfrentamiento entre los gremios y la Intervención, hasta la separación orgánica de los sindicatos entre sí, que han perdido su unidad al entrar en juego dos sectores políticos en pugna: el gobierno provincial por un lado y Claudio Vidal, por el otro.

“No pueden producir en épocas de gobiernos peronistas, le echan la culpas a Macri y hace dos años y medio que no laburan y usan excusas gatopardistas para seguir la joda, que se les va a cortar cuando cambie el gobierno nacional y al yacimiento lo agarre inactivo”, le dijo a OPI un hombre vinculado al yacimiento y planteó en dos reglones lo que hemos sostenido durante años en el análisis situacional de la empresa, que siempre lo tuvo pero hoy con mayor significación: está atravesada por la política partidaria.

Vamos a resumir en este análisis la gran cantidad de datos, testimonios, consultas y documentos que hemos analizado para armar un concepto medianamente claro y entender por qué YCRT está empujada al fracaso y a una posible privatización, en caso de cambiar el signo político del gobierno a nivel nacional en el 2023.

El principal problema es la falta de gestión de la Intervención. Gente sin preparación en minas y mucho menos con capacidad de gestión en el ámbito de las Relaciones Humanas y si bien pueden tener manejo técnico, carecen del conocimiento y la capacidad para manejar las relaciones interpersonales y mucho menos, donde se necesita controlar un factor sindical que a estas alturas es fundamental dominar, dentro del yacimiento.

“Desde hace dos años y medio, los sindicatos están buscando excusas para cobrar y no trabajar”, esa es la visión que tienen en la cuenca quienes no están vinculado a la empresa. Desde los sindicatos se juzga que hay incumplimiento de parte de la Intervención y con esa excusa ni siquiera acatan la conciliación obligatoria determinada por el Ministerio de Trabajo. Y a pesar de esta desobediencia a una orden formal, no hay consecuencias.

Un mismo pedido sindical

Básicamente, lo que están pidiendo los gremios es tener participación en la mesa de decisión de YCRT, es decir, están exigiendo poner un representante de los trabajadores en calidad de veedores en la mesa de decisiones donde las autoridades resuelven los salarios, las inversiones y distintos aspectos formales de la empresa.

Lo que pide ATE, separado de otros sindicatos y los otros tres gremios internos de YCRT lo solicitaron por nota, es imposible de aplicar tal como lo piden, dado que para integrar el consejo administrativo de YCRT, debería estar constituida la nueva figura de la pretendida empresa carboeléctrica y eso nunca sucedió. Y no ocurrió por decisión propia del kirchnerismo al cual los sindicatos pertenecen. Nunca en el último gobierno de Cristina Fernández (2011-2015) aún teniendo todas las manos en el Congreso, se aprobó la nueva figura. 

Durante el gobierno de Macri, sabiendo que eso jamás iba a pasar, los sectores gremiales de YCRT, montados en la política partidaria, usaron la negativa de JxC de conformar la empresa carboeléctrica como empresa del Estado nacional (entre otras excusas), para fundamentar acciones directas y entorpecer el funcionamiento y la producción. Tampoco en el Congreso durante ese periodo, el kirchnerismo se desvivió por alentar e impulsar el proyecto, a pesar de tener mayoría.

Desde que el kirchnerismo volvió al poder (2019), ni siquiera ha mencionado la constitución de la nueva empresa; es decir que los sindicatos deberían pedirle rendición de cuentas al oficialismo, pero como eso no lo quieren hacer, ahora reproducen un pedido insólito, como es el de exigir que la Intervención acepte que en su mesa de decisiones se sienten representantes de los trabajadores. Eso no ocurrirá, ellos lo saben, pero presionan igual.

La politización sindical

YCRT no funciona, no produce, pero la actividad sindical sigue a la orden del día, con el aditamento de haberse partido políticamente el espectro gremial, lo cual implica la aparición de un elemento más que hace imposible el sostenimiento de un diálogo coherente entre las partes  y nunca se resuelven los problemas que afectan a la producción.

Nuestra fuente remarcó “Los gremios en YCRT está cómodos así, no laburan, cobran, nadie les descuenta un mango y los representantes sindicales viajan a Buenos Aires con viáticos, pasajes, estadías por semanas y semanas, van y vienen con gastos pagos a cargo de la empresa, es decir, de todos nosotros” y señaló “hoy los sindicatos, que parecen estar separados, tienen más poder que nunca, pero es un poder destructivo, que atenta contra la propia fuente de trabajo que dicen defender” y concluyó “Les queda menos de un año para levantar este desastre y de no hacerlo, las consecuencias serán catastróficas para la cuenca”.

Los gremios que actúan en YCRT son: ATE, Sindicato Regional Luz y Fuerza de la Patagonia, la Asociación Personal Superior, Profesionales y Técnicos de YCF y La Fraternidad. Todos ellos, hoy, pretenden tener una representación gremial en la Intervención y no corresponde en la figura de YCRT actual (y ellos lo saben).

Todos ellos formaron la denominada “Mesa Sindical”, un espacio de debate conjunto de los cuatro gremios, que quedó anulada por las diferencias internas, políticas y de objetivos del conjunto.

Y si faltaba algo para dinamitar cualquier acuerdo, la política partidaria metió la cola. ATE (oficialista) se reunió con la gobernadora Alicia Kirchner para que intermedie, encuentre el camino de las inversiones y sea el punto de apoyo político para buscar soluciones con la Intervención, a través del gobierno nacional.

Del otro lado apareció Claudio Vidal y su partido SER, enfrentando al gobierno provincial (aunque en la práctica no se nota) conformando una mesa donde no está claro qué tiene que ver el sindicato de petroleros y mucho menos su espacio político en YCRT, pero está claro que buscan unir fuerzas, transformarse en un centro de presión y así lo expresaron al constituir lo que denominaron “Mesa Intersindical” en la cual estaba ATE, pero a la cual ya no pertenece.

Con la salida de ATE el sindicato con más poder dentro de YCRT, Vidal apoya a los gremios de menor representación y con menor poder en la empresa, uniéndolos para “emparejar” el poder de ATE y ser contrapeso en las decisiones sindicales. Es decir, todos buscan lo mismo, pero ahora con un poder “balanceado” dentro del yacimiento, quitándole hegemonía a ATE que los supera en cantidad de afiliados.

Los tiempos se agotan

Por este motivo el espectro sindical de YCRT está partido en dos. ATE que pide representación sindical en la mesa de la Intervención y asegura que el Interventor está de acuerdo. Y el otro sector que pide lo mismo, pero no asegura poder lograrlo.

ATE exige que la actual intervención se vaya, deje sus funciones, lo cual desmerece sus propias palabras cuando en los medios de la cuenca los representantes sindicales de la Asociación de Trabajadores del Estado, aseguran que la Intervención a cargo del Ing Arribas, acepta la presencia de un delegado de los trabajadores en la mesa de decisiones. Desde la Intervención, nuestras fuentes aseguran que esto no es posible ni es cierto.

ATE dice que de acuerdo a lo expresado por la gobernadora, en poco tiempo habrá cambios en la conducción de YCRT y esto no lo hemos podido confirmar oficialmente, aún cuando desde OPI lo sostuvimos hace varios meses atrás, cuando indicamos que el gobierno busca una figura aglutinante para poner de Interventor, que pueda manejar la crisis sindical interna de la empresa.

Punta Loyola hace casi un mes que está de paro, no marcan tarjeta y en Río Turbio la inmovilidad es total  y las excusas para sostener los paros, son de lo más variadas. Lo cierto es que la empresa no funciona en momentos en que el carbón es casi un comodity a nivel internacional.

Muchos menos está asegurada la provisión de carbón para mover la usina de 240 Mw de Río Turbio, cuya inauguración se ha aplazado y no se sabe bien por cuánto tiempo más, debido a problemas estructurales, de funcionamiento y lógicamente  por la falta de carbón, aunque es casi un hecho que se moverá con fluido de gas natural.

Y si todo esto no fuera suficiente, desde la oposición, especialmente en el Congreso, hay candidatos que están pidiendo y reuniendo toda la información relacionada con YCRT, porque uno de los objetivos que ya se han hecho públicos es que en estas condiciones la empresa dejará de depender del Estado y podría ser transferida al sector privado y no se descarta una concesión al gobierno chino. (Agencia OPI Santa Cruz)